—Nunca me contestaste.—Yoongi se limpió la boca con una servilleta rosa que cogió minutos atrás del servilletero de la mesa y me miró sugerente.
—¿No te he contestado qué?—Según lo que yo recuerdo, cosa que no es importante ya que a partir del pico que nos dimos mi mente se quedó completamente en blanco, a mí Yoongi no me ha preguntado nada.
—Que si... este muchacho, Suho.—Su nombre salió con lago de desprecio de sus labios. Yo me sonrojé, incapaz de verlo a los ojos.—¿Es mejor que yo en la cama?
Mi saliva se fue por el camino equivocado de mi garganta y no pude evitar empezar a toser como loco, la mano de Yoongi golpeando casi sin fuerza mi espalda para que dejase de toser.
—Hyung...—Dije una vez termine de toser. El sonrió, probablemente por el apodo que tenia tanto tiempo sin decirle.—No se porqué me pregunta eso...—Mi voz sonó lastimera, el no dejó de sonreír.
—Solo quiero saber, quizás tenga que mejorar algo.—Se encogió de hombros.—A ver, responde.
Me quedé callado, aquella pregunta tenía una obvia respuesta, sin embargo me negaba a decirla así por así. Yoongi me miraba atento, esperando por aquella respuesta, la cual sospechaba el ya sabía pero que obviamente quería escuchar.
—No voy a responder a eso.—Declaré.
—¿Estás indispuesto a decirme lo obvio?—Subió sus codos a la mesa y se recostó de ellos.
—¿Para ti que es lo obvio?—Con aquella pregunta una guerra de miradas llena de tensión y deseo comenzó.
Sus rostro se mostraba seguro, la expresión ególatra en él me indicaba lo seguro que estaba de mi respuesta. Sus ojos negros como la noche misma encendidos en llamas fijos en los míos. Torció la cabeza hacia la derecha, sus labios curvándose un poco mientras que el rubor crecía en mis mejillas llenitas.
—Estás tan hermoso, ¿Te lo he dicho?
¡Mierda Min Yoongi, ¡¿Cómo puedes ser tan caliente?!—Mi cerebro había dejado de funcionar dándole paso a mi lobo, quien de solo verle la cara al alfa con aroma a cacao amargo y menta se encendía en placer, yo peleando contra la excitación siempre.
—No, no me lo habías dicho.—Rió bajito.
—Pues ahora lo estoy haciendo.—Tomó mi mano sobre la mesa y mi pulso se disparó de una manera inimaginable solo por él toque de sus manos. Mi lobo gimió gustoso por el toque cálido de las manos del mayor.—Eres el omega más hermoso que mis ojos han tenido el placer de ver, que mis manos han tenido el placer de tocar y que mis labios han tenido el placer de probar. Todo tú es precioso; desde tu pelo que ha cambiado más de colores que de champú.—Yo reí.—Hasta tus labios carnosos y rosaditos que tantas ganas he tenido de besar desde que te vi en el baño del restaurante.—Se mordió el labio inferior, sus ojos ahora puestos en mis labios.
Inconscientemente los lamí, mi lobo regocijándose por las palabras del alfa y mi cuerpo sufriendo una especies de espasmo por le placer que me causaba tener su atención en mí.
—No me hagas esto...—Le susurré y apreté sus manos en las mías.—No quiero dejarme de ti, no quiero volver a caer de-de nuevo.
—Jimin...
—No, Jimin nada.—Lo interrumpí y me paré de golpe de la mesa, él lo hizo conmigo.—Vete.—Le pedí lo más decidido que pude. Mi lobo se estaba haciendo del control de mi cuerpo y sin querer mi entrada empezaba a lubricar.
—Jimin, te prometo que mis pensamientos no son nada de lo que eran hace cinco años, que ahora estoy decido a darme la oportunidad de amar, de amarte.—El rodeó de la mesa, ciñendo sus manos en mis brazos.—Dame la oportunidad de mostrarte que te estoy diciendo la verdad.
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Sʀ. Mɪɴ| ʸᵒᵒⁿᵐⁱⁿ| OMEGAVERSE✔︎
FanfictionJimin estaba terminando la secundaria. Yoongi estaba a punto de firmar un importante contrato. Jimin quería amor. Yoongi quería sexo. Jimin realmente quería algo con Min Yoongi. Yoongi no quería nada que tuviera que ver con una relación. 💫Yoonmin. ...