Capítulo 35. Amor

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- Eso no se hace – se queja Vicky

- Bueno es que lo supimos ya algo tarde – dice Luís – Ya les habíamos dicho que se venía un niño, semanas después nos dijeron que también venía una niña – ríe – Estaban muy emocionados con que fuera un niño que guardamos el secreto

- Pero fue difícil – le acomoda los gorritos – Aunque algo divertido – admite

- Me perdí dos nacimientos! – se queja cruzando los brazos – No fue uno nada más! Sino dos!

- Le pedimos a una enfermera que grabará – ríe Luís sentandose junto a Altagracia

- Sigo indignada pero lo veré – asiente



Después de eso los bebés pasaron a estar en brazos de Vicky y la abue Angie, Lucía y Regina habían visto a los bebés de reojo pero decidieron esperar su turno, mientras le hacían compañía a Altagracia pues José Luís estaba pendiente de los gemelos.



- Tomaste hormonas para embarazarte? – pregunta Lucía

- No – acomoda su bata – Papá tiene un hermano gemelo – da de hombros – Regina puede tener gemelos también

- Son muy lindos – dice ella – Pero tú como estás?

- Bien – hace muecas al sentarse – Algo cansada

- Lo imagino – sonríe – Si con Isabela nada más me dormí casi todo un día, del cansancio no me imagino como debes de estar tú

- Bueno pero entraste en trabajo de parto a la madrugada – da de hombros – Isabela nació de mañana, ibas a estar muy cansada




Continuaron charlando un poco más hasta que ambas fueron con los bebés, José Luís se acerco a ella tomándola de la mano, la estaba notando muy cansada por lo que en breve les pediría a su suegra, cuñada y madre que se retirarán, ya sabía que Vicky no se iría así que dejaría que se quedara, además necesitaría ayuda con los bebés para dejar que Altagracia descansara del todo.

Espero un poco antes de echarlas, Angie dijo que se pasaría a la casa para avisarle a los hermanos de la nueva noticia además del nuevo abuelo que los estaba cuidando, las acompaño hasta la puerta para luego regresar con algo de prisa, quería cargar a su princesita aprovechando que Altagracia tenía al niño en brazos, Vicky estaba sentada a su lado.




- Es tan bonito – le pasa el pañal – Cómo se va llamar la niña?

- Me gusta Gabriela – sonríe colocandoselo

- Gabi! – ríe – Si, suena bien

- Payasa – niega – Pasame la ropita, antes de que le de frío

- Ahs yo quería estar aquí – se la da – Ten otro y déjame estar presente

- Deja que me recupere al menos – ríe

- Y si son tres? – la ve – Antes no sabían que venía Gabrielita

- No son tres – asegura – De ser así, habría salido unos minutos después de Bruno

- Gabi nació y dos minutos después Bruno también quería salir – ríe Luís

- Entonces no descansaste nada? – la ve

- Pues no – se recarga en la almohada acostando a Bruno sobre ella – Ni siquiera la pude cargar – ríe bajo – El tiempo que les llevo limpiarla un poquito y que tu papá cortará el cordón fue suficiente para que Bruno nos hiciera caer en cuenta que faltaba el aún

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