|CAPITULO 41|

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No puedo escapar de ti

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No puedo escapar de ti.
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Me quedé observando el techo de mi habitación a oscuras intentando conciliar el sueño.

Dejé el teléfono sobre la mesa de noche.

13 llamadas perdidas y más de una docena de mensajes. Culparía a mi chatarra de teléfono pero no era así, no tenía batería suficiente.

Intenté llamarlo. Una parte de mi sabía que le debía una explicación. Pero no respondió.

El ruido de la puerta interrumpió mi sueño. Las sábanas de mi cama se levantaron dejando entrar a un extraño de la noche.

—¿Estás dormida?— dijo Chris cubriéndose con la tela.

—Mmm— le respondi intentando no quedarme dormida. Algo que aprovecho para acomodarse sobre mi almohada.

—Alex— murmuró de pronto llamando mi atencion—Creo, c-creo que me enamore.

Me moví quedando a una distancia de su rostro.

—¿De que hablabas?— pregunté intentando abrir los ojos— ¿Hyun...?

Podía escuchar lo bajo de su risa.

—Nunca había conocido a una persona que rompiera todo lo que tocara y ha leído mi libro favorito— aún en la oscuridad de la noche sabía que sus mejillas debían de brillar al al hablar de el— Me ha llevado a recorrer la ciudad sin rumbo buscando unos panes para coleccionar unas tarjetas que traen dentro. Le gusta el arte y la opera— dijo lo último indirectamente. Era verdad que no era fanática de la ópera. Las últimas dos veces que me había invitado me había quedó casi dormida— es todo un desastre en la cocina. Me ha cocinado Dakgalbi salado— se rió fuertemente

«Pero no me importo. Por qué me gusta. Me hace reír, y me divierto con el. Me gusta y el también me ha dicho que le gustó— suspiro—Nan nega manh-i joh-a (Me gusta mucho)

La felicidad de Chris iluminaba cualquier lugar. Tanto que no recuerdo haber dormido tan tranquila como ahora.

***

—Esta a punto de colapsarme un pulmon— jadeo Chris cansada. Al igual que todos los demás.

—Por suerte hemos llegado diez minutos antes— aseguro Jason verificando su reloj.

Mi mañana comenzó con la noticia de que el equipo no pasaría por nosotros.

Le había escrito a Jun un par de veces para preguntarle si necesita que fuera a buscarlo, pero nunca respondió. Así que llegue a la conclusión que aún seguía molesto.

Nunca Digas NuncaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora