Yo nunca

402 57 8
                                        


Cada día convivo más con algunos universitarios, entre platicas, cambio de opiniones e incluso excursiones para conocer al menos los locales cercanos. La verdad me ha gustado todo hasta ahora, pero aún tengo que adornar mi propio espacio. En apariencia no soy la única que viene en un intercambio hay al menos otras cinco personas, pero no todos han llegado. Tenemos todo enero para poder conocernos, quisiera decir que el clima es agradable pero el frío es simplemente terrible.

He comprado una cafetera para poder mantenerme caliente con mis bebidas, por el momento solo he conocido a Ethan y Maggie. Maggie es una española muy interesante y con una plática tan animada que simplemente se nos pueden pasar las horas en risas y estupideces, me gusta su acento y ese cabello lacio y castaño claro, Ethan es de Rusia y también es un gran conversador, él a diferencia de nosotras tiene el súper poder de salir a la calle en camiseta o playera y no morir de hipotermia. Por ahora hemos convivido un poco más en el comedor que en otro lado, aunque tenemos similitudes por algunas materias, por ahora lo que nos une es la diversión.

— Bueno y entonces ¿No piensan decir nada? – pregunta Ethan, ese acento al pronunciar la r me encanta.

— Deberías dejar de tocarte el cabello o vas a ser calvo. – digo. Ethan tiene la manía de meter sus dedos entre su cabello una y otra y otra vez. – Basta, déjate ya la cabeza, luces bien.

— No puedo dejar de hacerlo, es como un reflejo. – dice y vuelve a pasarse las manos.

— Yo creí que los hombres se quedaban calvos por calientes. – comenta Maggie.

— ¿Qué? – pregunto, me pongo a pensar por un momento y ella suelta una carcajada.

— ¡Venga que te he pillado! ¿Hay alguien caliente en tu vida? – pregunta y niego, sonrió ante lo que ha dicho, pero, aunque no quiero, pienso en si Derek o Joseph tienen alguna entrada. – Si tú lo dices.

— En verdad.

— ¿Quieren que vayamos por café con este frío de mierda?

— Vamos. – respondo.

Ethan camina siempre con nosotras, al parecer somos quienes más han formado una amistad, mientras caminamos Maggie nos cuenta de su proyecto, en apariencia quiere hacer una máquina que ayude al suelo en lugares donde se realicen las siembras, la energía eólica y todas esas cosas son opciones sustentables, pero ella quiere hacer algo más, es un proyecto ambicioso y espero que funcione. Ethan estudia tecnología, es un genio en las matemáticas y la programación y ahora entiendo porque nos unieron, yo desarrollo estadísticas, marketing entre otras cosas, pero la verdad un proyecto juntos sería algo fascinante.

Vamos a una cafetería y permanecemos ahí un momento, afortunadamente tienen calefacción, estaba dejando de sentir mis pies, pero ahora poco a poco recuperan el calor.

— Entonces genio de las matemáticas. Cuéntanos un poco más de tu vida. – pide Maggie, la verdad no estoy muy interesada en conocer sus vidas privadas, pero quizá sea necesario.

— No hay mucho por saber, mis padres tienen un hospital en el centro de Rusia, podría decirse que ha sido herencia de mi abuelo, ellos querían que fuera médico, pero me encantan los robots y decidí estudiar todo eso.

— Que interesante, yo estudie inteligencia artificial.

— ¡Es fascinante!

— Coincido.

— ¿Y tú? – pregunta Maggie.

— Yo la verdad he vivido de becas, por lo que me he esforzado por las calificaciones.

ENTRE AMIGOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora