Sʀ. Mɪɴ| ʸᵒᵒⁿᵐⁱⁿ| OMEGAVERSE✔︎

❥︎ᑕᗩᑭÍTᑌᒪO 21

Al baño, ahora.

Mi cuerpo tembló, ahora, no estoy muy seguro si de placer o de miedo. Que sí... que esta muy mal que me excite por imaginarlo todo enojado con una fusta en su mano mientras escribía esto, pero era inevitable. Yoongi era tan caliente, todo de él. Su rostro con el ceño fruncido, sus expresiones de placer y sus jodidas manos, grandes y pálidas sobre mí.

Uff, o voy o puede que se me note cierto accidente en el pantalón antes de tiempo.

-Vengo en seguida.-Le susurré a Tae antes de levantarme de la silla en la que estaba junto él y a Chan hablando.

En cuanto llegué al baño, un mano me tomó por el brazo y me tiro dentro de este. No paso mucho para sentir los labios, los maravillosos labios de Yoongi sobre los míos. Mi espada chocó contra la puerta del baño mientras está se cerraba, antes de sentir sus manos sobre mis caderas, escuché le sonido del cerrojo. Sus manos apretaron mi cintura, con fuerza, más de la normal. Sus dedos se enterraron en mi piel sobre la ropa y gimoteé desesperado.

Mi entrada no tardó en empezar a lubricar y el olor de la lubricacion tampoco tardó en llenar toda la habitación, contrario al olor de Yoongi, este era algo diferente. Como si mezclará excitación con enojo, supuse que era normal.

-Ponte contra la puerta, omega.-Me Ordenó y yo no obedecí tan rápido, me quedé algo choqueado por unos segundos, pero al casi ver llamas saliendo de sus pupilas, obedecí y me di la vuelta, poniendo mis manos en la puerta, sofocado.

-¿Qu-qué pasa?-Pregunté algo nervioso, mi cuerpo temblaba ligeramente al escucharlo moverse detrás de mí y no sentir nada.

Besó todo mi cuello, incluso me mordió mientras sus manos se ceñían a mi trasero. De golpe me volvió a dar la vuelta de golpe y mordí mis labios para guardar un fuerte gemido.

Todo Yoongi me ponía nervioso, con solo una mirada aquel hombre podía poner mi corazón a mil en cuestión de segundos y mucho más sus acciones. Solía hacer un movimiento mientras teníamos sexo, era raro pero me encantaba. Él me tomaba por el pelo y tiraba de hacia atrás mientras me penetraba y su otra mano recorría todo mi pecho y estómago hasta llegar a mi entrepierna y volver a subir. Aquello me volvía loco.

Y lo estaba volviendo a hacer. Su vista estaba fija en su mano que yacía presionando mi entrepierna, esta subió lentamente por mi estómago hasta mi pecho y terminó en mi cuello. Cerró su mano ahí.

Automáticamente deje de respirar, llevé mis manos con nervios hacia sus manos y clavé mis uñas ahí, pasaron unos cuatro segundos para que me soltara y volviera a besarme. Metiendo su lengua hasta el fondo de mi garganta y mordiendo mis labios cada que podía.

¿Qué mierda le pasaba?

-¿Qué vamos a hacer?-Le pregunté en cuanto se separó de mí y lo vi llevando la mano a su cinturón.

-Vamos a tener una pequeña sesión aquí.-Mis ojos se abrieron de más.-Quiero verte aguantado los gemidos cuando mi pene esté dentro de ti, golpeando fuerte tu interior.-Mordió mi lóbulo.-¿Recuerdas cómo te pones? ¿Cómo gimes por mí?

Se quitó por fin el cinturón y lo tiró en el suelo, para luego llevar sus manos al botón de mi pantalón y quitarlo por completo. Luego mi saco y por último mi camisa, dejándome completamente desnudo.

Tomó su corbata y empezó a quitarla, todo sin dejar de mirarme a los ojos. Pronto esa corbata era la que unía mis muñecas detrás de mí cuerpo, mi frente contra la pared de cerámica blanca del baño.

Lo escuché tomar la correa del suelo y mi pulso se aceleró al mil. Antes solo usábamos la dura y pequeña pala para dejar golpes en mi cuerpo, sin embargo cuando las sesiones fueron aumentando su fuerza, Yoongi no solo me ataba las manos al frente y a la espalda, sino que muchas veces llegó a atarme de manos y pies en la cama. Un par experiencias increíbles que me hicieron tocar el cielo muchas veces.