Tierra 9: Detective de homicidios (Caso #3)

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Carla

"Déjalo libre" dijo al teléfono, al parecer Rebeka llamaba para actualizarlo sobre un caso que habían estado construyendo en las últimas semanas, a pesar de mi curiosidad, me mantenía lo más al margen posible del trabajo de Samuel, para muchos, incluyéndome, era seductor saber más, era como presenciar una de esas novelas de misterio y de detectives en primera fila, leer a los clásicos era mi placer culposo, Sherlock Holmes, Hércules Poirot, Miss Marple, Aguste Dupin, solo por mencionar algunos, pero ahora, las novelas detectivescas y los casos del detective García estaban totalmente prohibidos.

Aunque sí me generaba mucho morbo saber el motivo por el cuál, Samuel, pedía que liberaran al culpable del homicidio, conocía a grandes rasgos el caso, lo había leído en el periódico, aunque no podías confiar por completo en la prensa, eso lo había aprendido del hombre que ahora terminaba la llamada abruptamente para seguir empujando el carrito de compras por el supermercado, se suponía que era su día libre, "¿por qué has ordenado que lo liberen?" pregunté desinteresadamente mientras leía el dorso de una caja de cereal, definitivamente, no era algo que fuéramos a comprar, básicamente era azúcar con forma de aros de colores, pero quería verme lo más desinteresada posible, casual.

Aunque sí me generaba mucho morbo saber el motivo por el cuál, Samuel, pedía que liberaran al culpable del homicidio, conocía a grandes rasgos el caso, lo había leído en el periódico, aunque no podías confiar por completo en la prensa, eso lo habí...

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"Buen intento rubia" respondió sonriendo, unos lindos hoyuelos se dibujaban en sus mejillas, rodeé los ojos y caminé hacia la góndola en donde estaba el cereal que consideraba más saludable, ese que Samuel odiaba porque según él, sabía a cartón, hizo una mueca de desagrado pero no dijo nada, sabía que tenía uno de esos cereales de chocolate escondido en su gaveta en la comisaría, fingía no tener tiempo para desayunar para evadirlo y comer a las carreras en su escritorio mientras hacía el papeleo que tuviera pendiente.

La política de <<no decirle a Carla nada de los casos>>, ahora era más inflexible, algunas veces era incómodo, todos guardaban silencio en el instante que me veían aparecer, era exagerado, pero al mismo tiempo dulce, pensar que Samuel podía preocuparse del impacto que los detalles de un homicidio podían tener en mí, me llenaba de ternura y disipaba mi curiosidad. "¿Crees que a la princesita le guste esto?", estábamos ya en otro de los pasillos del supermercado, sonreí al ver la pequeña patrulla de policía en forma de peluche que sostenía y agitaba de un lado a otro con esa sonrisa que merecía un arresto por matar mi cordura.

 "¿Crees que a la princesita le guste esto?", estábamos ya en otro de los pasillos del supermercado, sonreí al ver la pequeña patrulla de policía en forma de peluche que sostenía y agitaba de un lado a otro con esa sonrisa que merecía un arresto p...

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