Capitulo 26. parte 2

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Erick POV.



Me acerco revisando que ella esté distraída en el acuario preguntando por la sorpresa que organice para ella. No tenía planeado lo que tuvimos en el auto, pero espero dejar el tiempo suficiente para que tengan todo super listo. La vida en las Vegas comienza en al madrugada, está en movimiento el hotel y la recepción este llena de personas principalmente ricos y mujeres demasiados sensuales.

Veo a Lilith que sonríe viendo los peces persiguiendo uno por donde vaya, me encanta verla feliz. Ella es mi niña tierna y mi mujer sensual. Me dicen que todo está como lo pedí y llamo a Lilith que voltea a mí para seguirme al elevador contándome sobre los peces que a visto, le voy diciendo los nombres por sus características y le doy datos curiosos sobre ellos—. ¿Cómo es que sabes de peces?.

—Sé cosas sobre toda tipo de vida, siete siglos sirven para llenarte de sabiduría sobre la vida. ¿Sabías que el cosmo es una persona?.

Nos subimos al elevador—. ¿Cómo?.

—Te lo explicaré antes del viaje o en el viaje, ni idea pero si. Solo quiero que lo guardes en tú memoria, vamos a probarla como también hay que probar tú cordura después de enterarte.

—¿Me estás diciendo que el viaje arriesga mi cordura? Yo no estoy pidiendo ir de viaje.

—Pero Ángela te importa ¿No?.

—En parte, es una mal agradecida, engreída, niña que no se baña, orgullosamente agresiva y no tiene nada de amor en su corazón que no sea para Blanca y Drácula. Aunque Forest se lo está ganando, no es que la odie pero me resbala su odio aunque la protegería de todo mal y me importa su bienestar, aunque el karma le llegará por odiarme sin razón.

—Ella podría ser la culpable de que me hagas vulnerable —le digo—. Yo no sé si sean sus poderes o que seas mi alma gemela, pero ya lo averiguaremos.

—¿¡Que yo qué!?.

La abrazo—. Tal vez se me había pasado decirte la parte de que somos almas gemelas.

—Ya cállate antes que te pida el divorcio —me dice en un gruñido que me pareció tierno, parece un lindo perrito aprendiendo a gruñir.

Nos bajamos hasta ir a la habitación, ahí me propone ver películas a lo que accedo con una sonrisa, mientras ella se sienta en el sofá eligiendo las películas me le quedó mirando. Busco sábanas para cubrirnos, ella me pide que me quede alejado dejándome desconcertado y eso hago hasta quedarme descansando en mitad de la película.

Me quedo trabajando con mi laptop hasta que veo como ella se desviste pasando al frente mío provocándome con ese cabello suelto algo alborotado por levantarse hace unos minutos, ella me muestra su braga negra sencilla y luego se voltea abriendo la puerta de cristal del baño, muerdo mi labio apreciando ese culo redondo que se mueve por su caminar. Ella mueve sus caderas sin darse cuenta al estar tan dormida, me voy echando de lado para seguir viéndola. Siento el sabor metálico de mi sangre, no sabe bien, no me gusta. Me quito con el pulgar la sangre para dejar la laptop de lado.

Me quedo sentando esperando escuchar la ducha, cuando escucho como la abre me imagino su cuerpo mojado saboreando mis labios. Siento a serpiente palpitante y decido en unos minutos después de considerarlo y sentirlo duro al oler su deliciosa sangre adictiva, me acerco hasta el baño. Al entrar está todo lleno de humo, el espejo de al frente está con vapor en él. Veo su braga en el suelo, la levanto viendo y oliendo sus jugos, la dejo de lado para recostarme en la pared sintiendo que voy a explotar el cualquier momento.

No la logro ver bien por todo el vapor pero su tracero se pega al vidrio y tenía unas ganas tan grandes de azotarlo. Mi corazón da un vuelco sintiendo su aroma más fuerte, veo su abdomen plano; tal vez no tenga cuadros pero es perfecto, me e canta que pueda agarrar su carne y morderla. La lluvia artificial cae por todo su cuerpo mojandolo viéndose aún más sensual de lo que ella ya es, veo eso que me vuelve loco al querer lamer, chupar y tengo tantas ganas de deleitarme con eso. Me retiro porque ya huelo la sangre del humano apunto de tocar, justo cuando abro ya iban a tocar me traen las cosas que pedí. Las iba a comprar yo pero decidí que las compraran por si se despertaba no quería que no me viera, además verla con su hermoso cabello despeinado, esos ojos adormilados, su rostro es más perfecto en la mañana, hasta su color de piel se vuelve aún más pálido de día.

la profesia de los rubíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora