|CAPÍTULO 26|

19 0 0
                                    

Hay sentimientos que nunca son suficientes

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Hay sentimientos que nunca son suficientes.

×××

Se encontraba sentado frente a la mesa. El plato de Bibim Guksu estaba casi vacío.

Le di una última mirada antes de girarme hacia Hayato.

—Me he divertido mucho hoy Hayato. Gracias.

—No hay de que. Hay que intentarlo de nuevo— sonrió.

El rostro de Jun estaba en serio y de podía notar el enojo en el mientras Hayato cruzaba la sala hacia su habitación.

Mi ropa estaba mojada y mis zapatos colgaban de mi mano.

—¿Por qué has salido con el?— murmuró mientras masticaba el último bocado viendo su plato.

— Me ha invitado a dar un paseo en patineta.

—Y le has dicho que si.

—No entiendo que tiene nada de malo. He salido con el como lo he hecho con Hyun, Kai y contigo— me encogí de hombros.

El golpe de los palillos sobre la mesa me tomo por sorpresa. Se puso de pie.

—No me menciones ni siquiera dentro de esa oración, cuando ni siquiera te das cuenta que le gustas.

Buf. ¿Yo gustarle a Hayato?
Se estaba volviendo loco.

—No digas tonterías— bufé.

—Tu no hagas tonterías— inquirió— ¿Acaso te gusta jugar conmigo? ¿Acaso haces lo mismo con el que conmigo?

—Estas loco— murmuré.

Eran absurdas sus palabras.

—¿Que puedo pensar cuando te vas de buena mañana y regresas así?—me señaló.

Estaba exagerando todo como siempre.

— Piensa lo que quieras— exclamé fastidiada—¡Por Dios es mi amigo! No por qué tú pienses que le gustó sea verdad.

¿Que diablos le pasaba?

Estaba hecho una furia. Y cada vez que intentaba decir algo me daba la vuelta.

¿Cómo puede pensar eso de mi?.

—Sabes que. Haz lo que quieras— inquirió— que cada quien haga lo que le plazca. Tu querías saber que somos. Sorpresa. Ya no somos nada.

Eso fue un golpe y bajo.

Pero que más podía esperar de el. Después de todo era mentira todo eso de besarme todos los días.

—Jun...

—Ten— lanzo mi teléfono sobre la mesa— tu novio ha estado llamando toda la mañana— dijo antes de irse.

Nunca Digas NuncaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora