Capítulo 9. Intensos

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A penas dos días después Regina llega de visita, Altagracia andaba de enfermera, Vicky había agarrado una gripe algo fuerte, por ahora la fiebre estaba controlada, fue algo difícil aislar a los niños de su hermana.

Pero cuando ella se los explicó pasaron a hablarle desde la puerta, algo exagerado pero al menos estaba sirviendo, era algo temprano cuando Regina la esperaba en la sala, observaba lo mucho que la casa había cambiado.

Siempre estaba bien arreglada, ahora habían dibujos por todas partes, juguetes y peluches, tareas de la escuela por hacer, se sorprendió más al ver a su hermana con ojeras, dejo su taza de café en la mesa, sentía que se le podía caer.




- Tan exagerada cómo siempre! – murmura sentándose a su lado – Regina crece ya, no estoy tan mal!

- Eso te lo habrá dicho Luís, porque está casado contigo, pero soy tu hermana así que puedo decir que estás destruida! – ríe

- Bueno así es la maternidad no? – toma de su taza – Esto es más leche que café Regina – se queja

- Bueno yo sólo busco algo caliente – da de hombros – Eres tú la que quiere andar toda acelerada

- Sólo despertar – rueda los ojos

- Permiso – dice Magda – Doña le traigo su café

- Ay Magda, no sabes cuanto te amo ahora! – sonríe tomando su taza – Gracias

- No es nada – ríe – Estaré en la cocina por si necesitan algo




Victoria salía de su cuarto a pasos lentos con dirección a la cocina, pero se detuvo al encontrarlas en la sala, iba a regresarse al cuarto pero la curiosidad le pudo más.




- Me enteré lo que te dijo el doctor – susurra cuando Magda se va – Lo siento mucho

- Ah eso – asiente – Ya pasó – sonríe leve – Luís y los niños son de mucha ayuda

- Y si haces lo que el doctor te dijo? Tal vez los puedas aumentar con un tratamiento – da de hombros – Y tener tus propios hijos

- Regina – suspira – Esos tratamientos te hacen muy hormonal y las inyecciones duelen demasiado, además el costó es mucho

- Y prefieres pagar la escuela de dos, por ahora, además de seguro médico, ropa, zapatos y demás? – la ve – Ay hermana – niega – Si que estás mal

- Ellos van a ser mis hijos – dice cansada de explicar – Por qué no lo pueden entender?

- Altagracia, el juez puede decidir que no se van a quedar con ellos – bebe de su café – Gastaras en vano en niños que ni siquiera sabes si serán tuyos

- Regina basta – deja su taza – Aunque no lo sean, bueno al menos contribui en su educación

- Ahora se le llama así – ironiza

- Viniste sólo para eso? – la ve

- No – niega – Perdón es que no soporto que hagas estas estupideces enves de invertir en ti

- Regina, mi felicidad son esos niños, por qué simplemente no pueden respetarlo? – suspira – Luís y yo queremos mucho a los niños

- Quiero saber cómo estás? – toma su mano – Que tanto daño te hizo esa notícia? Mamá y yo estamos preocupadas

- Fue un golpe fuerte – asiente – Aún estoy algo triste – confiesa – Pero la vida sigue y no estoy sola

- Intenta lo que te dije – súplica – Altagracia no te puedes dejar así nomas

- Ya no insistas en el asunto por favor – suspira – Si eso es todo – se levanta – Por favor vete, tengo que ir a medirle la fiebre de nuevo a Victoria

- Haz cambiado Altagracia – se levanta – Y no para bien – toma su bolso – Antes no me corrias de tu casa – le dice antes de salir por la puerta

- Porque me importaba no parecer grosera – habla sola – Magda! – va a la cocina – Podrías preparar un té? Se lo llevaré a Vicky

- Claro que si Doña, quiere que le haga pan tostado también? Podría ponerle mantequilla – sugiere

- Si, por ahora será mejor que sea todo liviano – levanta su taza de la mesita




Victoria se apresura en ir a su cuarto de nuevo, analiza todo lo que había escuchado mientras se acomoda en la cama, minutos después divisa a Altagracia entrar a su cuarto.

Deja que la cuide por otro rato, aunque le volvió a insistir que se fuera a descansar ya que había pasado la noche sentada en la silla del escritorio, pero bueno Altagracia era necia.




- Ya estoy mejor – insiste – Es sólo una gripe Altagracia – rueda los ojos

- Tengo que evitar que la fiebre se te suba – toma de su café

- Ni siquiera puedes estar en pie – niega – Ve a dormir con tu esposo

- Iré luego de que la fiebre se te pase, por ahora me tendrás aquí aún – informa

- Ay por favor – se cruza de brazos – Ni siquiera soy tu verdadera hija, ve a dormir

- Te quiero cómo tal – la ve – Eres mi responsabilidad y voy a cuidar de ti, te guste o no

- Bien quédate ahí – se acuesta – Enves de estar en tu cama prefieres esa silla, pues bueno – le da la espalda

- La silla es cómoda para que sepas – se recarga – Al menos de eso no te puedes quejar cuando tengas que pasar estudiando por horas – cierra los ojos

- Ujum – murmura





La fiebre por suerte bajó, pero Altagracia se había quedado dormida en la silla, Vicky también pero despertó al querer ir al baño, luego de ir, camina hasta el cuarto de ambos tocando la puerta leve.

Luís ya estaba despierto, al abrirla y dar de cara con Vicky se asustó al verla de pie, al regresar al cuarto le checa la fiebre, comprobando que ya no la tenía aprovechándose de eso le pide que se lleve a Altagracia.





- Se durmió en la silla – regresa a la cama – Mejor llevala a su cama no?

- Pensé que estaba durmiendo contigo en la cama – va tomandola en brazos

- Luís... – murmura adormilada

- Shhhh tú descansa amor – besa su cabeza

- En la noche se quedó un rato aquí conmigo pero luego fue a la silla – da de hombros – Sabe que me gusta mi espacio supongo fue por eso

- Bueno, si te sientes mal sólo mándame un mensaje – camina a la puerta – Yo te cuidaré en lo que ella descansa – ríe y se va

- No necesito que me cuiden – rueda los ojos acostandose de nuevo – A veces se pasan de intensos – susurra duermiendose

...


- Tengo que cuidar a Vicky – susurra cuando la acuesta

- Ella está bien – la cobija – Creo que se durmió de nuevo, aprovecha y haz lo mismo – se acuesta a su lado

- Se durmió? – se gira acomodandose en su pecho

- Si amor – soba su espalda

- Buenos días – sonríe leve

- Buen día – ríe – Ahora descansa – besa su frente mimandola

Por Casualidad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora