— Te deseo suerte. — Cedric me besó sin demora y me dedicó una bonita sonrisa.
— Si, porque la necesitaré. — ambos reímos y nos dijimos adiós antes de que yo entrara en las mazmorras a por mi primer día de castigo con el Profesor Snape.
Cogí asiento en una fila bastante retirada pero no al final del todo y dejé mi cartera en el pupitre de al lado. Observé la clase porque habían varios alumnos de diferentes clases pero no logré reconocer a nadie más excepto a una chica de Gryffindor que me sonaba de vista.
Malfoy no tardó en llegar y con él entró Snape.
— Fuera de aquí. — le dije tras ver que se sentaba detrás mía.
— No pensaba hablarte tampoco.
— Mejor me voy yo. — agarré mis cosas y me levanté.
— Señorita Potter, siéntese. — dijo Snape. — Bien, tenéis que hacer una redacción sobre los extractos de la Bella Perennis de 200 palabras. Cuando la acabéis, podréis marcharos.
Genial. ¿Y se suponía que debía saber que era una Bella Perennis? Pues iba bien.
— Es una Margarita.— me susurró Draco tras ver mi cara. —Ya sabes, corola amarilla, pétalos...
— Ya sé cómo son las margaritas. — le corté con el mismo nivel de voz.
Sonrió de forma sarcástica y comenzó a escribir en una hoja de pergamino. Le observé por unos segundos bastante largos sin pensar nada concreto.
— ¿Tengo algo en la cara o me estás mirando porque te gusto?
— Lo que me faltaba ya... — me giré hacía mi mesa, pero lo cierto es que estaba sonriendo. Y aunque no mucho, lo estaba haciendo. Me corregí, y me centré en la tarea. — ¿Puedo preguntarte algo? — le dije al rato aunque sabía que me arrepentiría.
— Depende. — me dijo sin despegar la vista de su redacción.
— ¿Por qué me defendiste aquella vez de Pansy Parkinson? — me miró a los ojos fugazmente antes de regresar a su trabajo.
— No tenía ganas de pelear en ese momento, Potter. En ningún momento fue nada personal. Pero eres tan dramática que de cualquier mínima cosa ya montas un circo.
— Dramática, heroína acomplejada, ridícula, fea, traidora de sangre... ¿Alguna cosa más?
— Deja que piense... Añade tonta a la lista.
— Por favor,— reí— Haztelo ver porque así es como insulta mi vecino de cinco años. — negó con la cabeza y rodó los ojos.
— Ni siquiera sabes escribir por lo que veo. — dijo tras observar mi redacción.
— Tú si que eres imbécil. El problema es que no se me ocurre nada.
— Déjame ver. — extendió su brazo.
— No que me la rompes.
— Has escrito dos frases y llevamos aquí media hora, dame la hoja, Potter. — dudé pero se la entregué porque tenía razón. Igualmente si me la rompía tampoco iba a tardar mucho en volver a hacerla.
La leyó con desagrado y luego la dejó sobre la mesa. Borró un par de cosas, escribió otras nuevas y me la entregó.
— De nada. — se levantó y se dirigió a la mesa de Snape no sin antes coger mi cartera disimuladamente.
Hice ademán de ir a por ella y insultarle de paso por hacer el imbécil, pero no pude porque Snape me gritó que me sentara y no tuve más remedio que obedecer y acabar la redacción en silencio.
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𝑫𝑬𝑱𝑨 𝑫𝑬 𝑶𝑪𝑼𝑳𝑻𝑨𝑹𝑳𝑶 • 𝘿𝙧𝙖𝙘𝙤 𝙈𝙖𝙡𝙛𝙤𝙮
Fanfiction𝐃𝐄𝐉𝐀 𝐃𝐄 𝐎𝐂𝐔𝐋𝐓𝐀𝐑𝐋𝐎 | Wizarding Wolrd De un día para otro me despierto en una escuela donde hay objetos que se mueven por su propia voluntad, teniendo un hermano conocido mundialmente y un destino que combatir junto a él en un mundo mág...