Aquel verano fue lento para todos.
Por un parte fue reconfortante volver a ver a mis amigos de toda la vida, pero por otra era algo incómodo, pues ellos me notaban preocupada y yo no podía decirles nada.
Mis padres, al contrario que mis amigos, estaban al tanto de todo lo que sucedía en el mundo mágico.
— Ruby...— mi madre me acariciaba la cara con cierta preocupación también.— Sabíamos que esto pasaría... Y entenderíamos que quisieras desentenderte si eso...
— No mamá. Por mucho que quisiera huir me buscarían por todo el mapa. Además, tampoco pienso abandonar a Harry.
— Eres valiente, Rubianne.— recalcó mi padre. — Tu madre y yo no hemos dudado de ti ni un segundo. Si decides combatir asumiendo los riesgos que pueda conllevar, nosotros te apoyaremos.
Y desde esa conversación, mi actitud mejoró considerablemente.
No supe nada de los chicos a parte de que estaban bien hasta que no los vi en el Expresso, dónde después de darme un buen abrazo, me pusieron al día de todo lo que les había sucedido en estos últimos 2 meses.
— Me encanta volver a veros, chicos. — les dije sincera.
Y era completamente verdad. Ahora ellos eran mi verdadero nuevo hogar. Los únicos que realmente entendían mi situación porque también estaban igual. Volver a Hogwarts siempre sería sinónimo de volver a casa.
— Chicos.— Neville apareció en nuestro compartimento después de haberse dado un buen paseo por todo el tren.— No paran de decirme que Malfoy está saliendo con Pansy Parkinson.
Como era de esperar, los chicos giraron sus cabezas hacia mi dirección.
— Eso es... Imposible.— dije extrañada.
Él siempre la ha repudiado. ¿Por qué cambiaría en dos meses? ¿No?
— No sé, todos me han dicho lo mismo. Y lo cierto es que al pasar por su compartimento estaban bastante juntos.
Y no tuve más que esperar a que llegáramos a Hogwarts para ver como se besaban nada más bajar del tren.
— Vamos, Ruby.— me llamó Hermione para que intentase desviar mi atención a otra cosa.— No les hagas caso. Son dos...
— No pasa nada, Hermione. Ellos... Son libres de hacer lo que quieran.
Pero no era un gran misterio saber que sí pasaba algo.
Igualmente, me negaba a que Malfoy pudiera notarlo mínimamente, y mucho menos Pansy Parkinson.
Nos presentaron durante la cena al nuevo profesor de Pociones, aunque Harry ya nos había hablado en el viaje de Horace Slughorn.
— No sabéis como echaba de menos la comida de este colegio.— dijo Ron entre mordisco y mordisco mientras cenábamos el Gran Festín de bienvenida, causando risas entre nosotros.
— Potter. — me llamó Blaise Zabini mientras nos dirigíamos a la Sala Común. — ¿Puedo hablar contigo un momento? A solas.
Les hice una seña a los chicos para que continuaran el camino sin mi, y seguí a Zabini hasta donde no pasaba ningún alumno con ganas de investigar nuevos rincones.
— Dime.
— No sabía con quién hablar. Pero... No sé que ha pasado, y estoy preocupado.
— ¿De qué hablas?
— Draco.
— ¿Te refieres a que ahora está saliendo con... Pansy?
— No. Bueno, si y no. Sus familias han pasado mucho tiempo juntas este verano y parece que se han gustado finalmente. Pero... Está raro. Quedé con él hace un par de semanas y le vi mal aspecto, de hecho estaba bastante más delgado. Ambos sabemos quienes son sus padres.
— Pensaba que tú eras uno más del club de fanáticos de Quién tú sabes.— miró hacia los lados para asegurarse de que estábamos solos.
— Me importa una mierda quién esté en cada bando, Potter. Draco es mi mejor amigo y estoy preocupado por él. Que ahora esté saliendo con Pansy es sólo un ejemplo de porqué te digo todo esto.
— ¿Pero no acabas de decir que han pasado mucho tiempo juntos este verano?
— Sí. Pero tú y yo sabemos que Draco ni en mil veranos se hubiera enamorado de Pansy.
— No entiendo qué tengo que ver en todo esto.
— Él te escuchaba. Puede que si hablas con él consigas que... Que te diga si algo va mal. Según él todo está perfecto, pero sé que miente.
— Si no ha hablado contigo y tampoco con su... Novia. Dudo que lo haga conmigo.
— Te sorprenderías, Potter.
— Nada de esto me incumbe.
— No soy idiota. Ahora estás molesta por lo de Pansy y te quieres alejar. Está bien. Lo entiendo. Pero si consigues saber algo como sea, por favor, házmelo saber. Te doy mi palabra de que te devolveré el favor.
— Estaré al tanto. Solo una cosa, ¿sigue siendo igual de insoportable ahora que por fin tiene lo que quiere?— Zabini esbozó una sonrisa de lado.
— Ni te lo imaginas.
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𝑫𝑬𝑱𝑨 𝑫𝑬 𝑶𝑪𝑼𝑳𝑻𝑨𝑹𝑳𝑶 • 𝘿𝙧𝙖𝙘𝙤 𝙈𝙖𝙡𝙛𝙤𝙮
Fanfiction𝐃𝐄𝐉𝐀 𝐃𝐄 𝐎𝐂𝐔𝐋𝐓𝐀𝐑𝐋𝐎 | Wizarding Wolrd De un día para otro me despierto en una escuela donde hay objetos que se mueven por su propia voluntad, teniendo un hermano conocido mundialmente y un destino que combatir junto a él en un mundo mág...