Capítulo 18. De Volada

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- Que voy hacer todos estos días? – entra a la casa

- Bueno no iras al colegio pero de todos modos quiero que completes lo que se haga – advierte – Así no te atrasas, yo te ayudare con lo que no entiendas – deja su bolso

- Ya de regreso? – aparece Magda – Se siente mal la niña? Por eso se la trajo?

- Esta suspendida – ríe Luís

- Pero... por qué!? – cruza los brazos

- Larga historia – va a la cocina

- Pues cuénteme! – va tras el

- Estoy castigada? – indaga Vicky

- No, pero no quiero que descuides el colegio si? Te será complicado volver – explica – Y a la próxima que alguien te moleste coméntanos, veremos la manera de resolverlo antes de que le rompas los dientes de alguien – ríe

- Ni siquiera lo hice tan fuerte! – rueda los ojos – Fue la gravedad!

- Está bien – asiente aún riendo – Veré a tu hermana – camina

- Hablo en serio – la sigue – Ella me estaba provocando, lo hace desde que llegue al colegio

- Vicky ya te dije que te creo – abre la puerta leve – Tranquila, te conozco

- De verdad me crees? – susurra al ver que Sofí dormía

- Que si – asiente sonriendo – No hay castigo, no vamos a darte una charla más tarde diciéndote que eso no es el comportamiento apropiado para una muchacha – se quita los tacones – Ven, vamos a la sala para que no la despertemos

- De verdad no? – frunce el ceño

- No, yo quise golpear a la mamá de la taradita esa – se lleva los tacones – Sería estúpido decirte algo cuando obviamente yo no soy el mejor ejemplo – vuelve a reír

- Pero le van a informar a la jueza de esto – le recuerda

- Tenemos el vídeo de seguridad, ya estas pagando el precio por tus acciones – da de hombros – Nosotros resolvimos cómo adultos el problema, todo va estar bien

- Segura? – se sienta en el sofá

- Si, ya hablamos con Tatiana, ella nos lo dijo – sonríe – Quedate tranquila si?

- Bueno – asiente

- Mira, está semana voy a estar algo fuera de casa – avisa – No por mucho tiempo, tengo que revisar el inicio de las obras – se apoya en el mueble – Si quieres me puedes acompañar, así no te aburres tanto

- No es mala idea – concuerda – Pero si no estoy castigada, podría salir con mis amigos?

- Si – amarra su cabello – Sólo nos avisas, para donde, la hora que vas a regresar y si quieres que pasemos por ti

- Está bien – sonríe – Ire a mi cuarto a ver películas – se levanta

- Pero en la tarde te pones al día! – advierte

- Si señora! – ríe en lo que se va

- Cómo que señora? – niega yendo a la cocina – Me dijo señora Luís! – se queja

- Y? – se lleva un pan a la boca

- Me esta diciendo vieja – lo ve

- Amor – murmura con la boca llena – Te hubiera dicho ruca o vieja para eso

- Crees que lo estoy? – cruza los brazos

- Tenga cuidado con lo que va a decir – advierte Magda

Por Casualidad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora