Tierra 17: El "abominable hombre de las nieves -Final-

353 34 28
                                    

Samuel

Como todas las mañanas me senté frente a la enorme ventana cristalina de la tienda de Teodoro, era un lugar tranquilo y me gustaba, era como estar en las montañas, con únicamente el silencio como compañía, también me gustaban los libros que el dueño disponía para los clientes, había comprado algunos y los devoraba mientras pasaba el tiempo en las montañas nevadas, otros los leía aquí, en este banco, frente a esta ventana en silencio con una taza de café negro. Pero el silencio que tanto anhelaba en las mañanas se vio interrumpido por el saludo efusivo de Ander.

Conocía a Ander de toda la vida, habíamos crecido juntos, habíamos compartido salón de clases siempre, era un buen chico, pero también sabía de su interés en mi hermana, eso hacía que perdiera puntos, no porque no lo considerara bueno para Rebeka, era solo que Ander era deslenguado y mi familia tenía un secreto para proteger, costara lo que costara, suficiente habíamos tenido con la intensiva investigación de Teo unos años atrás, había tenido un accidente y papá había tenido que recurrir a su transformación para poder salvarlo, lo único que nos había salvado esa vez era el golpe en la cabeza que había recibido, pues eso hacía que su testimonio fuera cuestionable, estaba semiconsciente y eso estaba a nuestro favor.

Conocía a Ander de toda la vida, habíamos crecido juntos, habíamos compartido salón de clases siempre, era un buen chico, pero también sabía de su interés en mi hermana, eso hacía que perdiera puntos, no porque no lo considerara bueno para Rebeka,...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Mis sentidos estaban más y mejor desarrollados que los de cualquiera y su perfume floral me golpeó el sentido, "buenos días princesa de las nieves" saludó mi amigo con una sonrisa detrás del mostrador y Teodoro se puso de pie para recibirla con brazos abiertos, evité girar mi cabeza para que no pensaran que era un cotilla, sin embargo, estaba alerta a cada movimiento de la princesa de las nieves, respondió con una voz susurrante que me pareció hipnótica, mi temperatura empezó a subir y me removí incómodo, el calor no me venía bien, era un hombre de montaña, el frío era necesario para mi existencia, afiné mi oído y escuché cómo lo llamaba papá.

No sabía que Teo tuviera una hija y mucho menos que estaba de visita, seguí con la vista en el libro, había leído el mismo párrafo tres veces y seguía sin entender de qué mierda iba, el calor me estaba sofocando por dentro a pesar de que afuera lloviznaba, era un día gélido y ella no dejaba de mirarme de reojo, volví a concentrarme en el libro y pasé las páginas molesto por no lograr recuperar el control que antes tenía, no iba a negar que me resultaba atractiva, cualquier persona con ojos y sentido común podía darse cuenta de lo hermosa que era, su cabello era rubio y lacio, caía por su espalda con gracia, su piel era blanca y tersa, casi como la nieve que tanto me gustaba observar, sus ojos eran verdes y felinos con algunas tonalidades doradas, sus labios definidos y podía jurar que eran tan dulces como la miel.

No sabía que Teo tuviera una hija y mucho menos que estaba de visita, seguí con la vista en el libro, había leído el mismo párrafo tres veces y seguía sin entender de qué mierda iba, el calor me estaba sofocando por dentro a pesar de que afuera ll...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Universos paralelosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora