Sʀ. Mɪɴ| ʸᵒᵒⁿᵐⁱⁿ| OMEGAVERSE✔︎

❥︎ᑕᗩᑭÍTᑌᒪO 6

El anillo dorado daba mil vueltas alrededor del dedo anular de su mano izquierda, siendo guiado por los dedos de su mano contraria  producto de los nervios que invadían su cuerpo en esos momentos.

Sentado en las escaleras de su casa, Jimin observaba el desastre que había en su casa en ese momento. Los pasillo estaban casi intransitables por la cantidad de personas que iban y venían de todos lados.

Incluso podía jura haber visto a la jefa de la cocina de su casa salir unas tres veces de la cocina, eso sin si quiera heberla visto volver a esta en ningún momento.

Los limpiadores de la casa, más un grupo de una agencia de limpieza que su madre contrató para un trabajo mejor y más rápido, se encargaban de limpiar cada una de las esquinas de la casa y ayudar a los cocineros, meseros y mayordomos a trasportar las vajillas de porcelana china y la cubertería de plata y acero inoxidable de la cocina hacia la mesa inmensa que había en el centro de la sala. Podía incluso ver a personas colgadas por fuera de la casa limpiando y dándole brillo a la cristalera de la casa y por dentro, otro gan grupo de personas enganchadas en cuerdas y subidas en escaleras haciendo exactamente lo mismo. Jimin hacia muecas de dolor cada vez que alguno de ellos se tambaleaba o hacían el amaguo de caerse, el realmente sospechaba que algo como eso pasaría antes de que acabara la tarde y los famosos invitados de sus padres llegaran.

Y eso era lo que mortificaba al ahora rubio, tanto a él como a su hermano mayor, quien desapareció de la casa en cuanto la noticia de que las personas que habían asistido a la firma del contrato con los Min unos días antes, asistirían a una gran cena de celebración en su casa.

"Vamos a volver a ver al alfa".

Gimoteó su lobo feliz, sin embargo él no lo estaba. No porque no quisiera volver a ver al hermoso alfa que era Min Yoongi nuevamente, sino que tendría que verlo de lejos, sin poder hablarle y fingiendo que su lobo se estaba literalmente derritiendo por él. Y no solo su lobo.

¿Era normal sentir ese tipo de atracción por alguien que sabes que nunca te haría caso?

Jimin realmente pensaba que no, pero su lobo por lo visto se había empeñado en que debían estar felices por volver a verlo y que ese alfa, sí, Min Yoongi, uno de los alfas más frecuentes y buscados de Corea/Asia junto a sus hermanos, era SU alfa.

En un intento de parecer feliz por ello, se decidió por buscar ropa adecuada para recibir a todas las personas que entrarían ese día en su casa. Jimin no era muy conocido por los medios, junto a sus padres y hermano se habían encargado de ello ya que esa era su decisión. Todo lo contrario a su hermoso hermano omega, Park Seokjin, quien decidió desde pequeño que era a la empresa de su padre a lo que se quería dedicar de mayor y que por lo tanto, quería ser reconocido desde ahí. Además de que le encantaba ser el centro de atención y tener cientos de cámaras a su alrededor solo enfocándolo a él.

Jimin obviamente no quería eso. No necesitaba pararazzis toda su vida detrás de él haciendo preguntas personales e incomodas para él, como pasaba con su hermano. Él prefería sacarse de todo eso y estudiar educación infantil como siempre le ha gustado, tranquilo y sin que el apellido Park fuera la llave a todas las puertas que se le presentaran en un futuro.

Algo que no podía evitar es que los inversionistas y los socios más importante de la empresa lo conocieran, exactamente por esas reuniones que se realizan en su gigantesca casa.

Reuniones a las que solo asisten personas muy, muy importantes y cercanas a la familia, por lo tanto él no se podría presentar a ellos en chándal.

Frente él, su inmenso armario estaba abierto, mostrando las miles de prendas tanto para vestir como para complementar que tenía. Si algo le gustaba al menor era vestir bien y caro, así que como se lo podía permitir, no desaprovechaba la oportunidad de ir al menos 4 veces al mes de compras por más y más ropa, que repetiría máximo tres veces a lo largo del año.