Por Casualidad

Capítulo 33. A La Idea

Durante aquella semana José Luís y Vicky se dedicaron a hacer que Altagracia hiciera ejercicio en un intento que el bebé saliera de una vez por todas, las únicas veces que la dejaban quieta era cuando usaba a los peques de excusa, quedándose a jugar con ellos en el piso o viendo alguna película en la cama o sala, lo cual era bien frecuente, ellos no se negaban a la atención que les sería dada enteramente, aquella mañana y parte de la tarde la tuvieron de aquí para allá.

Caminando por la manzana, haciendo ciertos ejercicios que la obstetra había recomendado para acelerar las cosas, hubo sexo antes de salir de la cama en la mañana, de aquello no se quejaba para nada pues le encantaba coger con su esposo, ahorita mismo estaba escapando de el y de la pelota esa para hacer pilates, todavía no estaba cansada pero si incómoda, tenía un bebé atravesado entre sus piernas que molestaba bastante a la hora de sentarse, empezaba a odiar esa pelota.

- Para dónde vas? – dice justo cuando ella comenzaba a subir las escaleras

- Estoy probando subir escalones – miente – Tal vez esto lo saque de aquí

- Eres una mentirosa – ríe – Estás yendo a la cama

- Mi amor! Tampoco puedo exederme tanto – sube las escaleras – De lo cansada que me van a dejar al final me tendrán que hacer cesárea – exagera

- Aja – la sigue

- Más tarde me siguen torturando – se quita los tenis una vez en el cuarto – Lo siento muy abajito ahora – hace una mueca yendo a la cama – Me molesta estar sentada

- Si te acuestas será igual – cruza los brazos

- No – mueve las almohadas – Me pondré de ladito y abriré bien las piernas, serás mi almohada?

- Voy a ser mucho más que eso – se acerca

- Que propones? – sonríe

- Recuestate y te enseño – le guiña

- Esto si me gusta – sube a la cama – Ven, ven, ven – dice rápido abriendo y cerrando las manos

- Amor! – ríe acomodándose entre sus piernas – Que golosa!

- Cuando se trata de ti – le quita la camiseta deportiva – Lo admito – dice mañosa 

- Ven que te consiento – la toma del mentón dándole un beso

- Tira las almohada – susurra – Sólo van a estorbar aquí

- Shhh – le quita la blusa – Amo este top que tiene el cierre aquí adelante – lo baja un poco

- Por qué crees que me lo puse? – ríe

Los primeros minutos se repartieron entre besos y distintas posiciones para hacerla sentir cómoda, desde que el vientre le empezó a crecer ese era el ritual, sabía como acomodar las almohadas cuando ella quería estar acostada de modo que estuviera cómoda pero ahorita estaba resultando algo difícil pues tenía un dolor leve en la espalda baja, una vaga idea de lo que se trataba rondaba su mente pero pues... la calentura estaba pudiendo más.

Bueno así fue hasta que ya no lo pudo disimular, todavía ni se quitaban toda la ropa cuando eso paso, José Luís seguía con los pantalones puestos cuando ella le pidió parar por unos segundos, claro que eso despertó su paranoia de papá primerizo, enseguida se quito de encima para hacerle varías preguntas, según lo que ella le comentaba parecía un dolor de espalda cualquiera pero ya era tarde, José Luís era un manojo de nervios así que ahí lo tenían hablando con la obstetra.