Capítulo 27: La noche más oscura

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— Se puede utilizar como pasadizo.— sentenció Hermione dejando caer un libro abierto y enorme sobre la mesa.

Anoche les contamos lo sucedido a Ron y Hermione antes de ir a dormir.

Hoy tocaría disculparnos ante Slughorn por no haber vuelto a la cena ayer por la noche, no fue de muy buena educación por nuestra parte, pero después de lo sucedido no estábamos muy por la labor.

— El armario. — recalcó Herms señalando el primer párrafo de la hoja.— Puede usarse como pasadizo para conectar dos puntos en un mapa. Se necesitan dos armarios y el conocimiento del hechizo necesario para...

— Hermione, creo que Draco ya dejó muy claro que le dejásemos en paz.

— De eso nada, Ron. Draco dijo que tenía una misión directamente encomendada por Quién ya sabéis. Y si ese armario es un medio de transporte y está en este colegio...

— Hermione tiene razón.— la apoyé.— No podemos bajar la guardia, y menos sabiendo lo que sabemos. Que Draco no esté de nuestra parte no significa que debamos quedarnos de brazos cruzados para todo lo demás.

— Vale, Rubs. Pero con cuidado. — advirtió Harry.— Draco mismo lo dijo, tú eres la pieza clave de todo este entramado y por eso mismo eres la que más distancias tienes que guardar.

— Tal vez deberíamos avisar a Dumbledore.— sugerí.— Él es probablemente la persona más poderosa de todo el castillo y a menos que haya estado espiando a Draco, que lo dudo mucho, no estará al tanto de lo que sucede.

— Es Dumbledore.— recordó Ron.— No creo que debamos subestimarle, pero sí, lo mejor será que le avisemos.

— Vayamos esta noche a su despacho.— propuso Harry.— Últimamente tiene muchas cosas que hacer pero cuánto antes le digamos lo que sabemos, mejor.

Los tres restantes asentimos y al rato nos dispersamos. Era sábado por lo que no teníamos clase, yo había quedado con Zabini en Hogsmeade después de comer así que allí nos vimos.

— No quería que pensaras que esto era una cita ni nada por el estilo, pero entiendo que pueda parecerlo.

— No, tranquilo. Igualmente me gusta pasar tiempo contigo, creo que eres el único Slytherin que no me saca de quicio.

— Gracias. De todas formas tengo cosas que contarte. ¿Quieres una cerveza de Las Tres Escobas?

— No me he traído dinero, pensaba que íbamos a dar solo una vuelta por fuera.

— No importa, yo invito. Vamos dentro, estaremos mejor.

— ¡Aquí la gente habla muy alto!

— Precisamente por eso quería que viniéramos aquí.

— Cuenta. — nos tuvimos que sentar bastante cerca para no tener que ir gritando nuestra conversación por culpa del barullo de la gente.

— He leído una carta de Draco. Se la enviaba su padre, Lucius. Fui esta mañana a por mi correo y vi su lechuza con una carta. Con la excusa de que así no tendría que subir él, se la he llevado yo. No sin antes leerla, claro.

— De donde yo vengo, eso es ilegal.

— Eso es lo que menos importa ahora, Ruby. Yo oí lo mismo que tú anoche, por tanto sé con certeza que trama algo.

— ¿Ponía algo relevante en la carta?

— Que entrarán esta noche en el castillo. Y que lo harán en la Torre de Astronomía. No ponía ningún detalle más, es todo lo que sé. He hechizado el sobre para que no parezca abierto y se lo he dado a Draco.

𝑫𝑬𝑱𝑨 𝑫𝑬 𝑶𝑪𝑼𝑳𝑻𝑨𝑹𝑳𝑶 • 𝘿𝙧𝙖𝙘𝙤 𝙈𝙖𝙡𝙛𝙤𝙮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora