Capítulo 19. Eres Mía

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- Puedo ponerme lo que quiera – cruza los brazos

- No, claro que no – insiste

- Bueno ya ustedes dos – aparece con Sofí en brazos – Se ira con sus amigas, estarán en el centro comercial, no le va pasar nada, ya probo que se sabe defender

- Pero no puede salir así! – señala

- Llévate una chaqueta – pide – Luego te da frío

- Pero no es justo! – se queja

- Si quieres salir ve por tu chaqueta – la ve

- Bien, ya voy – regresa a su cuarto

- Debiste decirle que se pusiera una blusa – niega

- Mi amor empieza a acostumbrarte, los jóvenes se visten así – sonríe – Sólo debes buscar otra alternativa, ella no te hará caso cuando la mandes a cambiarse

- Si papi – cruza sus bracitos

- Pero... – sonríe viéndola – Papi?

- Si – asiente  

- Me dijo mami – dice embobada – Ya somos sus papás Luís – se acerca

- Ay chiquita – abraza a ambas

- Ya no pelees con Vicky – lo regaña

- Está bien – besa su cabeza – Lo haré si a partir de ahora me llamas papá




Al final pues se disculpo con Vicky, dejaron que se fuera una vez sus amigas están afuera, le repiten lo mismo de siempre "cualquier cosa llámanos, si te vas a tardar mínimo manda un mensajito y cuidado en la calle Victoria" sin embargo ella se fue con una sonrisa.

Sus amigas la dejaron con el novio en la plaza pues el la esperaba allí con un pequeño ramo, era su primera cita oficial, caminaron por ahí un rato hablando nada más de pendejadas, después la llevo a un restaurante, era sencillo pero muy bonito.

Eduardo tenía dinero obviamente pues entraba en un colegio bastante caro, pero ese restaurante era el favorito de Vicky, su objetivo era que lo pasará bien, así que lo estaba dando todo y la verdad, ella sólo quería estar con el, no le importaba a donde fueran, ni lo que comerían.

Pero cometió el pequeño error de subir las fotos que se tomaba con el en su instagram, menos mal no se veía el rostro de ninguno, pues José Luís anda ahí de chismoso con una cuenta falsa, ya cuando Altagracia se entero lo regaño pero pues... la curiosidad fue grande también.




- Hay que ir por ella – sentencia

- No! Sino va a saber que la espiamos! – dice obvia – Hay que fingir que no lo sabemos

- Está con un muchacho Altagracia! – se queja – Un muchacho! – niega

- Quieres que se enoje con nosotros y huya? – lo encara

- No – se deja caer al sofá – Pero que hacemos?

- Nada – se sienta a su lado – Esperar a que hable con nosotros, seguro nos lo va a querer presentar o nos lo confesará

- Y si no lo hace? – la encara

- La haremos sentir culpable – dice obvia – Que ella nunca nos miente, se comporta muy bien – se le sube encima – Le entrará culpa y va a confesar

- Eres mala – sonríe tomándola de las caderas – Pero tienes razón, la culpa va a carcomerle por dentro

- Soy una genia lo sé – ríe dándole un beso enseguida

- Uhm... soy adicto a tus besos – murmura pasando las manos por su cintura

- Yo sé amor – ríe bajo – Mientras eres adicto a mis besos yo lo soy de todo tu cuerpecito – juega con su cabello

- No empieces a provocarme – advierte – Puedo muy bien lanzarte aquí y no dejarte ir

- En otros tiempos – lo toma de las mejillas – Dejaba que me agarraras aquí mismo pero ahora somos papás – le muerde el labio – Tendremos que esperar hasta que se duerman

- Eres mala – susurra – Por qué juegas así conmigo? Que soy la persona que más te ama

- Tú adoras que sea así contigo – se remueve sobre el – Amas que te provoque – le habla al oído

- En mi defensa – mete las manos bajo su blusa – Te me haces tan sexy, además de irresistible

- Así logre que me pidas matrimonio – ríe – Pero ve parandole que no soy de fierro

- Fierro es lo que vas a tener si te sigues moviendo – baja la mirada – Tenías que andar en shorts hoy... – se queja bajo

- Voy a preguntarle a los niños si quieren cenar pizza – se quita de encima

- Amor, ya no te pongas ese short – dice cuando le da la espalda – Se te pega todo y tienes un esposo viciado en ese culo – se estira para morderle

- Luís! – sonríe negando – Ve a darte una ducha

- Pero quiero que vayas conmigo – abraza sus piernas

- Más tarde – le da palmaditas en el brazo – Anda suelta, Vicky nose va a tardar, ya casi es hora de que venga, la pizza se va a tardar un poco

- Pero en la noche me perteneces – la suelta

- Toda tuya, puedes estar tranquilo – ríe yendo al cuarto de los peques




Unos minutos después los dos invadían la sala para ver una película con Luís mientras que ella encargaba la pizza, media hora paso y Vicky llego a casa con una sonrisa bastante grande.

Un ratito después estaban en la mesa comiendo la pizza, al ser aún temprano pudieron terminar de ver la película de hace rato, vieron unas caricaturas por insistencia de los peques y luego los acompañó a lavarse los dientes.

Ambos los acostaron, Sofía agarro la costumbre de pedir un cuento antes de dormir por lo que ahí estaban los dos bobos inventando algo pero se perdían cada que ella les hacía preguntas usando el "mami y papi" una vez se quedo dormida fueron con Matías.

Le dieron sus besos de buenas noches, Altagracia lo arropó mientras que Luís ajustaba la temperatura del aire acondicionado, antes de que se fueran el también les dijo "mamá y papá" después de desearles una buena noche.

Ya afuera hicieron un bailecito de la felicidad pero fueron cachados por Vicky que se mataba de la risa, sin embargo se acercó dándoles un abrazo antes de irse a su cuarto para dormir, se quedaron algo en shock pues no era muy normal en ella dar abrazos.




- Me parece que ya se hizo a la idea – se agacha para cargarla cómo costal de papas

- Si... Luís! – golpea su espalda – Sabes que detesto esto!

- Shhhh – vuelve a morderle la nalga – Me perteneces ahora – se la lleva al cuarto

Por Casualidad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora