Cada posible resultado del universo existe simultáneamente en otros universos, un sinfín de realidades relativamente independientes en donde estamos tú y yo en una nueva realidad, pero siempre tú y yo.
‼️Advertencia: la mayoría de historias tienen c...
La Brigada Multinacional era un hecho, 1300 tropas españolas fueron enviadas a Irak, luego de un año de servicio, volvíamos a casa, pero antes los campamentos debían ser desalojados, legionarios y especialistas del mando de ingenieros se encargarían de coordinar las fases del repliegue, como arquitecto de la armada, eso también me incluiría a mí, así que mi tiempo en Irak se alargaría unos meses más de lo previsto.
Mamá cuidaría a Santiago en mi ausencia, tenía mi regreso planeado, nos mudaríamos a Madrid, anteriormente me reportaba en la Base Militar El Copero, en Sevilla, ahora sería la Base Militar El Goloso, próxima a la Universidad Autónoma de Madrid.
Sevilla también era una gran ciudad así que Santiago no sentiría muy fuerte el cambio, sin embargo, sabía que la adaptación no sería fácil, necesitaba una niñera, pues mi madre se quedaría en Sevilla.
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La mudanza era un hecho, Santiago estaba molesto, como era de esperar, entraba a la adolescencia y era más hermético que nunca, Madrid era demasiado grande y contratar una niñera no era tan fácil como en los pequeños pueblos donde la vecina podía hacerse cargo.
No era que Santiago necesitara una niñera, pero es ilegal dejar a un niño solo, después del colegio yo aún seguiría en la base, así que necesitaba que alguien estuviera con él, Guzmán me recomendó una agencia de niñeras, al parecer es algo que existe, su esposa Nadia utilizaba la agencia cuando debía acompañar a Guzmán a los cócteles que el ejército suele organizar.
Carla
¡Tenía un empleo!, era la primera vez que sería contratada, a pesar de la negativa de Lucrecia y mis padres, me había inscrito como niñera en una agencia, al parecer cuidaría al hijo preadolescente de un militar que se acababa de mudar de Sevilla.
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Su casa estaba al otro lado de mi calle, lo que lo hacía más perfecto, podía ir y venir sin problema pues aún no conseguía mi licencia de conducir, había fallado en el examen ya dos veces y no me apetecía insistir, Lucrecia se encargaba de llevarme a la universidad pues ambas estudiábamos psicología, con la diferencia que la especialidad de Lu sería forense y la mía, familiar y de pareja.
