CAPÍTULO 1

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| NOTA: Las imágenes NO me pertenecen, pertenecen a la serie Sen Çal Kapımı y esta historia se comenzó antes de dicha serie, sin embargo me encantan los actores y la pareja que hacen así que me inspiré en ambos para los personajes principales. |



「 INICIO 」

—¿Segura que no quieres que yo hable con el señor Loughty?

Por décima vez, Sarah su publicista, preguntaba acerca de la reunión que tenía aquel día con el jefe de Loughty Co. Elizabeth sonrió rodando los ojos, negó aun y cuando sabía que no podía verle pues estaban inmersas en medio de una llamada telefónica.

—Ya te dije que estoy bien, quiero hablar este tema cara a cara con el señor Loughty, podría persuadirlo de aceptar, así que déjame hacer esto, si necesito ayuda créeme que serás la primera a la que llame— aseguró mientras Elizabeth Vitale bajaba de su Audi, un "regalo" de su hermano pues fue con su propio dinero pero la idea y elección había sido del menor.

Se inclinó para tomar las cosas restantes del asiento trasero antes de cerrar la puerta con un leve empujón de su cadera. Acomodó sus papeles y el teléfono entre su hombro y oreja, tomó su bolso para después cerrar con alarma y caminar hacia la puerta del imponente edificio Loughty.

—Bien... No seas tan intensa—le sugirió Sarah, quien también solía ser su amiga. Elizabeth sonrió.

—No prometo nada— y colgó.

Para todos aquellos que estuviesen al tanto de los avances genéticos, Elizabeth Vitale era una prometedora científica que podría evolucionar el sentido de la genética en algunas enfermedades, incluso, en aspectos que mejoraran el futuro y la vida de cada uno. Elizabeth era hija de padres italianos quienes se habían ido a la gran manzana buscando oportunidades, Federico había conseguido un trabajo humilde en una fábrica de chocolates, cuando la familia comenzó a crecer, Caroline, la matriarca decidió buscar trabajo como cajera de un centro comercial, a pesar de ser una familia con recursos limitados, eso no evitó que sus hijos crecieran y cumplieran con sus objetivos, dado era el caso de Elizabeth quien ahora era una de las genetistas más jóvenes y reconocidas en todo Nueva York, incluso sus alrededores, con tan solo veinticinco años había construido una fortuna gracias a sus publicaciones, artículos en revistas de ciencia importantes, conferencias y su trabajo como docente en CUNY, el centro de estudios de posgrado de la ciudad de NY, impartiendo un par de materias en la maestría de biología estructural, su rama preferida y en donde continuaba trabajando haciendo uso de los laboratorios de la unidad.

Ahora tenía un objetivo en mente, desde hacía un par de años deseaba abrir un nuevo laboratorio de investigación enfocado a la biomedicina, genética y todas sus ramas, era un laboratorio novedoso y diferente al que había en la Universidad y el centro donde trabajaba, más no tenía los suficientes ingresos para llevar a cabo la obra por sí sola.

—Buenas tardes, ¿En qué puedo ayudarle?— la recepcionista preguntó sin siquiera voltear a verla. Elizabeth carraspeó y sonrió de manera leve, no era alguien que le gustase meterse en problemas, pero sabía defenderse a la perfección y siempre de una manera diplomática y educada.

—Tengo una cita con el señor Loguhty.

—El señor Loughty no se encuentra— tras escuchar eso, la mujer castaña frunció el ceño, observó su reloj de muñeca y notó había llegado diez minutos antes de la hora acordada. La mujer por fin levantó la vista y miró con detenimiento a la chica que tenía frente a ella —puede pasar, su oficina está en el último piso, ahí podrá esperarlo.

¿Dopamina o tinta?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora