13. Preguntas heladas

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Preguntas heladas

Bree

—¿Era tu novio? — pregunta Flora una vez que ya estamos en pijamas, sentadas como indios sobre la cama para hacer nuestra clásica maratón de películas.

—¿Quién?

—El chico que nos acompañó al shopping.

Por obvias razones, habla de Zeph.

—No — niego y acerco el cursor al ícono para darle play a la película, pero rápidamente mi hermana vuelve a interrogar.

—¿El de Sun-Sun?

—No.

—¿Tiene novia?

—¿Zeph o Sunny? — consulto.

—¿Quién es Zeph? — inquiere algo confundida.

—El chico que nos acompañó al shopping.

—Él — asiente sonriendo y repite. —: ¿Tiene novia?

—No lo sé.

—¿Amigos?

—Yo soy su amiga. Sunny, también.

—¿Puedo ser su amiga?

—¿Por qué quieres ser su amiga? — repregunto.

—Porque le gusta el helado de vainilla, como a mí — afirma y se inclina contra el respaldo de la cama, en señal de que ya está lista para ver la película.

Sin hablar más, le doy al inicio.

Durante la hora y media que dura el primer largometraje de la noche, me pregunto si a Zeph le gustará probar el helado de vainilla casero que hacemos con mamá para los cumpleaños de Flora.

Invitación a volarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora