|CAPÍTULO 33|

14 1 0
                                    

“Nunca confíes demasiado en alguien, recuerda que el diablo fue antes un ángel"

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

“Nunca confíes demasiado en alguien, recuerda que el diablo fue antes un ángel"

Kaneki Ken

×××


Cerré la puerta en cuanto pude.

Suspire hasta donde mis pulmones pudieron mientras aun sujetaba la perilla.

Su mirada.

Maldición.

Era como si de alguna forma el quisiera que lo viera. Como si gozará sentirme un reflejo.

—Alex— me llamo alguien sacándome de mis pensamientos.

Hao.

A su lado se encontraba Hyun y Hayato. Este último con su teléfono en la mano.

—¿seoseo mwohaneungeoya? geuleohge gilmyeon andwae (¿Que haces de pie? No deberías estarlo tanto tiempo)— me dijo Hyun.

—¿mogbal-eun eodiss-eo?, ¿gwaenchanh-a? (¿En dónde están tus muletas?¿Estás bien?)— preguntó Hayato despegando la vista de su teléfono.

De pronto recordé que había detrás de la puerta.

—nan gwaenchanh-a. naneun geudeul-eul tteonassda (Estoy bien. Las he dejado)— los calme.

Aún sostenía la perilla en mi mano.

—neomu yeolsimhi nolyeoghaji maseyo (Solo no te esfuerces demasiado)— agrego Hao—geunajeona ¿jun bon jeog-iss-eo?(Oye, por cierto ¿Has visto a Jun?)— me preguntó.

Sujete con más fuerza la perilla.

—aniyo, bon jeog-i eobs-seubnida (No, no lo he visto).

—ulineun geuga tal-uisil-eiss-eul geos-ilago saeng-gaghaessseubnida (Creímos que estaría en el camerino...)

—ani, geogi eobs-eo (No, no está ahí)— intente parecer convincente. Solté la perilla acercándome a elos—geuga dambaeleul piun geos gat-ayo (Creo que fue a fumar)— señale.

—¿jeongmal? Aigoo, geuga dambaeleul kkeunh-eul su eobsdamyeon (¿Enserio? Aigoo, el si que no puede dejar de fumar)— bufó Hyun.

—naneun amu maldo halsu eobsda. naneun gatda (No puedo decir nada. Estoy igual)— admitió Hayato.

—¿jeongmal? (¿Enserio?)— pregunté sorprendida.

—naega mwola malhal su issni nae choego pumjil-i anya (Que puedo decir, no es mi mejor cualidad).

Debía de sacarlos de aquí.

Tenía que pensar rápido.

—¿nal dowa junayo? (¿Me ayudan?)— les pedí.

Nunca Digas NuncaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora