EL DIABLO ME OBLIGÓ A HACERLO¹

21. El alma mas pura

Los golpeteos constantes de la mano del joven sobre la mesa de madera se repetían una y otra vez mientras sus ojos estaban fijos sobre la taza de cerámica llena de café negro, alzo sus ojos y los poso en la joven rubia quien terminaba de acomodar la pequeña cocina de la casa y luego se sentó frente a él.

-Ya ha tardado mucho Cole- hablo Helen y miro hacia la ventana viendo como la noche comenzaba a caer.

Arvin le dio un sorbo a la bebida y luego le sonrió mirándola.

-Ha de estar bien, es Cole.

Helen asintió con la cabeza, sin embargo, presentía algo extraño que le pudo pasar a su amigo, coloco sus ojos azules sobre el joven frente a ella y le sonrió, este le devolvió la sonrisa y ambos se tomaron de la mano. Un disparo al cielo hizo que Arvin la obligara a caer al piso, ambos jóvenes se miraron con terror por algunos segundos. El joven escucho unos pasos aproximándose y lentamente tomo un cuchillo que reposaba sobre la mesa de madera y señalo la entrada.

Los pasos se aproximaban mientras Arvin miraba fijamente la puerta de madera, luego la puerta se abrió y por ella entraron las hermanas Sombra y Negro. Ambas hermanas sonrieron al entrar y el joven bajo el arma afilada ocultándolo en de la vista de las mujeres.

-¿Por qué esa cara de terror querido? - pregunto la hermana Oscuro.

-Escuchamos un disparo- contesto Helen desde la cocina.

Ambas hermanas intercambiaron una mirada y luego sonrieron.

-Tranquilos- hablo la señora Negro- Acostumbran a cazar con armas de fuego los del pueblo- miro la mujer a ambos jóvenes- ¿Cómo ha estado Leonora?

-Aún sigue mal, pero Willard ya ha ido al pueblo en busca de más te Negro.

La mujer sonrió.

-Eso suena magnifico- comenzó a alejarse de los jóvenes hacia las escaleras, antes de subirlas hablo- Por cierto, Cole volverá más tarde.

Arvin frunció el ceño y miro a la mujer subir las escaleras.

-¿Cómo sabe que Cole no está?

Sombra intercambio una mirada con su hermana y esta con ella. Esta última comenzó a bajar las escaleras y asintió con la cabeza. La mujer asintió con la cabeza y la Señora Negro comenzó a levantar el arma apuntado a ambos chicos, Arvin se colocó enfrente la joven y miro a ambas hermanas sin comprender nada.

-¿Qué está pasando? - pregunto Helen apretando la mano del joven, luego miro a la señora Sombra.

-Solo necesitamos el alma más pura- sonrió la mujer Negro

-¿De qué está hablando? - pregunto Arvin mirándola.

La mujer sonrió y descendió por las escaleras y volvió a entrar a la cocina,

-¿Para qué seguir mintiendo si después de todo morirán? - pregunto acercándose a ambos- Jamás encontrarán a Cole, a estas alturas está muerto.

Helen miro atónita a la mujer al escuchar sus palabras.

-Su amigo es muy astuto. Pero nosotras lo somos más y necesitamos hacer el ritual antes del amanecer. Nunca se han preguntado de verdad que es lo que habita en el techo- señalo la mujer con el cuchillo- El vendrá por ustedes y nosotras necesitamos a su querida Leonora.

Arvin miro el cuchillo afilado de la mujer y luego coloco su mirada en ella.

-Ustedes han sido las que han matado a todas las personas que están aquí. Las grabaciones se trataban de ustedes.

La mujer Negro hablo:

-Bingo-contesto la mujer con una sonrisa- Creí que jamás lo descubrirían-luego su mirada se poso en su hermana- Átalos bien- ordeno la mujer.

La mujer se acercó a ambos con una cuerda de color café, Arvin apretó el cuchillo entre sus manos y arrojo a Helen a un lado y clavo el arma sobre el brazo de la mujer oyéndola gritar.

-Corre- grito

Ambos jóvenes corrieron hacia la puerta de la casa y huyeron entre la oscuridad de la noche mientras escuchaban a su espalda el grito de la mujer.

-Inútil- grito la mujer Negro hacia su hermana mientras miraba huir a los dos jóvenes, la mujer salió de la casa y miro hacia el techo- ¡Tráelos ante mí!

Una sombra cayo detrás de la mujer Negro, los ojos del demonio se posó en los dos jóvenes que huían y luego soltó un aullido.