7. Portugués

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Portugués

Zeph

—¿Ibas a clase?

Eres un idiota, Zephyr; me reprendo mentalmente.

—Sí — afirma —, a Portugués.

—¿Portugués? — formulo la pregunta con cierta sorpresa, que no es más que una actuación porque ya conozco la respuesta. — ¿De verdad?

—Sí — responde apurando su paso en la escalera, subiendo los escalones de dos en dos, dejándome por detrás. —, con el profesor Souza en el aula cinco. ¿Lo has tenido alguna vez?

Desde que comenzamos el curso. Ahora mismo, estoy yendo a su clase.

—Sí. Es un muy buen profesor — me detengo en el descanso a recargar mi mochila sobre el hombro; hace unos cuantos pasos que se me viene cayendo. Por suerte, la chica de ojos dorados me espera unos cuantos peldaños por delante, casi llegando al piso al que ambos vamos. — Se aprende fácil con él.

Ella asiente con su cabeza.

—La verdad que sí — camina a mi lado por el pasillo en donde se abren las aulas. Al llegar a la cinco, se detiene en la puerta y mira a ambos lados. — Tengo clase aquí. Gracias por... — su voz va decayendo hasta que me mira con el ceño fruncido y pregunta con algo de molestia. —: ¿por qué me acompañaste?

—Tengo clase. Ahora. En este piso.

Ella deja salir un «ah».

—¿Y qué haces todavía acá? — ríe. — Llegarás tarde. Ve — me empuja en dirección a donde ascienden los números, pero mis pies se quedan estancados en el suelo frente a la puerta de Portugués y largo una carcajada. — Vamos, muévete.

—Faltan cinco minutos para mi clase — digo mirando la pantalla de mi celular y lo guardo en uno de los bolsillos de mi abrigo —¸ y es aquí. Aula cinco.

Bree deja de intentar moverme y sacude su cabeza.

—¿Qué clase tienes?

—Portugués, con el profesor Souza.

—Espera, ¿somos compañeros? — inquiere. Si no me equivoco, identifico algo de diversión y emoción en sus palabras.

—Somos compañeros — le confirmo.

Tras mi respuesta, ella hace lo que menos imaginaba que haría.

Invitación a volarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora