❥︎ᑕᗩᑭÍTᑌᒪO 37

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Salí de la ducha mirando atento mi cuerpo en el espejo que quedaba a unos metros de mí.

Yo realmente me consideraba una persona hermosa, alguien que se hacía desear y definitivamente, etéreo. Mi autoestima siempre ha estado al mil, y aquello nunca ha sido un secreto para las personas a mi alrededor, todo el que me conocía sabía que yo me amaba de una manera impresionante.

Aunque hacer lo contrario era algo imposible, porque... ¿Quien podría no amarme? Soy Kim Taehyung, por Dios y soy lo más hermoso que verás en tu vida.

Pasé la toalla por mi cuerpo, mi rostro con una mueca de incomodidad por el frío y en cuanto estuve seco, salí del baño para pasar rápido a mi habitación y ahí ponerme ropa decente.

Pude escuchar a mi hermano tarareando una canción cualquiera en la cocina mientras el olor de algo, posiblemente, quemado llegó a mi nariz. Negué riendo, Namjoon intentado cocinar era realmete un chiste.

—¿Qué cocinas? ¿Carbón a la carbonara?—Reí alto por mi propio chiste mientras veía a mi hermano tirar a la basura trozos de lo que alguna fue una sándwich.

—Ja Ja, que gracioso.—Bufó y se lavó las manos antes de caminar hacia mí.—No pedí comida porque sé que no te quedarás a comer aquí, así que trate de hacer un sándwich pero me distraje revisando un caso y se quemó.—Yo volví a reír.

—Eres un caso... pide comida japonesa, te encanta.—Le asintió.

—A eso voy.—Caminó hacia el teléfono fijo de la casa y marcó un número sin embargo no llamó, me miró antes.—Por cierto...¿A dónde vas?—Me preguntó con curiosidad.

—Voy a casa de Jimin, me quedaré allá a dormir. Espero no me eches de menos.—me pqvoneé, meneando mi pelo algo largo y mirándolo con superioridad.

—Tú si eres un caso...—Miró el teléfono, pero algo pareció llegar a su cabeza.—¿No quieres que te lleve? Así me doy una vuelta y como fuera.—Se ofreció con bastante interés.

Entrecerré los ojos, tratando de encontrar una razón extraordinaria para que mi hermano se ofreciera a salir de la casa con el frío que hacía y encima sin comer. Sin embargo, No encontré ninguna. Solo pude ver curiosidad en los ojos de mi hermano mayor, más no malicia.

—Está bien... vamos.

Ambos hermanos salimos de la casa después de tomar cada uno su respectiva llave y después de haber verificado que no se nos quedaba nada a ninguno. La verdad era que la torpeza y la distracción era característica de los Kim y ninguno de nosotros lo ocultaba.

—¿Como esta Seokjin Hyung? No lo veo hace mucho.—Comenté distraído al ver de soslayo el ver de soslayo el fondo de pantalla de su hermano, el cual era una foto de Jin y el unos años atrás.

—Bien, supongo.—Se encogió de hombros.—No lo veo hace una semana cuando salimos por última vez.—Sonó desanimado.

—Creo que es algo obvio, tu tienes mucho trabajo y él también.—Acaricié el hombro de mi hyung.—Seguro se verán pronto, no te desanimes, él te quiere mucho hyung.—Traté de animarlo y sonreí al ver una pequeña sonrisa en sus labios.

—La verdad es que me emociona mucho volver a vivir los días de cortejo, como hace unos años.—Comentó con una sonrisa boba, sus ojos puestos en el camino.—Ah, verdad. Dime la dirección exacta de Jimin.

Sin ningún problema le di la dirección de mi menor amigo y en cuestión de minutos llegamos.

Era una zona de pequeñas casas muy bien decoradas y hermosas en la parte alta de Busán. Las casas se encontraban una al lado de la otra, formando un patrón de ellas. Todas eran iguales, sin embargo pintadas de diferentes colores y decoradas fuera de un manera diferente.

Sʀ. Mɪɴ| ʸᵒᵒⁿᵐⁱⁿ| OMEGAVERSE✔︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora