Lilith POV.
Presente.
Lloro desconsolada recordando ese momento horrible de mi vida, ese punto de quiebre en el que me iba a rendir de la vida. ¿Por qué fui tan débil?, Me abrazan unas manitas pequeñas diciendo que no llore, muchas más personas se me acercan rodeandome en sus brazos y el momento exacto en el que subo la mirada veo a toda mi familia abrazándome.
No puedo ser más feliz, solo lamento no ser fuerte.
Pasado.
Río a carcajadas entrando junto a el vampiro que es un doctor. Se a vuelto mi mejor amigo en dos meses de conocernos, hemos salido en citas médicas divertidas en las que soy su asistente personal.
Sin duda alguna las mejores citas. Me mareo de pronto y siento mis piernas como pierden equilibrio dejándome en el suelo, se me acercan preocupados todos y el doctor me carga. Solo veo todo blanco, escucho su voz hablándome pero es como si estuviera lejos de mi pero lo siento cerca. Comienzo a ver un poco más pero estoy sentada, me mete algo en la boca que me deja unos minutos para luego sacarlo.
—¿¡37°!? Te vas a morir —dice con preocupación.
El señor Erick entra tirando la puerta hacia abajo para gritarle—. ¡Es su temperatura subiendo imbécil! —se me acerca a mí tomándome el rostro con preocupación—. Estás pálida, abre la boca —abro la boca—. Te falta comer, ¿Sigues tú dieta?.
Niego—. La vas a retomar, ahora te vas a recostar. Tienes quebranto, solo debes tener una comprensa de hielo.
—No es lo más...
—¿¡Sabes su estado médico!? ¿¡Tienes idea de cómo tratar a una humana!? No, ve con Astrid a su habitación que se encuentra mal, ginecólogo barato.
—No lo ofendas —le digo a el señor Erick.
Se retira el doctor, respiro hondo para irme parando del sofá con mi cabeza reventándome—. No hagas eso —me dice y frunzo el ceño, bufa—. Tenemos una unión, si tú te desmallas yo lo hago, si te duele la cabeza a mi igual, si yo lloro te dan ganas de llorar, si me lastiman tú lo sientes a menos que tú me pegues ahí no sientes nada.
Me pongo de pie—. Oh de lujo, quitanelo —digo molesta.
—No se puedes, es irrompible —rueda los ojos—. ¿Encerio no averiguaste nada de la marca demoníaca?.
—No, lo único que sé es que pareces un lobo marcandome.
—No me ofendas.
—Tu ofendes al doctor, así que no veo porque no ofenderte si haces lo mismo con todos.
—Lilith.
—Erick —digo en el mismo todo amenazador que él.
—Luciferina —dice una voz alegre en la puerta. Nos volteamos a verla pero tiembla—. Si dan miedo juntos, no sean pareja.
—No lo aguanto, no podría ser pareja de alguien como él.
—Ahora sí te pasaste. Yo no sería pareja de una loca como tú.
—Yo no sería pareja de un hombre que se acuesta con todo lo que tiene vagina como tú.
—Ni yo sería pareja de una drogadicta alcohólica como tú.
Abro mis ojos impresionada y él está con su semblante serio, siendo un nudo en mi garganta y juego con mis dedos bajando la mirada para retirarme de ahí—. Te golpeo Erick, te golpeo —escucho la voz de la mujer que escuchó nuestra leve discusión de infantes.
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la profesia de los rubí
خيال (فانتازيا)¿que pasaría si estás rodeada de vampiros?. ella a meses de nacida es entregada a vampiros, con una carta que dice mucho pero a la vez nada ¿que pasaría si el rey es el mismísimo de Drácula? el tendrá que cuidarte. Al pasar de los años debe de irse...