Eran las siete de la mañana cuando el sol se coló por la ventana. Entró la luz brillante y molesta.
Los amaneceres en Inglaterra eran realmente entretenidos y hermosos, así como las calles a la misma hora. Todo el mundo solía salir a esa hora a trabajar, estudiar, a correr o a simplemente caminar a esas horas para despejarse o por simple insomnio, como lo había hecho yo varias veces.
El agua estaba fría y aquello no impidió que tomará la mampara y la pusiera sobre mi cuerpo para mojarme por completo con aquella agua helada, mojando también mi cabello y siseando por lo fría que estaba, encorbándome un poco cuando está bajo por mi espalda, causado un escalofrío por todo mi cuerpo.
Aquello me ayudaba a depejarme un poco y a empezar a despertarme para empezar, como todos días, mi espantoso día como un estudiante, soltero, omega sin lobo y prácticamente Infeliz.
A diario mi mejor amigo se encargaba de tratar de animarme con caras raras, desayunos bonitos y anécdotas sobre su vida que definitivamente me interesaban, pues era mi mejor amigo, pero que a veces me llegaban a agobiar, pues sabía perfectamente para que lo hacía: para que no me sienta solo y no me deprimiera.
Pero ya era algo inevitable, la depresión me había cogido por completo y la tristeza que a diario me tomaba no me daba tregua. La vida sin lobo no podía ser más aburrida y triste, no tenía mi compañero de vida el cual ha estado conmigo desde mis escasos doce años, cuando por medio de mi aroma y de un vigoroso dolor que recordaré por el rostro de mi vida, apareció.
—Jimin, ¿Estás listo?—La suave y linda voz de mi mejor amigo se escuchó detrás de la puerta, con unos rápidos toques la puerta.
—¡Sí, ya voy!—Tomé mi camiseta y la pasé por mis hombros, terminado de vestirme.
Salí y ahí lo vi, parado en la puerta con una hermosa sonrisa mañanera, yo también sonreí y salí junto a él para caminar hacia la parada de autobuses y tomar el primero, que nos dejaba bastante cerca de la universidad.
—¿Cómo estás?—Y ahí estaba la maldita pregunta de todos los días, no me molestaba, pero empezaba a hacerse monótono y aburrido que lo preguntara todos los días.
—Bien.—Contesté sin ganas.
—Sabes que puedes contame lo que sea que te pase, Jimin. Ya casi ni hablamos y... y extraño a mi mejor amigo.—Confesó con su rostro contraído por la tristeza.
Sabía que a veces lo trataba como si no existiera en la casa, pero yo realmente no quería que él me viera mientras pasaba por unas crisis, pues ya lo ha hecho y la primera vez lloró conmigo hasta que me dormí y al día siguiente estaba irreconocible por las ojeras.
Sabía que le afectaba mucho el como yo me sintiera.
—Lo sé y lo siento, Tae.—Me parece y lo tomé por las manos.—No quiero hundirte conmigo en mi mierda.
—Minie, eres prácticamente mi hermano y si tengo que hundirme junto a ti en tu mierda para que sepas que te amo y estaré ahí para ti en cualquier momento, lo haré y me dará muchísimo gusto. Todo con tal de verte feliz y sonriendo de nuevo.
Y lo abracé, no puede evitar empezar a llorar llorar su hombro, él junto a mí.
—Lo extraño, Tae. Lo extraño demasiado y me odio tanto por ello.—Confesé.
—Lo sé y lo superaremos juntos.—Sorbió su nariz y limpio mis lágrimas con sus pulgares.—Podemos distraernos un poco yendo esta noche a al fiesta de Cody, ¿Qué dices?—No lo pensé y asentí.
Quizás salir un poco y conocer gente nueva podría ayudarme.
◇◇◇
Seis meses atrás.
—Voy a ir a buscarlo, necesito ir a buscarlo.—Mis pies no me dejan tranquilo y me mantenía caminando por toda la oficina mientras mis hermanos y Namjoon me veían cansados.
—Ni se te ocurra.—Me advirtió Namjoon en un susurro.
—Yo creo que deberías dejarlo, Hyung.—Opinó Jungkook y Hoseok le dio un manotazo en el brazo para callarlo.—Es verdad, le hizo mucho daño al pobre chico y ¿ahora cree que puede venir y arreglarlo así como si nada? Lo siento hermano, las cosas no son así.
—Pero... pero yo lo necesito.—Me senté por fin con el rostro en mis manos.—Siento como mi pecho se oprime cuando su imagen pasa por mi cabeza, además, mi lobo parece haber desaparecido y... y ya casi no queda nada de su olor en la habitación del penthouse.—Mi voz se cortó en la última frase y supe que estaba llorando cuando las saladas lágrimas mojaron mis manos.
—Debes... debes dejarlo ir, Yoongi.—Empezó a hablar Namjoon y mis ojos se posaron en él.—Le hiciste mucho daño y él ahora debe estar como tú o peor. Yo creo que como su alfa, que tu mismo te auto denominas, deberías dejarlo sanar, conocer más personas y vivir sin ti por un tiempo para que el pueda reflexionar sobre lo que quiere y lo que no. Así que a la hora de que se vuelvan a ver de nuevo, ambos estén seguros de sus sentimientos por el otro.
No podía apara de llorar, no quería dejarlo, no quería dejar ir a Jimin así de fácil por segunda vez. Quería tomar un maldito vuelo y gritarle en la cara todos lo que siento por él y todo lo que, por idiota, no le dije en su momento. Quiero que sepa que es él amor de mi vida y que me odiaba tanto por haberlo descubierto tarde; por haberle hecho tanto daño que estaría dispuesto a acostarme en medio de una carretera en curso para así demostrarle que ahora si no lo dejaría ir.
Pero Namjoon tenía razón.
Debía dejarlo ir.
◇◇◇
Poco queda.
No se olviden de votar y comentar si les ha gustado.
También pueden compartirla con más personas a las que les guste el Yoonmin❤
EDITADO.
![](https://img.wattpad.com/cover/253480623-288-k500688.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Sʀ. Mɪɴ| ʸᵒᵒⁿᵐⁱⁿ| OMEGAVERSE✔︎
FanficJimin estaba terminando la secundaria. Yoongi estaba a punto de firmar un importante contrato. Jimin quería amor. Yoongi quería sexo. Jimin realmente quería algo con Min Yoongi. Yoongi no quería nada que tuviera que ver con una relación. 💫Yoonmin. ...