Capítulo 14. La Mejor

420 64 38
                                    

- Mi amor... – dice en medio de los besos – Me encanta besarte pero... siento que no estás bien

- Shhhh – se le sube encima – Era estúpido de todos modos... – murmura

- Linda sabes que no es así -- acaricia su mejilla

- Sólo – suspira deteniéndose – Ya no digas que habrá una próxima vez – pide – Ambos sabemos ese siempre será el resultado

- No digas eso – le da un beso corto – El bebé llegará cuando le toque

- Mi amor, adoro que seas optimista – sonríe leve quitándose de encima – Pero lo tenemos que afrontar – se cobija – No puedo darte un bebé... – se muerde el labio

- No te me pongas así – la abraza – No es importante para mí que me des un hijo – besa su cabeza – Te tengo a ti no?

- Pero para mi lo es – acuesta la cabeza en su pecho – Puede que ni siquiera nos quedemos con los chicos, pasará un rato muy largo para que nos dejen intentarlo con otro niño o niña

- La audiencia aún no es – soba su espalda – Y si no se quedan pues puede que si nos den a otro bien rápido – da de hombros – Eso tú no lo sabes

- Es que no quiero perderlos – admite – Sé que lo primero que nos dijeron fue que no nos encariñaramos, pero siento que ya son nuestros hijos...

- También lo siento así – sonríe – Pero no esta en nuestras manos

- Por qué las cosas tienen que ser tan complicadas? – deja salir las lágrimas – Pagamos impuestos, no dañamos el medio ambiente, delitos no cometemos, somos buenas personas Luís por qué no nos pasan cosas buenas?

- Estás asumiendo que ya nos los van a quitar – ríe negando – Mi vida, todo va estar bien, te lo prometo

- Perdón – asiente secando sus mejillas

- Conmigo puedes llorar todo lo que quieras – se inclina para darle besos – Soy tu esposo recuerdas? La persona que más te ama y apoya en todas – susurra

- Te amo – sonríe leve – Pero no quiero llorar, tienes razón aún falta para la audiencia y puede que todo salga bien

- Entonces quieres que... – besa la punta de su nariz – Vayamos a buscar helado de la cocina?

- Creí que los chicos se los comieron todo – frunce el ceño

- Probablemente yo... me adelante y compré para ahorita – ríe – Es que te conozco, cuando andas así, sólo lo dulce te tranquiliza

- Hay otra cosa que también lo hace – le roba un beso

- Luego del helado – sale de la cama – Te hago el amor cómo si mañana se acabara el mundo – avisa – Traeré el helado – dice antes de irse




Cómo lo había prometido luego de comer helado hicieron el amor, ni siquiera se dieron cuenta que ya era bien tarde, sin embargo no estaban cansados o con sueño por eso decidieron charlar un rato.

Eran de esas pocas parejas que se mantenían igual de cariñosas que el primer año de novios, obviamente cuando peleaban se armaba una batalla campal pero después andaban agarrándose en un rincón a besos.




- Deberíamos dormir no crees? – acaricia su espalda

- Mañana es domingo – lo abraza – Podemos despertar tarde

- De que podemos pues si – ríe – De que los chicos nos dejen bueno, ahí ya no creo

- Cierto – se acomoda – Tal vez deberíamos ponernos ropa – ríe

- Ahorita – baja la mano por su cintura




Y si en la mañana Sofía los vino a despertar para poder ver caricaturas todos juntos, incluso despertó a sus hermanos mayores, Vicky no podía ni mantener los ojos abiertos por cinco minutos completos.

Desayunaron ahí en la sala viendo las caricaturas que la verdad eran entretenidas, no tenían nada marcado para ese día por lo que probablemente irían a la casa nueva.

Estaba el asunto de la casa del árbol, Magda tenía el fin de semana libre por lo que Altagracia es la que cocinaba hoy, Vicky se ofreció para ayudarla ya que Luís tenía la difícil tarea de andar detrás de los chicos.




- Y te las hiciste ya? – indaga mientras lava los vegetales

- Si, salieron negativas, las tres – condimenta el pollo – Te lo dije

- Esas pruebas son seguras? – pregunta

- Bueno de la marca que compre si – busca entre sus especies – Regina compró esas para saber si estaba embarazada de Isabela, mi sobrina – explica – Cuatro positivos grita que si lo estás – sonríe

- Bien – suspira – Hablaré con Tatiana para saber que día es la siguiente reunión

- Me parece bien – asiente – Ahora ya lavaste bien esas papas? Que más agarraste?

- Pues pensé que podíamos hacer una ensalada, harás pollo al horno no? – se gira – Podemos hacer arroz también – sugiere

- No es mala idea – concuerda – Bueno voy cortar cebollas, lava bien los pimientos rojos y amarillos – pide

- El tomate lo guardo para la ensalada verdad? – cierra el grifo

- Si, lavare el arroz en un momento para sacarle el exceso de almidón – busca un cuchillo

- A poco se lava? – ríe

- Pues claro! – dice obvia




Altagracia le enseña a cortar los pimientos, le enseña a lavar correctamente el arroz, también le dijo que si lo dejaba reposar por un día o una noche entera en el agua, al día siguiente podía usar esa agua para aclarar su tono de piel en el rostro.

Colocan el pollo dentro del horno y preparan lo demás, para el mediodía tenían la mesa lista con la comida en ella, olía bastante bien de echo, el arroz sabía muy bien, el pollo no estaba seco en fin, el postre fue helado con galletas.

Durante la tarde fueron todos a la casa, no había nadie trabajando ahí pero el cambio era bastante, los chicos estaban aprovechando que no habían muebles para correr por toda la casa, Vicky los perseguía de echo así les daba privacidad a los tórtolos.




- Se ve muy bien no crees? – sonríe

- Deberíamos de empezar con los muebles -- la abraza de los hombros

- Si pero me gustaría que coloquen el protector al piso primero – recarga la cabeza en el – Ahora estamos descalzos para no dañarlo

- Lo pediré mañana – besa su cabeza – Ahora vamos al jardín para terminar esa casa del árbol

- No te me vayas a caer por favor – pide – Esta bien alto el árbol Luís

- Amor, soy un super carpintero – ríe – Armare la mejor casa del árbol

- Bien por si acaso tendré a mano el número de emergencias – suspira

Por Casualidad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora