𝑫𝑬𝑱𝑨 𝑫𝑬 𝑶𝑪𝑼𝑳𝑻𝑨𝑹𝑳𝑶 • 𝘿𝙧𝙖𝙘𝙤 𝙈𝙖𝙡𝙛𝙤𝙮

Capítulo 17. Lo cierto es que le creí

Aquel finalmente era el último día en Hogwarts antes de las vacaciones de verano, pero nadie parecía estar lo suficientemente emocionado.

Celebramos el funeral de Cedric y Dumbledore justificó lo sucedido con el mismo argumento que dió Harry al salir del laberinto, pero aún así, como era de esperar, la situación levantó muchas sospechas y no todos parecían estar de acuerdo con Harry y Dumbledore.

— Hay algo que no os he contado. — nos confesó Harry mientras todos estábamos terminando de recoger nuestros equipajes. — El día de la prueba... Cuando el cáliz nos teletransportó al cementerio... Vi a Lucius Malfoy entre otros mortífagos.

— Eso explica porqué Draco estaba contigo, Ruby. — razonó Ron. — Quería distraerte para que no pudieras salvar a Harry.

— Eso no tiene ningún tipo de sentido, Ron. — le rebatió Hermione.

— ¿A que te refieres con que Malfoy estaba con Ruby, exactamente? — al contarle lo sucedido a Harry omitimos la intervención de Draco.

— No me hizo nada. — dije yo. — Vino a molestarme mientras todos estaban animando, lo que pasa es que me desmayé porque me encontraba fatal.

— Lo cierto es que lo primero que hizo cuando perdiste la conciencia fue llamarnos.

— Pero Hermione, ¿no ves que todo eso lo hizo para que no pensasemos que él pudo haber intervenido?

— ¿Insinúas que Draco sabía que iban a matar a... Cedric?

— Pues Ruby, no se resucita a un villano tenebroso todos los días, siendo un evento tan importante... Lo más lógico es que Lucius Malfoy le informase a su hijo sobre lo que pasaría en el Torneo.

La teoría de Ron tenía sentido, pero...

— Pero que hijo de puta — solté notando como ciertas lágrimas querían salir de mis ojos. — Esto es... — me sequé los ojos antes para evitar ponerme a llorar y transformé toda mi pena en ira. — Se va a enterar.

— Ruby no debe- — pero Hermione se calló tras ver que cualquier intento sería en vano. — Esta chica es lo nunca visto.

Le encontré leyendo un libro apoyado en una de las paredes del castillo.

— ¡Pero como puedes ser tan hijo de puta? — nada más verme se levantó de golpe.

—¿De qué mierda hablas?

— Tú lo sabías. Lo de Cedric. ¡Tú lo sabías! — miró hacia los lados y tras no ver a nadie me cogió del brazo y me llevó a un lado un poco más resguardado a pocos pasos de allí.

— Yo no sabía nada.

— ¡Tu padre estuvo allí!— le recriminé con lágrimas en los ojos.

— Lo suponía. Pero yo me enteré a la misma vez que tú.

— ¿Y debo creerte? ¿Después de como me has hablado de Cedric y de mi hermano? Venga ya, cualquier persona medianamente inteligente sabría que esto sería una oportunidad perfecta para ti. Voldemort de vuelta y Harry y Dumbledore con sospechas de que ellos han matado a Cedric.

— No tienes ni idea de nada, Ruby.

— Pudiste haberle salvado la vida y no dijiste nada

— ¡Que yo no lo sabía! Mira, entiendo que me quieras odiar aún más con esto. Adelante, hazlo. Pero no te engañes con teorías cutres, mi padre no sería tan tonto como para dejar que yo arruinase el regreso del que no debe ser nombrado. Y no me alegro de la muerte de Cedric, idiota. — no supe muy bien que decir ante aquello. — No intentes justificar lo que le pasó echandome las culpas a mi, Potter.