Amantes

518 54 25
                                        



He de confesar que no ha sido nada fácil la decisión que he tomado, pero es lo mejor, tanto para él, como para mí.

Espero ansiosa mientras vio a través del cristal de la ventana, bebo un poco de mi frappe y me quedo pensativa por un momento. ¿Qué va a pasar de ahora en adelante? ¿Será una buena decisión?

— Am...

— Joseph. – digo al verlo, nos abrazamos por un momento, libero un suspiro y lo invito a sentarse, él asiente y me muerta una mueca de tristeza. – Joe...

— Supongo que las cosas con Derek están mejor ¿No? – pregunta y asiento.

— Creo que nos debemos muchas cosas y por eso estoy aquí.

— Adelante. – dice, animándome a hablar.

— Además, quería aprovechar tu estadía aquí.

— Vine a visitar a mis hijas. – responde y asiento.

— Lamento todo lo que paso. – suelto, me siento tan nerviosa que no puedo expresar todo, me toma más segundos de los necesarios para poder hablar. – Cuando perdí la memoria y recuperé gran parte de ella no sabía cómo decírtelo, como decirle a nadie, no quise... ya sabes...

— ¿Usarme?

— No Joseph, nunca he querido usarte, es solo que... esto llego demasiado lejos y créeme que si pudiera volver el tiempo atrás desearía que no se hubiera roto tu familia, que hubiéramos frenado nuestros instintos, yo...

— Mira Am, como bien me dijiste cuando nos volvimos a ver, lo que paso, paso, no podemos volver el tiempo atrás, quizá de todas maneras mi familia se hubiera roto, porque déjame decirte que tú no fuiste la culpable de esto, el culpable fui yo, yo sabía que después de esa noche iba a llegar a mi casa, comer huevos revueltos y beber café, porque mi vida era así de monótona. Sabía que aún después de cogerte iba a ver a mi esposa y a mis hijas, con estos ojos que vieron tu cuerpo desnudo, que iba a besar sus frentes con la misma boca con la que te practique un oral, sabía que iba a volverlas a abrazar sin importarme que estuviste entre mis brazos y sabía que iba a volver a tener sexo con Susan a pesar de haber estado contigo, la culpa no es tuya, yo era quien debía respetar mi matrimonio, mi compromiso...

— Siempre creí que yo...

— Tu nunca hiciste nada, no con intención. – responde.

— Creo que en eso te equivocas Joseph, cada vez que nos tocaba clase me arreglaba un poco más, mi intención era repetir esa noche una y mil veces, y cuando supe de la existencia de tu familia no detuve esto.

— No era responsabilidad tuya, era mía. Así que no quiero que te sientas culpable, porque no lo eres. – comenta.

— Bueno creo que esto es solo para empezar...

Pasamos todo el día charlando de nuestra historia, faltan unos días para que me operen nuevamente y que el cáncer desaparezca de mi cuerpo totalmente, así que decido compartir esa noticia con él, así como mi por ahora clandestina relación con Derek ya que si los directivos se enterarán de mi complicada situación quizá darían de baja el proyecto.

— Vaya que te gusta lo prohibido. – comenta y ambos sonreímos.

— No puedo dejar de sentirme triste, pero... creo que no podemos seguir siendo amigos. – comento, Joseph inhala y contiene el aire por unos segundos, finalmente asiente y libera el aire poco a poco.

— Supongo que me quieres lejos de tu vida.

— Creo que es lo mejor, por eso no puedo dejar de sentirme culpable, siento como si te diera la espalda y...

ENTRE AMIGOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora