Abrió la puerta lentamente, orando para que nadie, en especial alguna de las empleadas de la casa, lo escucharan entrar a esas horas de la mañana.
-Park Jimin.
El muchacho saltó en su lugar mientras cerraba lentamente la puerta con el ceño fruncido y sus músculos realmente tensos. Percibió al instante el dulce pero fuerte olor a té verde de su hermano mayor y se dio lentamente la vuelta con una sonrisa inocente en su rostro. Su hermano estaba parado ahí, frente a él aun con su pijama puesta y encima de esta, un albornoz rosa con corazoncitos negros, su rostro serio y sus brazos cruzados sobre su pecho y en una de sus manos, la derecha, una taza blanca humeante que desprendía un rico olor a café recién hecho.
-Buenos días, hyung.-Trató de sonar lo más normal posible mientras se ponía recto y planchaba sus ropas todas arrugadas y manchadas de algún líquido con sus manos en un intento desesperado de mostrarse bien.
-¿Qué haces entrando a la casa así? ¿Algo que ocultar? ¿Dónde estuviste?-Las preguntas cayeron sobre el menor de los hermanos Park al instante, poniéndolo nervioso y provocando que su lobo desprendiese un aroma que delataba lo nervios que estaba.
-Yo...yo no quería despertar a nadie, Jin hyung y estaba en casa de Tae, ¿Dónde más?-Soltó la pregunta acompañada de una risa nerviosa que hizo al mayor fruncir el ceño.
Que malo era mintiendo. Claro, como nunca lo hacía.
-Mentira, hueles a alcohol.
Jimin estuvo a punto de tirarse a llorar en ese mismo momento, cuando la risa escandalosa y pegadiza de Seokjin dio de lleno en sus oídos.
-Tenías que verte la cara.-Dijo rojo de tanto reírse y Jimin se permitió respirar riendo un poco junto a él.-¿Qué? ¿Mi hermanito ya no es virgen?-Preguntó curioso y con una gran sonrisa en sus labios.-Hueles a alfa, Jiminnie.-Se pegó un poco más de él.-Cacao amargo... interesante.
-Yo...yo no-
-No me mientas.-Lo cortó.-Al menos dime que utilizaron protección.
Y Jimin finalmente se rompió en los brazos de su hermano, llorando a moco tendido mientras Jin trataba de calmarlo para que le contara que había pasado.
¿Cómo le diría a su hermano que ni siquiera recordaba con quién había estado, como era su cara, si utilizaron protección o el simple hecho de si se acostó con alguien o no? La vergüenza invadía su pecho de solo imaginar el rostro plagado de decepción que su hermano le dedicaría si le contaba aquello.
-¿Podemos hablar después? A-ahora no puedo...-Jin lo miró triste, a los ojos tratando de descifrar que habían detrás de todas esas lágrimas.
-Claro que sí, cariño.-Acarició con cariño su pelo morado y su lobo se encogió al sentir el aroma a tristeza que desprendía su hermanito pequeño.-Sube a darte un baño, descansa y antes de que el almuerzo esté, subiré a hablar contigo, ¿si?
Jimin asintió chiquito y dejo un pequeño beso en la mejilla de su hyung, obteniendo uno en su cabeza antes de subir corriendo las escaleras para llegara a su habitación, la quinta puerta del pasillo largo y ancho en el que se repartían algunas de las habitaciones de la casa; entre ellas la suya, la de su hermano mayor, dos de huéspedes y un par de baños.
Entró y cerró su puerta con pestillo y sin fuerza cayendo de cara en la cama en seguida. Buscó por los bolsillos de su pantalón desesperado, lo último que quería era perder su cartera con sus tarjetas e identificación, además de su celular.
Encontró ambas cosas en el mismo bolsillo y rápidamente se dio a cuenta de que su celular que estaba totalmente muerto y revisó su cartera cerciorándose de que estaban todas su cosas.
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Sʀ. Mɪɴ| ʸᵒᵒⁿᵐⁱⁿ| OMEGAVERSE✔︎
FanfictionJimin estaba terminando la secundaria. Yoongi estaba a punto de firmar un importante contrato. Jimin quería amor. Yoongi quería sexo. Jimin realmente quería algo con Min Yoongi. Yoongi no quería nada que tuviera que ver con una relación. 💫Yoonmin. ...