Nunca Digas Nunca

|CAPITULO 32|

Es tarde para darme cuenta de que nunca fui la única.
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¿nongdam-i mwoya? (¿Cual es el chiste?)- apareció cierto chico de cabello gris entrando a la cocina.

-ulineun heungmiloun achim sigsaleul moggyeoghaessseubnida (Hemos sido testigos de un interesante desayuno...)- Le respondió Xin.

-¿neo michyeoss-eo? (¿Estás loco?)- inquirio Hao llendo sobre el.

-¿museun soli ya? (¿De que hablas?)- se sentó en el lugar de Hayato.

Su mirada se fue directo a mi en cuando los chicos no le respondieron.

Alzó la ceja.

Sentí como si el aire se me hubiera acabado.

-Hemos comprado comida italiana para desayunar- sonreí lo mas serenamente intentando cambiar el tema.

-balo geugeojyo. eumsig (Exacto. La comida)- dijo Xin intentando parecer sincero.

-eumsig-eun hullyunghabnida (La comida está buenísima)- agregó Hao alzando el pulgar y empujando a Con hacia las habitaciones.

-Están más raros de lo normal- murmuró Jun.

-Ahi estas- oímos de pronto.

Jason salió por el pasillo de su habitación. Ya vestido, con una simple playera azul y una enorme sonrisa en su rostro. Cómo siempre era normal de el.

Me tomo por la espalda y me giro estrechandome entre sus brazos.

-H-hola- logré pronunciar sobre su pecho.

Me despegue dándole mi mejor sonrisa.

Sin esperarlo siquiera estampó sus labios sobre los míos. Fue menos que un beso fugas.

Algo que nunca había pasado.

-Espaguetti con albóndigas- dijo como si nada rodeando la isla hasta llegar al lado de Jun.

Quien por cierto podía verse en kilómetros lo tensa que tenia la mandíbula.

Lanzo la albóndiga que sostenía al plantó.

-¿Ya has desayunado?- me preguntó Jason aún como si nada.

Tenía que hacer que Jun eliminará cualquier cosa que pensase hacer.

Por qué era más que obvio o que lo golpeaba o que dijera algo que no debía.

Lo mire la rostro y observé el enojo en ellos.

Negué más que rogando que no intentará nada.

Se levantó evitándonos a ambos y rodeo la isla en dirección a su habitación.