|CAPITULO 45|

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Algo en ti.
×××

No podía evitar que las manos me sudaran de los nervios.

Ni siquiera estar al estar al aire libre podia respirar. ¿Cómo termine en esta situación tan incómoda? ¿Cómo inicio? ¿Cómo le explicó?.

Soo Hee revolvía su café aún sin decir algo.

—¿Podrías por favor decir algo?— logre decir de forma acelerada— estás acabando con mis nervios.

Dejo la cuchara al lado alzando la taza.

—Bueno, tengo que admitir que aunque me lo esperaba me tomaron por sorpresa.

Su tono serio terminó por clavarme la culpa.

—De verdad lo siento— baje la cabeza— se que me equivoqué, tu eres mi amiga y el tu...

—Nunca fuimos nada.

Alce el rostro contrariada.

—¿C-como?.

—Todo fue un plan. Lo ideamos para que todo creyeran que teniamos una relación— dijo dejando la tasa sobre el plato.

En ese momento estaba entendiendo menos.

—¿Un plan?— murmure.

—Ambos teníamos problemas con nuestras vidas amorosas; Jun con sus constantes chicas de una noche y yo con el estereotipo de chico perfecto que la sociedad me planteaba. Los medios siempre rumoreaba de las personas con las que salíamos y nada nos funcionaba.

«Hasta que un día lo invite a cenar por negocios. Obviamente la prensa no dudo en aparecer. Y cuando vimos la nota en todo internet: los periódicos, radio y televisión nos dimos cuenta que esa era la solución.

—¿Los demás lo sabían?

—No. Si queríamos que el mundo lo creyera teníamos que lograr que los chicos también lo hicieran— respondió— además, mi hermano no lo hubiera permitido.

—Entonces ustedes verdaderamente nunca salieron...— resumí. Bueno, dentro de mi cabeza esa era la única respuesta.

—No. Jun nunca tuvo sentimientos por mi, así como yo no los tuve por el.

—No puedo creerlo— me dije a mi misma— aún así no me hace sentir menos culpable. Por qué aún sabiendo que tuvieron algo no me detuve y te menti.

—Yo ya lo sabía.

El aliento de me detuvo.

—Espera, espera, espera— sacudí las manos— dame un respiro por qué ya no comprendo nada. ¿Cómo es que lo sabes? ¿Desde cuándo?

—Jun me lo confesó.

Pronuncie casi sin aliento:

—¿T-te lo dijo?.

Nunca Digas NuncaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora