Capítulo 17. Nuestra Hija

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Altagracia tuvo que darle un resumen a Luís sobre lo que había pasado, en lo que el terminaba en la constructora ella se iría adelantando para tratar de averiguar que paso.

Se llevo el coche, al rato el chófer vendría en busca de Luís o se vendría en taxi, llegando al colegio tuvo que escabullirse de Regina, pues ella era una gran fenefactora de aquel colegio.

Pero sólo lo hacía para poder garantizar el futuro de su hija cuando le tocara ingresar, bueno consiguio llegar a la oficina de la directora, allí se reunió con la directora, Vicky estaba con la consejera ahora mismo.




- Ninguna de las dos quiso decir cual fue el motivo de tan salvaje arrebató – informa

- Usted ya pudo hablar con ellas entonces – se sienta

- Sí, la muchacha tiene algunos dientes rotos, por suerte pudieron controlar la hemorragia en enfermería – la encara

- Dientes rotos? Acaso su cara se estampó contra el piso? – frunce el ceño

- Pues si – gira su computadora para enseñarle el vídeo – La pelea comenzó en el patio como puede ver, al parecer se dijeron unas cosas y ya después se agarraron de los cabellos

- Victoria no reaccionaría así nada más – niega – Seguro paso algo más que ignoramos

- Con todo respeto señora Navarrete – regresa la computadora a su lugar – Usted no conoce bien a la muchacha, es sólo su tutora

- Es mi hija – cruza los brazos – La conozco, ella no sería capaz de atacar sólo porque si!

- No te quedes en la puerta Victoria – la encara – Pasa por favor – indica

- Permiso – murmura sentandose junto Altagracia

- Sólo por tratarse de usted – vuelve la mirada a ella – No expulsaremos a Victoria

- Supongo que tendremos que pagar los gastos médicos de la muchacha no? – busca en su bolso

- Ese es el acuerdo al que pude llegar con los padres – asiente – Además de que Victoria pasaría una semana suspendida

- Una semana!? – ríe irónica – Y para la muchacha que hay? Ahí se nota que empezó con todo esto, supongo que también estará suspendida

- Claro que si – asiente – Ambas lo están, debemos dejar en claro que habrán consecuencias si se repite este tipo de comportamiento – saca una ficha – Por eso resolvimos que las dos están fuera del concurso de talentos de este año

- A poco la muchachita esa tiene otro talento además de buscar pelea? – murmura buscando sacando su celular

- Si me lo permite señora Navarrete – junta las manos – Quisiera intentar hablar con ambas muchachas, usted podría aprovechar para hablar con los padres así se ponen de acuerdo con los gastos

- Si Vicky no quiere hablar con esa muchacha se debe de respetar – advierte – Creo que con esto fue demasiado

- Está de acuerdo señorita Victoria? – la encara – Será que podemos hablar de buena manera?

- Si – asiente – Podemos hablar




Al final pues le toco salirse de la oficina, ahí afuera Regina la encontro al igual que Luís, después de enterarse de todo el chisme comenzó diciendo que ya veía venir ese tipo de cosas.

Altagracia obviamente le puso un alto del tamaño de Rusia, estaba nerviosa y muy enojada, se calmo nada más porque Luís le susurro que los padres de la tal Bianca, la muchacha sin dientes, se acercaban.

Se alejaron un poco de Regina para poder conversar con ellos, ninguno era razonable, ahora entendían de donde lo heredó la niña, antes de que Altagracia golpeara a Andrea, la mamá, Luís accedió en pagar los gastos médicos, les dio su tarjeta y saco a su esposa de allí.




- Me parece una estupidez tremenda Luís! – se queja

- Lo sé! Pero mi amor, Victoria dejo sin dientes a su hija – trata de aguantar la risa – Evitemos una demanda si?

- Fueron sólo cuatro dientes! – rueda los ojos – Ni siquiera tenía linda sonrisa, casi que esto es un favor!

- Si – se suelta riendo – Casi me río frente a sus padres cuando nos enseñaron lo "linda" que era su hija hasta que la nuestra le reventó la cara contra el piso – afloja su corbata

- Esto es injusto! – cruza los brazos

- Linda... ya lo resolvimos – le resta importancia – Vicky está perfectamente, a penas unos rasguños tiene y estará toda una semana libre – da de hombros

- Chistosito me saliste – niega

- Sabes – se acerca – Te ves sexy defendiendo a nuestra hija – la toma de la cintura

- No me iba a sentar de brazos cruzados – dice obvia

- Será que la mamá leona se me puede calmar tantito? – roza su boca con la de ella – Intento darle un beso pero capaz me muerde y me saca la boca de un tirón

- No me dejaste golpear a Andrea – dice mañosa – Debería morderte por eso

- Y que querías que hiciera? – sonríe – Si la golpeabas me harían pagarle una reconstrucción de rostro

- La verdad es que le hace falta – se suelta riendo

- Shhhh – niega abrazándola – Vamos por nuestra hija si? Que no piense que la abandonamos en la oficina de la directora

- Suena lindo decir nuestra hija – sonríe – Pero si, vamos ya no quiero estar aquí




Liberaron a Vicky primero que se veía bastante nerviosa, temía que la regañaran pero al ver que no fue así se relajó más, firmaron la hoja que constataba la reunión y que estaban enterados de la suspensión.

Después fueron hasta su salón para ir por sus cosas, se despidió de sus amigas rápidamente antes de salirse, unos cuantos minutos pasaron y ya andaban en el estacionamiento buscando el coche para poder a casa.




- Que tal salió todo amor? – indaga mientras se ponía el cinturón

- Aceptaron bien los planos, hablamos de los materiales – enciende el coche – Por suerte cerramos el trato – sonríe

- Te saliste de la reunión? – la encara Vicky

- Pues claro, ponte el cinturón que ya nos pondremos en marcha – pide

- Pero por qué!? Era importante – obedece

- Mi prioridad eres tú – dice obvia – Además para eso tengo a mi esposo – sonríe acariciando la mejilla de Luís – Mi mano derecha, el se encargó de todo, somos todos un equipo si yo no puedo el si

- Pero esto era importante para ambos, me hubieras dejado ahí hasta que terminarán – cruza los brazos – Yo lo iba a entender

- Vicky eres nuestra prioridad – ríe – Igual que tus hermanos, siempre que nos necesiten vamos a soltar todo y aquí vamos a estar, si uno no puede pues viene el otro – da de hombros

Por Casualidad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora