𝙱𝚛𝚒𝚗𝚌𝚊, 𝚌𝚘𝚗𝚎𝚓𝚒𝚝𝚘, 𝚋𝚛𝚒𝚗𝚌𝚊
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Las simples palabras fueron las causantes de que su trasero doliera. Song Lan no emitía sonidos por la ausencia de su lengua, solo podía escucharse su respiración agitada. Xue Yang, por otro lado, tenía las manos llenas de tierra, pues con cada estocada presionaba la seca textura que lo rodea.
—Lo lamento... Zichen, por favor detente. —No recibió respuesta, la penetración lo tenía sumergido en un mundo de placer del cual era imposible salir.
Esto era con lo que soñaba, tener al delincuente Xue Yang atado de manos y con las piernas abiertas sólo para él. Incluso sintió ciertos celos por su difunto amigo por las conversaciones que manejaba el menor. Ahora que por fin lo marca como suyo, podrá presumir ante los dioses que este chico le pertenece, sin importar que fue su marioneta.
—A-Lan... por favor, necesito que te detengas. —El gesto de sus manos detuvo los bruscos empujes, los dedos acariciaron la fina piel del taoísta y rozó los labios en un cálido beso—. Necesito que te calmes, si no pudiste matarme con tu espada, créeme que esta terminará perforándome.
Tenía razón, ya incluso notó algo extraño en su abdomen y todo se debe a la dotada hombría que carga. Con un sonrojo, abrió un poco más las piernas delgadas y juntó su pecho con la de Yang, moviendo solo su pelvis y mimando con besos el rostro de su pareja.
—Aprendes rápido, Zichen. —Susurró cerca su oído, plantando un beso en el mismo y correspondiendo el beso dulce que le daba el mayor—. Jamás imaginé encontrarme en esta situación, mucho menos contigo...
Entre gemidos y jadeos, Song Lan escuchaba cada provocación de Xue Yang, pensó que este chico no temía salir lastimado por sus palabras. Concluyendo la última ronda, el mudo taoísta deseaba susurrarle al oído y expresar todo mediante palabras, pero eso es imposible. Se limitó a besarlo, abrazarlo y levantar el cuerpo para que vea sus manos.
Te amo.
En lenguaje de señas le dijo. Avergonzado por esa expresión, Xue Yang solo pudo sonreírle y corresponderle con el mismo lenguaje.
También te amo, tonto taoísta.
Ambos rieron, o al menos Song Lan mostró sus brillantes dientes. Cortaron la unión y acomodaron las prendas que estaban desordenadas, limpiando todo rastro, no quería que alguien venga y descanse sobre esos fluidos. Aún había tención, los ojos de Zichen desviaban la mirada cada que Chengmei se daba cuenta, pero es tierno viniendo de alguien rudo y estricto.
—Zichen, no deberías avergonzarte. —Intentó calmar a su mayor, notando que estaba rojo hasta las orejas—. Esto es lo que querías, no puedes resistirte a alguien como yo.
Niño presumido era Xue Yang, pero su confianza era lo que más valía en esta vida. Sabiendo que él fue el responsable de tantas muertes, logró encontrar una pizca de inocencia. Su cabeza voló por los pensamientos que llegaron, preguntándose... ¿Por qué fue tan cruel cuando era joven? Afortunadamente, la telepatía los tenía conectados y Xue Yang dejo de empacar para decirle: "Zichen, ¿quieres saber por qué?"
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—Ese niño amaba las cosas dulces, pero no tenía padres y mucho menos dinero. Hay días en los que me pongo a pensar... Si el padre de Chang Pin me hubiera dado esos pasteles, no importa la sobra de uno... tal vez no hubiera cometido esa masacre.
Un simple acto provocó todo esto, incluso la muerte de su amigo, pero sabemos que, si ese pobre niño hubiera probado las cosas dulces, tal vez ahora no tendría miles de demonios que lo acosen.
—En fin, las cosas ya están hechas. —Guardó las pocas cosas que estaban fuera de la bolsa y extendió la mano para que su pareja se ponga de pie.
Esa tarde, Song Lan deseaba darle algo muy especial, los caramelos se convirtieron en algo común entre sus regalos. Pensó y pensó, hasta que...
—Un talismán... Necesito un talismán y dulces.
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Hola, ¿ya me extrañaron?
Sólo les diré una cosa... Cambiaré muchas cosas respecto a la cultivación. No sé si es posible que un talismán funcione para invocar cosas y hacer que caigan cosas mágicas del cielo, pero quiero darle mi toque de fantasía a esta historia. Así que... no se sorpendan si ven algo raro, especialmente con talismanes.
Dicho eso, pueden seguir leyendo uwu
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𝐀𝐦𝐚𝐫𝐠𝐚 𝐃𝐮𝐥𝐳𝐮𝐫𝐚 - 𝐒𝐨𝐧𝐠𝐗𝐮𝐞
RomanceDespués de la muerte de Xiao Xingchen las cosas fueron distintas para ambos jóvenes. El mudo taoísta Song Lan y el delincuente Xue Yang, unen sus caminos por el gran amor que tenían por el ciego daozhang. El comienzo era complicado, el resentimiento...