Capítulo 38. Primera Noche

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- Mi amor – toca la puerta – Necesitas ayuda

- Cielo esta es la quinta vez que tocas la puerta del baño – ríe cerrando la llave – Yo estoy bien, vigila a los gemelos – pide

- Están dormidos – apoya la cabeza contra la puerta – Amor, déjame ayudarte, no quiero que te resbales

- Mi cielo deja de preocuparte tanto – toma la toalla cubriendo su cuerpo – Eso no va a pasar, no estoy descalza siquiera

- Bien cualquier cosa estoy aquí – recalca

- Yo sé – abre la puerta – Pero relájate – sonríe acercándose

- Es que debo cuidarte – la abraza de las caderas – Saliste hoy del hospital, tienes que manejarlo con calma si?

- Y lo hago pero ya me permitieron moverme amor – sonríe – Dame un beso que ahorita voy por mi pijama

- Te la traigo yo – le da un beso – Siéntate un momento en la cama

- Bueno pero ya mañana me vas a dejar moverme más – cede

- Ujum – la suelta – Cuál quieres? – camina al closet

- La que es pantalón y tiene una de esas básicas de seda – va a la cama viendo a los gemelos – Es fácil de quitar y lo voy a necesitar

- Recién se quedaron dormidos – aparece – Te traje el que es rosa

- Mi amor el color no me importa ahora – ríe – Tú crees que se duerman por largo rato? – recibe su pijama

- Pues yo espero – sube a la cama – No dormíamos mucho en el hospital

- Nada más porque era incómodo – suelta su cabello ya que esta mañana se lo había lavado antes de salir del hospital – Pero ahora no vamos a dormir si ellos dos no quieren – señala antes de subir a la cama

- Yo estaré despierto contigo – sonríe acariciando el cabello de Bruno – Para ayudarte

- Mi vida puedes dormir – se cobija – Yo los cuido, es cuestión de poner a cada uno en un seno y ya

- Bueno pero vas a necesitar ayuda con el segundo – la observa con ternura – Eres muy hermosa amor

- Es el poder del agua y el jabón – le guiña – Ay! Te amo, iría hacía ti pero tenemos dos bolitas aquí en medio

- Voy yo -- sonríe yendo – Y te amo más – le roba un beso

- Eres tan lindo conmigo siempre – acaricia su mejilla – Cuidándome todo el tiempo

- Bueno lo hago porque te amo, siempre voy a cuidar de ti – asegura – Y de nuestros hijos





Intercambiaron unos cuantos besos más hasta que decidieron dormir, aprovechando que los gemelos parecían tan cómodos allí, consiguieron dormir tres horas seguidas hasta que los despertó un llanto, antes de que pudieran atender a la pequeña Gabi, Bruno también lloraba, revisaron primero el pañal.

José Luís se lo tuvo que cambiar ya que el motivo de tanto drama por parte de Gabi era el hambre, una vez Bruno estaba seco de nuevo se queda tranquilito sobre su papá, ya de Gabi no se puede decir lo mismo, ella estaba algo sensible quería mimos, comer que la cargaran, era todo un despelote.





- Ya mi amor – toma su manta – Yo sé, estás incómoda, quieres muchas cosas a la vez – la cobija  

- Bruno te observa – sonríe – Me parece que esta celoso

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