41. Fecha límite

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Buenas! Perdón por la tardanza en actualizar y gracias por la espera (dicen que vale la pena).

Utilizo esta nota de autor para comunicar que la siguiente actualización será entre el 11 y 12 de noviembre y luego de ella habrá que esperar unos días más (no tantos, no se asusten). Estoy entrando en época de exámenes y debo estudiar mucho para pasarlos, empezar mis vacaciones y traerles muchos capítulos e historias este verano. Estoy dando todo de mí para lograrlo.

No se olviden de seguirme en Twitter que ando la mayoría del tiempo por allí. Soy @selesstuff :)

Espero les guste mucho el capítulo. Gracias por el apoyo. Les envío muchos abrazos <3

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Fecha límite

Bree

Estoy mal por algo personal y no puedo hacer nada al respecto. Solo es eso, no te preocupes.

Eso es lo que escribo en el último avión de papel que hago volar a la mesa de Zeph, una a mi izquierda, la misma que lleva ocupando desde que nos hicimos amigos, aunque no sé si también se sentaba ahí desde antes que comenzáramos a hablar o se cambió de puesto al unirse al grupo de decoración del baile. Suspiro cuando pienso en eso último y vuelvo a colocar mi cabeza sobre mis brazos. Cierro los ojos y hago el intento de relajarme con canciones de Taylor Swift antes de que comience el examen de Portugués, pero hay un tema que, aunque quiera callarlo con música, es más fuerte.

El mismísimo baile de primavera.

Parecía tan lejano y ya estamos a una semana de que suceda. Faltan exactamente siete días para la celebración que estuvimos organizando el último mes y medio, y también quedan menos de diez horas para que se cierren las listas de las parejas. Eso último es lo que me tiene caída.

Desde que pasé a High School, nadie nunca me invitó a alguno de los bailes. Ni siquiera teniendo amigos en otras divisiones recibí una invitación alguna vez, sino que siempre me dediqué a ayudarlos e impulsarlos a que se atrevieran a hacerle una a la persona que les gustaba o querían llevar, haciendo de Cupido en más de una oportunidad. No me molesta hacerlo, al contrario, me agrada y me hace feliz ver a gente a la que le tengo cariño feliz, pero no voy a negar que me hubiera gustado ser la protagonista de esa pregunta alguna vez.

Sé que no me la dirían ni aunque fuera la última persona parada en la Tierra. Seguro elegirían a una planta en mi lugar.

Me decae pensar que nunca fui la opción de nadie, que nunca la seré. Pensé que este último año sería diferente y que, al fin, llegaría mi día, pero no. No ocurrió.

Suspiro antes de levantarme y quitarme los auriculares; el profesor oriundo de Portugal acaba de entrar.

Valió soñar con que no tendría el examen.

Lo realizo en modo automático, llenando las casillas y completando los renglones vacíos con las respuestas que corresponden. Dos horas son las ocupo hasta terminarlo. Reviso cada palabra que escribí, lo dejo en la pila de exámenes sobre el escritorio del profesor Souza y me retiro del aula.

Adiós instituto, hasta la próxima semana.

Pero cuando termino de sacar mis cosas del casillero para llevármelas al departamento estos días y espero a que mi mejor amiga se aparezca para irnos juntas a su casa, la voz de Zeph diciendo mi nombre se cuela en mis oídos. Me giro a él, que acaba de bajar las escaleras apresurado y casi cae resbalado en el piso de cerámica del corredor. Rio para mí cuando veo como le corren unas gotitas por la frente; definitivamente, su sesión de ejercicio diario ya está hecha por hoy.

—Es... espera — dice entrecortado, acercándose a mí, y veo como Sunny también se aproxima a su espalda. —, tengo... tengo que decirte algo.

—¡Apúrate! — chilla entre risas mi amiga desde atrás para molestarlo.

—A su padre no le gusta que lo hagan esperar — indico con una sonrisa. — ¿Qué ibas a decirme? — curioseo.

Flexionado en sus rodillas, tomando hondas bocanadas de aire, levanta su cabeza y me mira. En esta oportunidad, sus ojos claros me transportan hasta lo más profundo, viajando a lo que yo quiero creer como los lugares más recónditos de su persona, de su alma, de su él.

Su más transparente él.

—Me preguntaba si... si te gustaría...

Invitación a volarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora