Cada posible resultado del universo existe simultáneamente en otros universos, un sinfín de realidades relativamente independientes en donde estamos tú y yo en una nueva realidad, pero siempre tú y yo.
‼️Advertencia: la mayoría de historias tienen c...
La nueva cosecha en Francia estaba lista, las botellas habían sido cuidadosamente empacadas para arribar a España, la gala de presentación sería en el jardín de la mansión Rosón-Caleruega, sus socios más importantes y los dueños de los restaurantes y bares más lujosos del país estarían presentes, su amiga de toda la vida, Lucrecia, estaba a cargo de la organización, sin embargo, ella estaba pendiente de todo lo que acontecía.
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Habían probado los diferentes platillos que el servicio de catering ofrecía y habían decidido lo que se serviría, habían probado los diferentes canapés y escogido los mejores vinos, estaban en el jardín haciendo pruebas de los cientos de luces que colgaban sobre las mesas y decidiendo sobre otros asuntos cuando la puerta corrediza se abrió.
"Todo se ve muy bien" dijo mientras se acercaba a ellas, estaban decidiendo el color de la mantelería, Lucrecia insistía en el color blanco, pero Carla no estaba muy convencida, "hola amor" dijo sonriendo y tirando la cabeza hacia atrás para saludar a su guapo detective, quien inmediatamente, estampó sus labios contra los de ella para luego saludar a Lu quien solamente rodaba los ojos.
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Estaba de vacaciones forcivoluntarias, Azucena había insistido en que debía tomarse unos días y Carla había insistido que era una buena idea, después del lanzamiento de la nueva colección irían a las Bahamas, "dime que te has tallado ya el traje por favor Samuel" dijo la mexicana de forma acusadora, mientras Carla reía, la relación entre su mejor amiga y su novio consistía en un intercambio de comentarios mordaces.
"Valerio me ha acompañado y ya está todo listo" respondió, Carla había estado estresada con los preparativos, así que había decidido hacer una tregua con Lu, aunque la castaña parecía haberse olvidado del pacto que habían sellado con un apretón de manos días atrás, "mi vestido está listo también, así que ni me mires" dijo la rubia anticipando la pregunta que seguro Lucrecia le haría, y con eso el tema de la vestimenta quedaba zanjado.
Ahora podían seguir con el dilema de la mantelería, ambas dirigieron su vista hacia las muestras de colores que estaban sobre la mesa mientras Samuel se paseaba por el jardín observando con una sonrisa las luces que iluminaban el lugar, "habrá cervezas ¿cierto?" preguntó desde el bar que habían instalado, ambas rodaron los ojos, aunque el sentimiento era diferente en cada una, Lu pensaba que era un pesado, sin embargo, Carla, pensaba que era adorable.
