Tierra 19: Incompleto

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Samuel

"Anda cielo... no seas así" la rubia sigue insistiendo sentada a horcajadas sobre mí, mientras yo la ignoro y evado su rostro fijando mi vista en la pantalla del televisor, una pequeña sonrisa se dibuja en mi rostro cuando restriega su culo sobre mi regazo para intentar convencerme por esa vía, es una descarada y una manipuladora, sabe perfectamente la poca, casi nula, resistencia que mi entrepierna tiene ante sus encantos.

Sin embargo, me mantengo firme y la sigo ignorando, tampoco estoy poniendo atención a la tontería que el televisor reproduce, pero al menos me distrae de la mano traviesa que ahora se cuela entre mis pantalones de pijama, es viernes en la noche y he llegado tan cansado que lo primero que hice fue quitarme la ropa del trabajo, darme una ducha caliente y enfundarme en un cómodo pants para poder relajarme en el sillón, incluso he pedido comida porque no tengo fuerzas para nada, ha sido una semana intensa en la construcción y lo único que me apetece es descansar, ver televisión, comer pizza y luego dormir hasta el mediodía del sábado.

Todos mis planes de descansar se van por la borda cuando Carla decide que mañana es un buen día para hacerse las uñas y quiere que la lleve a su cita porque tomar el volante de vuelta a casa arruinará su manicura, así que nada, la tengo aferrada a mí como un koala besucón que se restriega contra mi polla para convencerme de levantarme a las cinco de la mañana, porque ha hecho una cita temprano porque los sábados la agenda del lugar es apretada y en realidad tuvo suerte de poder reservar un espacio.

Todos mis planes de descansar se van por la borda cuando Carla decide que mañana es un buen día para hacerse las uñas y quiere que la lleve a su cita porque tomar el volante de vuelta a casa arruinará su manicura, así que nada, la tengo aferrada a...

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"No Carla... y deja de ser tan descarada" le digo tratando de alejarla de mi amigo el de abajo quien es un traidor y no obedece mis órdenes, sino que se endurece a voluntad de la mano inquisidora de Carla, ella suelta una risita culpable, porque sabe perfectamente lo que está haciendo y se aferra con más fuerza, su respiración la siento en la nuca, el palpitar de su corazón está a ritmo con el mío y sus bragas calientes y húmedas se vuelven a pegar a mí ya humedecido pantalón.

Mis barreras son totalmente destruidas por la manipuladora mujer que se ha quedado completamente desnuda y hace rebotar sus tetas en mi cara, así es que la arrojo sobre el sillón y termino de quitarme la ropa para embestirla con fuerza, ella no se resiste, por el contrario, se mueve para que se la entierre hasta el fondo y suspira con alivio y yo solo suelto una carcajada al verla tan relajada y entregada, hacemos el amor en el sillón y termino diciendo que sí la llevaré a su cita.

La alarma que Carla programó en su teléfono la noche anterior suena estridente y yo me remuevo molesto, sé que anoche lo prometí, pero mi cansancio está ganando y quiero echarme para atrás con mi promesa y decirle que llame a un taxi, la siento moverse sobre mí para apagar al endemoniado aparato y suelta un beso sobre mi rasposa mejilla que hace que me sienta mal por querer enviarla en un taxi, así es que me froto el rostro y empiezo a salir de la cama, ella ya se ha ido a tomar una ducha.

La alarma que Carla programó en su teléfono la noche anterior suena estridente y yo me remuevo molesto, sé que anoche lo prometí, pero mi cansancio está ganando y quiero echarme para atrás con mi promesa y decirle que llame a un taxi, la siento mo...

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