Lilith POV.Me veo en el espejo y mis manos comienzan a sudar, mi pecho duele por los repentinos latidos que siente mi corazón. Detallo muy bien pero si, no estoy loca y no sufro esquizofrenia. Entro a la ducha a bañarme, me quito el dolor muscular pero no por completo solo un poco, salgo de la ducha y reviso a que no esté nadie en la habitación para salir corriendo con la toalla en mi cuerpo hasta el vestidor. Ahí elijo un vestido color blanco largo que arrastro, con un escote corazón marcado que deja todo a la imaginación, una abertura en el medio para poder sacar un poco de piel de la pierna, un cinturón a la cintura de rosas rojas tejido con las mangas estilo princesa con unas flores pequeñas rojas. Me coloco mi collar, mis dos anillos y mis tacones color blanco.
Busco unos lentes de contacto por todos lados más base pero no tienen aquí, busco unos guantes de seda blancos porque fué lo que conseguir y unos lentes de sol. Me amarro el cabello en un gran moño con todo mi cabello recogido y salgo del armario para salir de la habitación.
Abro al puerta y camino rápido para no encontrarme a nadie en el camino, bajo las escaleras con los brazos cruzados para que nadie note lo nerviosa que estoy miro a todos lados y veo que es hora de la comida.
“¿Tanto dormí?”.
Siento una punzada en mi vientre y por inercia pongo mi mano ahí, que feo son los cólicos menstruales. Camino hasta el comedor y veo a cielo hablando con Blanca la esposa de Drácula.
—¡Ya despertaste!— suelta riendo cielo.
—Dramático, no dormí mucho— me acerco a él.
—No, solo dormiste 12 horas de más porque si.
—¿12 horas?— abro la boca.
Asiente.
—hola, sapito— saluda en español Blanca.
—Mucho tiempo sin verte— la abrazo con emoción.
—¡AQUÍ LLEGUÉ YO!— grita Astrid y me abraza tirándome un poco los lentes que acomodo con rapidez.
Me dice cielo para comer ya que escuchó mi barriga gruñir desde el final de la cocina, los vampiros y su super audición.
Toma asiento blanca con Drácula y Astrid con su hombre mientras que yo no sé donde sentarme, miro a cielo que me toma de la cintura y me sienta en la pinta junto a él —. ¿Que quieres comer?.
Pienso que me gustaría y se lo digo, chesquea los dedos y aparece una rica hamburguesa doble carne, extra queso y papas fritas al frente se me hizo agua la boca. Lo miro y sonrío, le doy un bocado y sabe a gloria.
—¿Por qué tienes lentes puestos? Estamos adentro azúl— dice Drácula.
Lo miro y me limpio con una servilleta, mis manos sudan —. Seguro Sorin ya le pegó— susurra alguien que no conozco.
—No, Sorin como le dicen ustedes no me a golpeado y si tanto insisten— me quito los lentes y los dejo de lado, ya no tengo nada porque no tengo comezón el solo de cabeza desapareció, y mis mejillas volvieron a la normalidad ya que no arden.
Sigo comiendo mi hamburguesa para luego comerme las papas solas sin salsa ya que los vampiros aborrecen a la pobre salsa, al único vampiro que e visto que le gusta la salsa no está aquí.
—¿Te sientes mal?, Te estás poniendo pálida— dice cielo denotando preocupación.
—Solo es dramática— dice Edwin.
—¡Callad!— suelta y se pone de pie.
Hago lo mismo —. Tranquilo, solo me falta vitaminas que me las dará el sol.
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la profesia de los rubí
Fantasy¿que pasaría si estás rodeada de vampiros?. ella a meses de nacida es entregada a vampiros, con una carta que dice mucho pero a la vez nada ¿que pasaría si el rey es el mismísimo de Drácula? el tendrá que cuidarte. Al pasar de los años debe de irse...