Una cárcel llamada hogar.
×××No se que era mas incomodo. Los 20 minutos con el en el auto, y que cada vez que al toparnos con un semáforo en rojo yo intentara abrir la puerta y salir corriendo el se burlara de mi poniendo el seguro.
Idiota.
— Vamos— anunció quitando de una vez por todas el seguro a la puerta.
Lo ignore girando mi vista hacia la ventana abrazando aun con mas fuerza mis rodillas.
— Te cargare de nuevo si es necesario — señaló de pie recargado sobre la puerta. La cerro rodeando el auto rápidamente hasta abrir mi puerta.
—¡Esta bien, esta bien!— alcé las manos. Me tomo del brazo sacándome y cerrando la puerta detrás de mi. Me arrastro por todo el estacionamiento— ¡Me lastimas!—sisee intentando soltarme.
— Si tan solo movieras mas rápido las piernas no tendría por que arrastrarte.
— ¿A donde vamos?— logré preguntar.
— De vuelta a Seul— se detuvo. Voltee hacia el frente topandome con una Jet en medio de la pista. Me tomo con mas fuerza del brazo avanzando hacia la puerta.
— ¿Es tuyo?.
— Un préstamo.
Me empujo para entrar. Mi mirada viajo de un lado a otro viendo entre los colores beige y café lo elegante que era. Me tomo de los hombros y me sentó en un asiento a mi izquierda. Me sentía demasiado incomoda ahí que planeaba levantarme y salir corriendo.
Mi plan se fue demasiado lejos cuando la azafata cerro la compuerta. Baje los codos dándome por vencida observando por la ventana.
— No llegarías lejos— murmuró mientras recargaba la mejilla sobre su mano.
Quería que notara aun mas mi enfado intentando con un gesto de odio.
« si necesitas ir al baño esta al final del pasillo— agregó embozando una pequeña sonrisa— jojongsa-ege jigeum ilyug hal su issdago malhae (Dile al piloto que ya puede despegar)— comentó a la azafata en cuanto paso a su lado.
— Eres un idiota.
— y un imbécil, estúpido, tonto, patán bla bla bla— me interrumpió— soy todo lo que digas y cosas aun peor— se recargo en asiento con mi celular en la mano.
— ¿Como...?— comencé a tocarme el bolsillo.
El movimiento repentino del avión al despegar hizo que me sujetara con fuerza a mi asiento.
— Listo — concluyo cerrando mi teléfono— Ho sabe que viajaras conmigo, y Chris esta enfadada— negó apretando los labios. Me lanzo mi teléfono.
En cuento lo tuve en mis manos me fui directamente a la bandeja de mensajes.
No tenía señal y Chris estaba más que enfadada.
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Nunca Digas Nunca
Roman d'amourLujos, alta sociedad, buena escuela, casa del tamaño de un castillo, padre recién fallecido, madre de lo más desinteresada más que en casarte con tu mejor amigo, huir a otro país y un chico de lo más arrogantemente lindo. 💛 Son todas las cosas que...