Capítulo 15. El Juicio

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Unas cuantas semanas más pasaron, los chicos fueron a todas las visitas con su madre, la noche antes del juicio fueron llevados al orfanato, en la mañana temprano se verían en el juzgado.

Aquella noche nadie pudo dormir casi, temían todo lo que mañana podría pasar, dependían de alguien que no los vio cuidar de los chicos, obviamente tenían testigos que saldrían a favor de ellos pero aún así tenían miedo.

A la mañana llevaron el café que magda les preparo pues recibieron un mensaje de que los chicos ya andaban ahí, era una oportunidad para verlos un rato antes de la audiencia, entrando al juzgado Luís arreglaba su corbata.

Altagracia terminaba de retocarse el maquillaje rápido, se encontraron con Tatiana que les indico donde debían de esperar, no podían quedarse quietos del nerviosismo, además de la gran cantidad de café que ingirieron.




- Espera, tienes chueca la corbata – se acerca

- Pero si la acabo de arreglar – se queja

- Amor sólo la estabas jalando – ríe – Pero ya quedo

- Te ves hermosa por cierto – sonríe

- Gracias cielo – acomoda el cuello de la camisa – Temía estar exagerando para una audiencia

- Deslumbarias al juez con tanta belleza – le roba un beso

- Jueza! – carcajea leve – Pero podría ser que si o me creería superficial

- No lo creo – se endereza




Esperaron allí unos minutos hasta que llego Alexia con los chicos, los pequeños corrieron a ambos ni bien los vieron sentados allí, Vicky sólo sonrió acercándose con pasos algo lentos, se quedaron allí los cinco por varios minutos más.

Pues estaban esperando que Bárbara apareciera con su trabajadora social, Bruna, una vez ambas llegaron se le informó a la jueza, pasaron a la sala enseguida luego de eso, los chicos estaban sentados en la primera fila de la izquierda.

Bárbara y Bruna en la de la derecha mientras que Altagracia, José Luís y Tatiana en la tercera fila de la izquierda, la jueza comienza haciendo unas preguntas a ambas trabajadoras social, para entender mejor la situación además de los méritos de las dos partes.

Lo siguiente fue hablar con los chicos, cuando el momento de silencio llego la jueza aprovecho para leer un poquito del caso, tenía en su poder el expediente de Bárbara pues ella sería la siguiente con la que charlaria.




- Sientes que ya puedes ejercer con responsabilidad la custodia de tus tres hijos? – la encara

- No su señoría – suspira – No me siento lo suficientemente capaz para cuidar de ellos

- Y cree que pronto lo estará? – se quita las gafas de lectura

- No – dice sincera – Me queda mucho por resolver antes de traerlos de regreso conmigo, empece la terapia y llevo tres meses libre de drogas pero temo recaer cualquier día de estos, no quiero que pasen por lo mismo

- Entonces que es lo que quiere hacer? – indaga – Estos niños necesitan de un hogar estable

- Quiero que le conceda la custodia a sus tutores – los encara – Por lo que los más chicos me contaron, ellos los hacen muy felices, tienen sus propios cuartos, comida en la mesa y amor

- Entonces renunciará a la custodia permanentemente? – mira a la trabajadora social

- Su señoría mi cliente – se manifiesta Bruna – Lo único que quiere es poder convivir con sus hijos, sin embargo la custodia definida la tendrían José Luís Navarrete y Altagracia Sandoval de Navarrete

- Los tutores estaban al tanto de esta decisión? – pregunta

- No su señoría – responde Luís – Pero no habría nada que nos hiciera más feliz que adoptarlos – toma la mano de Altagracia

- Muy bien, entonces la próxima audiencia será para evaluar su desempeño cómo padres – asiente – Me pondré al tanto con su trabajadora social y marcaremos una fecha – se levanta – Doy por terminada esta sesión




Cuando la jueza se fue empezó el desmadre, Vicky le reclamo a su mamá por haberlos abandonado una vez más, su enojo no era porque los dejaría con Altagracia y Luís, iba más por el lado de haberle echo creer que esta vez si se haría cargo de sus hijos pero por lo visto eso nunca iba a pasar.

Después de eso les toco salir corriendo ya que Vicky decidió correr para afuera, ni siquiera pudieron hablar con Tatiana al respecto, cuando la encontraron Luís se llevo a los niños hasta el coche, Altagracia se quedo con ella para tranquilizarla pues estaba echa un mar de lágrimas.




- Tranquila – se sienta a su lado – A veces las cosas no salen como nosotros pensamos

- Por qué me dejo creer una mentira? – solloza – Ya me estaba acostumbrando a ustedes pero ella me dio la esperanza de que estaríamos todos juntos otra vez, fui estúpida en creerle

- No eres estúpida – la trae a un abrazo – Es tu mamá, tu reacción fue normal – soba su espalda

- Soy estúpida, debería de estar contenta, no pudieron tocarnos mejores tutores que ustedes dos – talla sus ojos

- A poco somos los mejores tutores? – ríe – Viniendo de ti, debo de creérmelo en serio

- No quería ponerme así – se aleja

- Ay no te preocupes – le resta importancia – Retiremos ese maquillaje que se corrió – saca sus toallitas desmaquillantes – Y vamos a la casa por un buen desayuno o ustedes ya desayunaron?

- Ninguno quiso – confiesa – Estábamos muy nerviosos y Sofía hizo un berrinche cuando intentaron dárselo

- Ya veo – comienza a quitarle el maquillaje – Bueno nosotros sólo tomamos café – ríe – No nos dio tiempo para desayunar, salimos con prisa

- Pero si llegaron antes que nosotros – frunce el ceño

- Bueno es que nos dijeron "si quieren ver a los chicos antes de la audiencia es mejor que se vengan ya para el juzgado" así que nos salimos rápido – sonríe – Listo ya no tienes maquillaje

- A poco nos extrañaron? – se levanta

- Si – admite – Nos costo dormir, la casa estaba vacía, Charlie los buscaba en sus cuartos y había mucho silencio – la imita

- En serio nos quieren adoptar? – pregunta

- Claro que sí – caminan al estacionamiento – Son nuestros hijos desde hace mucho – da de hombros – Haremos todo lo posible para que se queden con nosotros

- Pero y si la juez dice que no? – indaga

- Bueno, usaremos nuestro dinero para que diga que si – bromea abriéndole la puerta del coche – Anda entra que tus hermanos se deben estar muriendo de hambre

Por Casualidad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora