Capítulo 13

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¡𝙰𝚚𝚞𝚒́ 𝚟𝚒𝚎𝚗𝚎 𝚎𝚕 𝚍𝚛𝚊𝚐𝚘́𝚗!

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—XinXin, debes comer algo o esta vez morirás de hambre. —Dijo Xue Yang extendiendo unos granitos de arroz para que coma el bebé Xingchen.

—Debes ser más amable y paciente, hablar con amabilidad será la mejor opción. —Respondió Song Lan. Tomó una pequeña bola de arroz de su plato y la extendió al pequeño—. Song Xingchen, aquí viene un enorme dragón que desea llevar sus tesoros a la cueva XinXin. Abre la boca para que pueda entrar.

Con una sonrisita, el bebé abrió la boca y degustó el bocado que le había dado su ahora padre.

—Es un alivio haber usado telepatía con Xingchen, ahora puede entenderte y no tendré que pelear con él.

—Ahora entiendes lo que debes hacer. Evita gritarle o no querrás que Shuanghua te apuñale.

La espada cumplía la misión de proteger a su maestro. Esperaría el tiempo necesario para que lo empuñe nuevamente y luchar por el bien del mundo como era el plan.

—Hora de dormir. —Sereno dijo Zichen, tomando a sus dos pequeños y llevándolos a la cama. Arropó al joven ciego y luego a su amado que ya estaba roncando de tanto cansancio. Sonrió ante tal imagen y se acomodó a lado, agradeciendo que hoy no haya problemas.

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—¡SONG ZICHEN! —un grito desgarrador junto a las tibias lágrimas que recorrían la mejilla del delincuente—. Song Zichen...

En esa habitación únicamente se encontraba Xue Yang, rogando que los talismanes funcionen y despierten al cultivador que yacía acostado en la paja. Acariciaba su pálida mano y rogaba que se levantara, no importa como un feroz cadáver.

—A-Lan... Xingchen te necesita, te necesitamos. —Aclaró con la voz ahogada, provocada por el nudo en la garganta.

—¿Xue Yang? —¿Por qué su pareja lloraba y decía esas cosas? Estaba ahí, mimándolo con palabras mediante telepatía, pero el delincuente no parecía escuchar.

—La Casa del ataúd ya no existe... ¡Debes levantarte!

¿Qué fue lo que ocurrió? Sencillo, dos clanes encontraron la ubicación de Xue Yang. Destruyeron la casa del ataúd e intentaron asesinarlo, pero Song Lan estaba ahí para defenderlos. Eran dos contra cientos de cultivadores, en ningún momento vio al pequeño Xingchen y era de preocuparse. Finalmente, pudo ver que ataron a su pareja y lo llevaron fuera del establo en el que estaba. Según rumores entre los discípulos, planeaban acabar con el joven muchacho.

—Xue Yang...

Nadie lo escuchó.

—Chengmei...

Xingchen lloraba.

—¡XUE YANG!

(. . .)

(. . .)

(. . .)

—Song Zichen, despierta... —con una voz ronca y adorable, Xue Yang movió levemente al mayor para que despertara.

—¿Xue Yang? —abrió los ojos, rogando que lo que vio fue solo un sueño.

—¿Conoces a otro hombre guapo llamado Xue Yang? Por supuesto que no, el único soy yo.

—¿Y Xingchen? —Se sentó, apoyando la espalda en la cabecera.

—Juega con las piezas de madera que compraste. —Notó que la frente del mayor estaba mojada, parece que tuvo pésima noche—. ¿Todo en orden?

—Sí... solo un mal sueño con Xingchen, no te preocupes. —Dijo para luego depositar un efímero beso sobre los labios de Xue Yang.

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—Pasaron meses y no hallamos a ese bastardo. —Furioso exclamó uno de los líderes.

—Puede que haya asesinado a otro clan, no quiero imaginar cómo está viviendo ese repugnante ser. —Comentó otro—. Líder Jiang, dijo que iba a ayudarnos, pero no hay respuesta.

—Mis cultivadores lo buscaron, pero se escondió tan bien como la cucaracha que es.

—¿Buscaron en ciudad Yi? —preguntó uno de ellos, presenciando los ojos chuecos de Jiang Cheng.

—Fue el primer lugar que revisamos, no está ahí ni por error.

—Según mis discípulos, vieron actividad en la casa del ataúd, ¿seguros que revisaron bien?

Pasó tiempo desde que registraron aquel lugar, sin embargo, nunca encontraron rastro de Xue Yang. Pero, para complacer a estos viejos, debía ir una vez más y asegurarles que no vive nadie.

—Está bien, iré personalmente a ciudad Yi, si desean pueden acompañarme.

—Por supuesto que iremos, queremos ver a ese bastardo muerto.

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Hola mis queridas lectoras, espero todo se encuentre bien el día de hoy.

Como siempre, quiero agradecer a todas las personas que leen la historia y dejan su linda estrellita, valen mil.

Pronto los veré con otro capítulo, lamento que este sea corto, pero desde un inicio dije que serían tanto largas como cortas. En fin, pronto los veré. Bye bye nwn

𝐀𝐦𝐚𝐫𝐠𝐚 𝐃𝐮𝐥𝐳𝐮𝐫𝐚 - 𝐒𝐨𝐧𝐠𝐗𝐮𝐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora