Bien dicen que es mejor tener a los amigos cerca, pero a los enemigos aún más cerca. Romina está nerviosa al ser sorprendida.
— Dime, quizá puedo ayudarte a buscar ¿Es un libro? – pregunto y sonríe nerviosa.
— Si, si es que creí que podrías ayudarme, es álgebra.
— ¿Álgebra?
— Sí, estoy buscando el tema de Gauss Jordan.
— Bien, déjame ver, aunque no creo tener de matemáticas, pero podemos revisar.
— Si. – responde, parece aliviada.
— ¿Estas planeando clase? – pregunto.
— Si, ya sabes los temas y todo eso, estoy un poco nerviosa, parezco nueva.
— Lo eres, al menos aquí. – respondo y sonrió. – Aquí tienes. – comento al encontrar un libro de algebra.
— Gracias.
— No hay de qué. – respondo sonriente.
— Te dejo, porque supongo que también tienes trabajo. – sonríe y se despide agitando la mano derecha.
— Supones bien.
Una vez sale de mi oficina veo los libros aun en el piso.
— Ay, perdón. – abre la puerta. – ¿Te ayudo a levantar los libros?
— No te preocupes, lo puedo hacer sola. – respondo.
— Excelente, perdón.
— No hay cuidado.
Levanto los libros y los acomodo en el librero, pienso en si hay alguna información aquí, pero todo lo que recuerdo es que cualquier evidencia que existiera de algunos errores cometidos ya no existen.
Joseph y yo nos encargamos de quemar cada fotografía, nota, cartas del juez, cartas del caso, absolutamente todo, por lo que al menos aquí no podrá encontrar nada.
Cuando termina el día lo único que pienso es en ir a casa y poder hablar con Derek, pero Romina solicita un favor, poder llevarla a su casa, no puedo negarme ante ello y menos si puedo conseguir algún tipo de información.
— Espero no molestar. – comenta y niego. – Mi coche llegara en unos días, es que esta en el mecánico, ya sabes.
— Sí, no importa. – respondo, se abrocha el cinturón y pongo el auto en marcha.
Conduzco por algunas calles ya conocidas, llego a un lote en el que se encuentran varios departamentos, ella me indica cual es el edificio y puedo ver que son seis pisos.
— Estoy en el tercero, por si algún día me quieres visitar. – comenta y asiento.
— Gracias.
— Bien, pues te dejo ir, no vaya a pensar tu esposo que tienes un amante.
— No lo creo, la confianza es la base en nuestra relación.
— Que bien.
— Buenas noches. – comento.
— Buenas noches. – responde.
Salgo de ahí y voy camino a mi casa, al ingresar al estacionamiento busco el auto de Derek, pero aún no ha llegado, estaciono mi auto y subo a nuestro departamento. Me cambio de ropa y limpio un poco el departamento, supongo que deberemos contratar a alguien que haga las labores del hogar mientras no estamos aquí, pongo a hervir unas cuantas verduras y preparo unas piezas de pollo para acompañar, no sabía que necesitaba esta caja de puré de papa pero justo ahora me viene de maravilla, lo preparo todo rápido y cuando creo tener todo listo escucho la puerta abrirse. Continúo en la cocina y preparo los platos, Kerstin comienza a comer lo mismo que nosotros pero en pequeñas cantidades que incluso tengo que pesar en esta bascula eléctrica.

ESTÁS LEYENDO
ENTRE AMIGOS
RomanceTercera parte de "El placer de la tentación" La vida le ha sonreído a Amber una vez más. Pero quizá la aparición de algunas personas del pasado lleguen a romper esa estabilidad que tanto ha deseado. Algo es seguro, después de múltiples encuentros Am...