︎ 𝙲𝚒𝚞𝚍𝚊𝚍 𝙳𝚎𝚜𝚘𝚕𝚊𝚍𝚊
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—Le deseo mucha suerte, encontrará su camino y pronto verá a su viejo amigo. —Fueron las últimas palabras que escuchó de Wei Wuxian, abandonando la triste ciudad desolada.
Con pasos lentos, Fuxue y Shuanghua iban tras su espalda y el silencio del bosque calmó su perturbada alma, o lo que quedaba de ella. En su mano, sostenía la frágil bolsa atrapa espíritus con el alma de su compañero, viéndola a detalle y hablando internamente.
—Espero que el joven maestro Wei tenga razón, sería un gusto volver a verte. —Formó una sonrisa en sus labios y la guardó en su túnica, continuando con el relajante caminar.
En el transcurso del día, no se reportaron problemas, la gente caminaba y hacía lo cotidiano. Paz y tranquilidad en el entorno de Song Lan, nada podía interrumpir y mucho menos alterar su tranquilidad. Sin embargo, en la torre Koi, un chico con cola de caballo luchaba por sobrevivir. Pensó que por tener relación con Jin Guangyao su vida tendría un cambio, pero el líder del clan Lanling Jin solo buscaba completar el Sello del Tigre Estigio.
—¡Te ayudé para que completaras tu sucio plan! —Exclamó Xue Yang.
—El sello es lo único que importa, tú solo fuiste un sirviente que pudo traerme una parte. —Respondió tranquilamente Guangyao con su característica sonrisa.
—Espero que tu muerte sea lenta, realmente el menos esperado será el causante de tu muerte, hijo de puta. —Maldecía sin medida alguna, tratando de no hacer mucho esfuerzo debido al desangrado en su boca y brazo amputado.
—Chengmei, tus palabras son insignificantes, te deseo buena suerte. —Esa maldita expresión no abandonaba su rostro sin importar la circunstancia, con una simple mirada ordenó que se lo llevaran y dejaran a su suerte.
Y así fue, dos discípulos del clan sujetaron al moribundo Xue Yang y lo botaron en la entrada de la torre Koi, burlando por su despectiva apariencia y mala suerte.
—No mueras en el intento, joven delincuente. —Dijo uno de los guardias y entró mientras reía a carcajadas.
Xue Yang no sabía si reír, llorar o gritar, pero el dolor en su cuerpo era insoportable, no tenía la oportunidad de salvarse, ni siquiera con la ayuda de los mejores médicos. Apretó la zona donde debería estar su brazo derecho, esforzó una última vez sus frágiles piernas y abandonó el palacio. Ingresó por el bosque, la sangre dejaba un largo camino por detrás, su vista comenzaba a nublarse. Este era el fin.
Cayó en la tierra, sus pies llegaron al límite, lo único que se mantenía activo era su acelerado corazón y ojos que no tardaron en cerrarse.
—Si tan solo hubiera valorado lo que tenía hace ocho años, tal vez las cosas serían distintas. —Dijo para sí mismo, sintiendo que la vida se le iba de a poco.
Pero antes...
—Existen personas que tienen el mismo corazón de tu daozhang. —Habló una voz femenina.
—Además de sus ojos, ¿también dio su corazón?. —Incluso en su lecho de muerte no paraba de bromear.
—Niño tonto, puedes encontrar la verdadera felicidad si dejaras de ser tan cruel. —Reprochó la mujer.
—Xiao Xingchen era la única persona que podía generar un cambio en mí, pero mi despiadada alma terminó con su insignificante vida.
—Mezclas las palabras de amor con el odio, pero déjame decirte que incluso la fría nieve puede no ser distante y rencorosa, puedo darte una última oportunidad para que arregles las cosas.
—¿Devolviéndole la vida a Xiao Xingchen? —preguntó débilmente.
—No vayas por el camino fácil, tú no corres con la suerte de arrebatarle a la muerte el alma de tu amigo, si eso es lo que era para ti.
Los sentimientos del cultivador no podían salir a la luz, nunca pudo definir aquello, así que no tiene derecho a reclamar.
—Escucha, Xue Yang, —lentamente se acercó la bella mujer de túnicas blancas— sin importar lo que la sociedad te haya mostrado cuando eras tan solo un niño, debes saber que existen personas que pueden darte los mismos tratos y llevarte por el camino correcto. —Finalmente sonrió y extendió su mano, ayudándolo a levantarse—. Te daré un par de días para que puedas encontrarlo, si no lo logras tu alma padecerá y será aplastada por las manos de los dioses que están furiosos por todos los actos que cometiste.
—Ni siquiera sé a quién diablos debo buscar. —Alterado dijo el menor.
—Nieve distante y helada fría, mucha suerte. —Sin decir más, la mujer desapareció, dejando al delincuente más confundido de lo que estaba.
—Nieve... Helada fría... —estaba seguro de que escuchó esas palabras, pero ¿dónde? — Oh... el mudo ese. —Sacó la lengua en desprecio y otra vez se tiró al suelo—. Ser destruido no suena tan mal.
—¡Xue Yang!
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Muchas gracias por leer hasta aquí, los capítulos varían si son largos o cortos, de eso no se preocupen.
Les agradecería si me corrigen en algunas cosas, temo en equivocarme con algún dato de la historia y no quisiera que eso suceda.
De todos modos, vuelvo a agradecer por las lecturas y hasta la próxima.
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𝐀𝐦𝐚𝐫𝐠𝐚 𝐃𝐮𝐥𝐳𝐮𝐫𝐚 - 𝐒𝐨𝐧𝐠𝐗𝐮𝐞
RomanceDespués de la muerte de Xiao Xingchen las cosas fueron distintas para ambos jóvenes. El mudo taoísta Song Lan y el delincuente Xue Yang, unen sus caminos por el gran amor que tenían por el ciego daozhang. El comienzo era complicado, el resentimiento...