"¡Aghh! más duro... sigue Samuel... ¡joder!" Sus embestidas eran fuertes y profundas, sus dedos se enterraban en su blanca piel mientras la sostenía fuerte de las caderas, el rechinar de la cama y los golpes de la cabecera contra la pared de seguro eran escuchados por los vecinos. Pero quién podía culparlo, su trabajo no era nada agradable y era justificable que quisiera desahogar todas sus frustraciones con sexo, además, las visitas de la rubia eran tan esporádicas que debía aprovechar cada segundo.
Aunque, si era sincero consigo mismo, hacía tiempo que había dejado de ser algo físico solamente, la echaba de menos siempre que se marchaba, su corazón de quebraba cada vez que parqueaba su camioneta frente a la puerta de partidas en el aeropuerto y la veía alejarse con maleta en mano. Además, estaba seguro que para ella las cosas también habían cambiado, le enviaba mensajes para recordarle que debía comer, se aseguraba que todas las noches llegara a salvo a casa, estaba pendiente en los periódicos de cada caso que le era asignado, incluso, había mudado una gran parte de su guardarropa a su piso.
"¡La puta madre Carla!" gruñó al sentir como ella contraía sus músculos interiores, estaba a punto de correrse, pero como el caballero que era, aguantaría un poco más para que ella lo hiciera primero, tenía la espalda de ella pegada a su pecho ahora, era una posición que le permitía tener todo el control sobre ella, uno de sus brazos lo rodeó en el torso de ella para asegurarla, colocó su mano libre en su intimidad para estimularla mientras seguía embistiéndola desde atrás.
El ritmo de las estocadas era cada vez más rápido y fuerte, tenían la piel brillante por el sudor y sus gemidos retumbaban por todo el apartamento, el clímax llegó como ola golpeando una roca en el océano, ella bajó sus manos para apoyarse en sus palmas y él la sostuvo fuerte por la cintura para luego dejarse caer sobre el colchón y envolverse entre las sábanas nuevamente, era invierno, aunque dentro de esas cuatro paredes parecía primavera.
"¿Qué haces?" Preguntó ella cuando sintió que él se volvía a colar en su interior, pero era solo una pregunta retórica, pues abrió las piernas para dejarse penetrar por él nuevamente "quiero estar así contigo el resto de mi vida" respondió mientras se acomodaba hundiendo su nariz en el espacio entre el hombro y el cuello de la rubia. "Mi vuelo sale en unas horas" le indicó mientras pasaba sus dedos por el cabello desordenado del castaño, "quédate" le pidió haciendo un puchero, ella solo sonrió, pero el sonido del teléfono era la señal que indicaba el fin de su encuentro, "lo haré si la dejas pasar" lo retó a sabiendas de que contestaría.
ESTÁS LEYENDO
Universos paralelos
FanfictionCada posible resultado del universo existe simultáneamente en otros universos, un sinfín de realidades relativamente independientes en donde estamos tú y yo en una nueva realidad, pero siempre tú y yo. ‼️Advertencia: la mayoría de historias tienen c...