❥︎ᑕᗩᑭÍTᑌᒪO 4

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-¿Ya me perdonas?-El peli-morado volvió a negar aburrido.-Vamos Jiminnie... ya tenemos media hora aquí y ese tipo está a punto de llegar...

Jimin suspiró, por décima vez quizás en esos treinta minutos, ignorando las palabras de su mejor amigo, quien no paraba de pedirle perdón por lo sucedido el día anterior a la vez que esperaban de cierto pelinegro que le había pedido estar ahí a cierta hora.

No quería invitar a Taehyung allí, ni siquiera quería decirle que había amanecido en la cama de un alfa totalmente desconocido para que el muchacho no se sintiera mal por haberlo abandonado, pero Taehyung no lo dejó cumplir su cometido. Pasadas las doce de la tarde su teléfono empezó a ser bombardeado por mensajes sin sentido alguno que simplemente escribía para llamar la atención de peli-morado y otros donde le expresa lo preocupado que están por el y la necesidad que tenía de hablarle y pedirle perdón. Jimin lo ignoró, tenia más que claro que si contestaba sus mensajes las preguntas le caerían de una en una y no tenia ni tiempo ni ganas de hablar, eso sin confesar que tenía cierta molesta con su muro amigo pues lo había prácticamente abandonado por irse con su "amigo con derechos" sabiendo más que nadie que él no bebía y podía emborracharse con prácticamente nada.

Luego comenzaron las llamadas, estas llegaban una tras otra, sin insistiera dos segundos entre cada una. Bajar el volumen del celular hubiera servido si el único teléfono de su casa fuera el suyo, pero no.

No pasaron ni dos minutos cuando el teléfono centrar de la casa empezó a sonar también, Jimin rodó los ojos y siguió leyendo el libro entre sus manos trabando de ignorar el tono del aparato lo más que pudo.

"-Jimin, dice Taehyung que no lo podrás ignorar por mucho tiempo y que el bien siempre vence al mal.-Le dijo su hermano mayor riendo desde la puerta y tuvo que contestar".

La oración "lo siento" fue la predominante de la conversación por teléfono que tuvo con su mejor amigo y en la que le contó todo lo que recordaba y lo sucedido esa mañana y por su puesto, no pudo resistirse a contarle también que se iba a encontrar con él por petición del mayor.

Entonces el omega castaño no dejó de insistirle en ir con él y Jimin ya no pudo decirle que no. Ahora se arrepentía por haberlo dejado ir con él, el peli-morado estaba tan nervioso que casi ni se la creía y realmente no tenía ganas de hablar.

-Ya me voy.-Taehyung suspiró audibles, tomo su mochila del espaldar de la silla y la puso en su espalda.-Al menos llámame después y me cuentas como te fue.

El peli-morado simplemente asintió y el castaño no salió de allí sin antes darle un dulce beso en la mejilla y olisquear un poco su rico aroma.

Jimin recostó su cabeza entre sus brazos mientras pensaba que diría una vez estuviera frente al alfa y absolutamente nada venia a su cabeza. Sabía que quería preguntarle si xrevprdaba algo de la noche anterior, si tuvieron relaciones y si no, por qué estaba desnudo en su cama, pero aquello de solo pensarlo le pintaba de rojo todo el rostro hasta las orejas.

-Perdona.-La dulce voz de la camarera lo sacó de sus pensamientos. Levantó la cabeza avergonzado y le sonrió; la muchacha devolvió la sonrisa cautivada por el hermoso rostro del menor.-¿Deseas algo de beber? ¿Una cola, tea?

-Oh sí, si puedes me traes un te verde frío... y una tarta, esta de aquí.-Señaló el trozo de tarda que mostraba el menú.

-Un vaso de té verde frío y un trozo de red velvet, anotado.-La beta, como la habitación identificado el pequeño omega, le dedicó una hermosa sonrisa antes de darse la vuelta mordiendo ligeramente sus labios.

El omega, a los pocos minutos, escuchó la companita de la puerta sonar, pero no le prestó atención hasta percibir aquel rico y adictivo olor a cacao amargo y... y madera, madera recién cortada. El lobo del omega gimió en el momento que aquel olor tan fuerte pero a la vez tan delicioso acarició su nariz, cosa que provoca que el omega casi lo haga también, pero ase aguantó, mordiendo sus labios con fuerza.

-Park Jimin.-El peli-morado levantó la mirada de la mesa y todo rastro de aire abandonó sus pulmones.

Un alfa, no muchas más alto que él. Sus cabello negro como el carbón acariciaban sus cortas pestañas. Sus ojos, también negros, profundos e hipnotizantes, lo enfocaban con seriedad. Se sintió pequeño e indefenso en ese momento, incluso su lobo bajo la cabeza con sumisión al inhalar el fuerte y amargo aroma del alfa. Quería meterse debajo de la mesa para que este dejase de observarlo o salir corriendo de allí para que su lobo dejase de gemir y pedir más de aquel olor tan adictivo que, no sabia por qué, lo volvía tan sumiso y vulnerable y con ganas de enterrar su nariz en el cuello del alfa para tener más de él, toco aquello tan solo con olerlo.

-¿Eres Park Jimin o no?-El corazón del menor casi salta de su pecho al escuchar la voz grave del alfa.

-Y-yo y-yo sí, Sr. Min...-El alfa rodó los ojos y algo exasperado, tirando de ignorar la presión que se instaló en su pecho ante aquel sobrenombre y se sentó en la silla frente al muchacho.

-Esto es simple; No sé si me conoces pero mi nombre es Min Yoongi, soy uno de los hijos de Min Hansoo y ahora, uno de los dueños de su empresa, MIN's GROUP.-Se presentó.-Yo y mi hermano , Min Hoseok, tenemos planeando la colaboración con la empresa de tus padres más de un año y un desliz como la situación en la que nos conocimos no puede arruinar eso.-Sentenció.-Primero que nada, dejame decirte que no hicimos nada.-Me menor frente a él abrió los ojos sorprendido y aliviado.

-¿En serio? Entonces...

-¿Por qué estaba desnudo?-El peli-morado asintió avergonzado.-Según lo que me dijo mi hermano, estaba muy borracho y cuando entramos a mi habitación empezaste a desnudarte porque tenías calor.-El omega pasó sus manos por su rostro respirando aliviado después de saber que no se había acostado con un desconocido por andar tomando.

-Mu-muchas gracias.-El alfa lo miró confundido.-Por decirme esto, qui-quiero decir.-Y rió avergonzado, sus mejillas pintando se rosas al instante y llamando ma atención del alfa.

No se había parado a observar al pequeño omega. Era simplemente hermoso, desde su pelo temió hasta su blanca sonrisa que lucia aun más brillante y llamativa acompañada de aquellas mejillas totalmente pintadas de rosa por alguna razón aparente que el alfa desconocía y que no le interesaba saber.

-Teniendo en cuenta que ya sabes todo...te agradecería que esto no lo supiera absolutamente nadie, no quiero arruinar mi contrato con tu padre.-Pidió.

-No, esto no lo sabe nadie.-El alfa sonrió y se levantó de la mesa.

-Pues como si no hubiera pasado nada, Jimin.-Le sonrió y el omega se volvió a sonrojar, su lobo moviendo la cola emocionado.-Un gusto conocerte.

Y simplemente salió de la cafetería dejando la omega volando en un nube imaginaria plagada del aroma de alfa donde él y su lobo saltaban y bailaban. Suspiro sonriendo y mordió su labio mientras aquella imagen del alfa sonriendo chiquito se reproducía una y otra vez en su cabeza. Sus manos temblaban ligeramente y esa pequeña sonrisa boba no volaba de su rostro.

En su vida había sentido a su lobo tan revolucionado por un alfa, en su vida su corazón había latido tan rápido por una simple sonrisa. No sabía lo que le estaba pasando, pero le interesaba sentir más de aquello.

Unos minutos después de que el alfa saliera por la puerta de la cafetería, la amable beta que lo atendió antes volvió con lo que había pedido sacándolo de sus pensamientos raros con el alfa que recién conocía.









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EDITADO.

Sʀ. Mɪɴ| ʸᵒᵒⁿᵐⁱⁿ| OMEGAVERSE✔︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora