Capítulo 22. Celos

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Al final Vicky les termino contando del novio, no podría esconderselos por tanto tiempo, al principio la reacción de José Luís no fue la mejor pero no le quedo de otra que aceptar, además organizaron un almuerzo chiquito para conocerlo, vieron que se trataba de un buen muchacho por lo que podían seguir juntos.

Claro que no falto la amenaza por Matías y José Luís, a penas derramará la primera lágrima por el, las cosas se pondrían tensas, pero por ahora todo se encontraba bien, la fecha para ir al juzgado de nuevo estaba cerca, por esa razón Vicky pidió permiso a sus tutores para ir a la playa con sus amigos.

Si le tocaba regresar al sistema probablemente no los vea muy seguido, ellos accedieron claro que tenía hora de llegada, Matamoros sería quien la fuera a buscar antes de que el sol se pusiera, luego estaba peligroso regresar, salió temprano de casa con sus amigas dejando atrás una tarde divertidisima con sus hermanos.

Isabela vendría a jugar, de echo toda la familia, después de una larga charla con su madre y hermana, logró llegar a un acuerdo, podían opinar sobre su vida? Si pero no meterse, les permitió hablar nada más para que no anden con todo eso dentro y luego explotarán en el momento menos esperado.

Al ser fin de semana, se organizo un almuerzo familiar, ya saben, la típica parrillada de los domingos, era una oportunidad para poder despedirse de esa casa también ya que luego de la decisión de la jueza se mudarían, mientras los hombres andaban preparando el fuego y la carne.

Los niños jugaban en el jardín, Altagracia recibía la ayuda de su madre, hermana y suegra para poder colocar la gran mesa de jardín, esa se mantenía guardada en el garaje, pero cómo ahora eran muchos fue necesario traerla, una vez consiguieron armarla les toco ir a la cocina por los individuales y trastes.





- Hace tanto que no usamos esa mesa -- comenta Regina -- Prácticamente había olvidado cómo se armaba

- Bueno es que rara vez estamos de acuerdo cómo para reunirnos -- saca los platos -- Pero me alegra que por fin haya sucedido

- Y la mayor? -- pregunta Lucía -- Sólo vi a los pequeños jugar con Isabela

- Ella fue a una reunión con sus amigos en la playa -- amarra su cabello -- Regresara en el atardecer o ya cuando no exista mucha luz

- La dejaste ir sola? -- frunce el ceño

- No mamá, fue con sus amigas, las conozco y son buenas chicas, van dos padres también -- explica -- No están solos en la playa, Matamoros la irá a buscar después

- Ah bueno -- asiente -- Me parecería irresponsable que dejen a un grupo grande de adolescentes sin supervisar

- Ujum -- toma los cubiertos -- Bueno lleven esto afuera, buscare las copas y el vino

- Haremos la ensalada después no? -- pregunta Regina

- De eso se esta encargando mi suegra -- avisa -- Pero puedes ver si necesita algo





Cuando terminaron con la parte que les correspondía, nada más se sentaron en la mesa a beber un poco de vino, Altagracia andaba pendiente de los niños, parecían divertirse tanto, a excepción de Regina, Isabela reaccionó muy bien a la idea de sus nuevos primos, sólo que por el desmadre familiar no pudo compartir antes con ellos.

Le causaba cierta felicidad saber que su sobrina tenía algo en la cabeza, enseguida los acepto cómo parte de la familia, que es lo que todos debían de haber echo en un principio pero bueno, la familia no se escoge, te toca quererlos así con todos sus defectos, la voz de José Luís la saco de su pequeña burbuja trayendola de regreso.





- Si mi vida? -- lo encara

- Estás bien? -- frunce el ceño

- Si, sólo me perdí en mis pensamientos -- ríe -- Necesitas alguna cosa?

- Sólo que me pases la botella -- sonríe -- Es que se nos acabo el vino

- Claro -- toma la botella dándosela -- Perdón hace mucho no me iba tan lejos

- Lo note -- la abraza de la cintura dejando un beso en su frente -- Quieres que nos tomemos unos minutos para hablarlo?

- No te preocupes mi vida -- le da un beso -- Quédate tranquilo, te estás divirtiendo con mi papá y cuñado, no es necesario hablar

- Estás segura? De verdad no me molesta ir contigo -- besa leve su cuello -- Al cuarto -- susurra -- O donde tú quieras

- Luís! -- ríe -- Más tarde si? Ahora presta atención que se te va a quemar la carne -- se separa

- Está bien -- asiente -- Pero en serio, cualquier cosa, me dices y vamos

- Lo sé -- le da un último beso antes de volver a la mesa

- Mami! -- va a ella Sofí

- Que paso mi corazón?-- se gira

- Ya me cansé de jugar -- estira los brazos a ella -- Isa y Mati están jugando basquet

- Ah pues -- se sienta tomándola en brazos enseguida -- Quédate aquí conmigo -- besa su mejilla

- Hola abue Angie! -- sonríe al verla

- Ay mi corazoncito -- dice boba -- Te fijaste que estás más grande?

- Si! Papi puso en mi cuarto algo para medirme -- cuenta -- Estoy más alta -- dice con aires de grandeza

- Todos los días Luís la anda midiendo -- ríe -- Es muy tierno verlo con la regla y el lápiz

- Ay ese Luís! -- sonríe negando -- Babea por los chicos

- La verdad es que si -- abraza a Sofí -- Y yo también, los adoramos mucho





Media hora después más o menos el almuerzo ya se encontraba sobre la mesa, mandaron a los niños a lavarse las manos y luego pudieron comenzar, hace tanto tiempo un almuerzo no resultaba ser tan tranquilo, Altagracia estaba algo desconfiada por esa razón pero lo mejor era observar antes de hacer cualquier cosa.

Al final ningún problema se presento hasta que José Luís decidió volver a andar de chismoso en el instagram de Vicky, la foto que estaba en sus historias no le gusto para nada, Altagracia tuvo que detenerlo para evitar que fuera manejando hasta allá cómo un loco, claro que el ventilo la situación en un ataque de celos.

Ya ahí tenías a Regina llenandole la cabeza a José Luís de cosas que ni al caso, fue ahí que el almuerzo familiar se acabó, se fueron todos con excepción de su suegra y papá, quienes se quedaron para compartir con los chicos, decidieron quedarse hasta que Vicky llegara sólo para checar que estuviera bien.

Les preocupó un poco saber que estaban en la playa, además debían salvarla de la ira de José Luís, bueno ira está mal dicho, eran más celos acumulados, sabía cómo eran los muchachos pues antes fue uno no? Así que le preocupaba lo que ellos eran capaces de hacer con su pequeña, sí! Es su pequeña.

Por Casualidad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora