— Está con ellos.— les dije a Harry, Ron y Hermione al día siguiente durante el desayuno.— Trama algo con un armario en la Sala de los Menesteres, pero no sé nada más.
— ¿Un armario?
— Sí. Su sala aparece repleta de trastos viejos, pero él sabía lo que buscaba. Un armario enorme.
— No entiendo para que querría un armario...
— Seguro que tiene alguna razón.— sentenció Hermione.— Cuando acaben las clases buscaré algo en la Biblioteca.
— Hoy es la cena esa de Slughorn, ¿no?— recordó Ron.
— ¿Os ha invitado a cenar?— pregunté.— ¿Un profesor? ¿No es un poco raro?
— Invita a sus mejores alumnos, o bueno, con los que mejor se lleva. — aclaró Harry.— Y podemos llevar acompañante.
— Eso suena todavía peor.— reímos.— Bueno, dudo que Slughorn esté en condiciones de haceros gran cosa en caso de que quisiera heriros.
— ¿Le has contado lo que viste a Zabini?— preguntó Hermione.
— No, ahora lo buscaré.
— Hablando de el rey de Roma.— Ron le señaló, justo entraba por la puerta del Gran Comedor.
Le miré y me hizo una seña de que saliéramos fuera a hablar.
— ¿Tienes alguna idea de por qué pudiera servirle el armario?— negué con la cabeza. — Pero lo averiguaremos, hoy seguramente vuelva a ir.
— Esta vez quiero ir yo, Ruby. Déjame probar a mi.
— Está bien, pero yo te acompaño. Seguramente esta noche quiera volver a ir.
— Esta noche es la cena de Slughorn.
— ¿Te han invitado a la sospechosa fiesta de "alumnos favoritos"?
— Otra igual...— Zabini rió.— Mis padres se llevan muy bien con Slughorn, así que supongo que será por eso. Iba a preguntarte si te gustaría venir conmigo.
— ¿Yo?
— Eh... Sí, creo que solo estoy hablando contigo.
— Muy gracioso. Está bien, iré contigo. Nos vemos esta noche.— ambos asentimos con la cabeza.
Llamaron a la puerta y el profesor Slughorn interrumpió la velada para abrirla.
— ¿Señor Malfoy? ¿Que hace usted a estas horas por aquí?
— Necesito hablar con Blaise Zabini.
Le golpeé a Zabini por debajo de la mesa a la vez que Harry me lanzó una mirada de sospecha. Los tres sabíamos de que iba el asunto.
Zabini se levantó de la mesa y tras disculparse ante Slughorn de que se ausentaría unos minutos, siguió a Malfoy abandonando la cena.
Intenté no impacientarme mucho, aunque por dentro los nervios me estaban comiendo las entrañas. Quería saber porqué justo ahora tenía que llamar a Blaise y si era algo relacionado con lo que intentábamos descubrir.
Pasaron un par de minutos, y tras no aguantarme más la curiosidad decidí ir yo también tras ellos.
— En seguida vuelvo, profesor Slughorn. Veré que es aquello por lo que tanto tardan los chicos.
No era mentira.
En cuánto salí de la sala comencé a correr en busca de sus voces, lo cual no fue difícil porque los dos estaban gritando en un baño de ese mismo pasillo.
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𝑫𝑬𝑱𝑨 𝑫𝑬 𝑶𝑪𝑼𝑳𝑻𝑨𝑹𝑳𝑶 • 𝘿𝙧𝙖𝙘𝙤 𝙈𝙖𝙡𝙛𝙤𝙮
Fanfiction𝐃𝐄𝐉𝐀 𝐃𝐄 𝐎𝐂𝐔𝐋𝐓𝐀𝐑𝐋𝐎 | Wizarding Wolrd De un día para otro me despierto en una escuela donde hay objetos que se mueven por su propia voluntad, teniendo un hermano conocido mundialmente y un destino que combatir junto a él en un mundo mág...