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Habían demasiadas luces, demasiadas personas y demasiado ruido.

El área privada de aquel lugar estaba algo vacía pero de igual forma habían demasiadas víboras a su alrededor, Taehyung gruño de muy mal humor. Estaba desde temprano en aquel sitio supervisando a los nuevos chicos que recién salían de la zona roja y seguían mejorando su nivel, en algún momento Kim se vio reflejado en alguno de aquellos chiquillos temblorosos, no, realmente no. Pero habia uno que sobresalía incluso más que él.

Joven y hermoso, con una piel tostada y rasgos exóticos que iban de la mano con su buen cuerpo, una personalidad envolvente y seductora por naturaleza. Hoppy, se hacia llamar.

Solo tenía dieciocho años y un gran espíritu, amaba ser el centro de atención y al parecer a las personas eso no les molestaba, le gustaban las cosas de buena calidad y la élite. No le sorprendía haber terminado en un club concurrente de la ciudad, aquel chico buscaba colarse en la cama de un niño rico y sacarle un jugoso premio, Taehyung esa noche no ofrecía servicios, era más como una molesta niñera que iba guiando a los mocosos para que no terminaran con un hueso roto o peor.

—¡Caro! —el chico alegre bebía un Martini moviendo sus caderas lentamente aunque la música fuera algo más rápido, el pantalón de cuero negro brillaba bajo las molestas luces del club y su chaqueta roja iba dejando entre ver su abdomen y pecho. Cualquiera que lo viera solo pensaría que es un niño rico de papi y algo extravagante, Hoppy podría vestir el más viejo trapo y estar casi desnudo sin lucir vulgar o grotesco.— ¡Esto es muchísimo mejor que aquel otro bar de la semana pasada! ¿Por que tardamos tanto en venir a este?

—Joder, deja de chillarme en el odio mocoso. ¿Qué te he dicho acerca de beber cuando trabajas? Terminate ese trago y más te vale no tomar otra gota de alcohol, mientras más bebas más rápido te quedarás sin tu paga,un puto ebrio es un puto al que violan, roban y matan. Metetelo en la cabeza, estas aquí para dar tu culo no para divertirte, maldito irresponsable.—su voz era fría y ni quiso siquiera esforzarse en tener tacto con el joven quien lo observaba algo soprendido, habia escuchado del gran Caro. Quien lanzaba su caña en aguas profundas donde nadaban los grandes tiburones de Corea, con una personalidad muy amarga y filosa. De quien debías aprender para hacer tu nombre escalar.

Pero la crueldad en su voz no hizo que su sonrisa se borrara, Hoppy se acercó observándolo de pies a cabeza. El pelinegro usaba el cabello largo con pequeños rulos, una camisa manga larga vinotinto suelta, que resaltaba su color de piel levemente acaramelada y pantalones negros a la medida, con zapatos del mismo tono, sencillo pero altamente elegante. Sus ojos portaban lentes de contactos azules y sus labios brillaban en un tono sandia. Impecable, el pelirrojo ladeo su boca diverto.

—Entonces, ¿Solo tengo que superarte a ti para ser el mejor? No parece nada difícil.—Taehyung abrió su boca de par en par pero rápidamente se recompuso, apretó su mandíbula y respiró profundo bajo la sonrisa burlona del joven quien le dio un sorbo a su trago sentándose frente a él.—Venga ya, debes estar viejo y con esa actitud tan arisca; realmente no creo que seas muy solicitado. Si bien tienes experiencia y antigüedad, eso lo compenso yo con mi juventud y carisma. ¿No crees eso? Caro.

—Te veo muy confiando y arrogante.—la expresión en el rostro de Taehyung fue burlona, le divertían aquellas palabras ya que el chiquillo posiblemente no supiera realmente el peso de ellas, el rostro confundido del contrario le hizo sonreír altanero.— Eres demasiado escandaloso, demasiado brillante y demasiado obstinad, un novato de culo suelto. Cariño, para ser el mejor no necesitas destacar, necesitas ser discreto y tener más que simple juventud y carisma, ¿Creés que llegué a donde estoy solo teniendo sexo y poniendo una linda sonrisa? Esto es un juego de poder en el que no tienes lugar siquiera en el tablero, el más astuto e inteligente gana, cualquiera puede dejarse coger por dinero y perderse en el camino, pero no todos tienen las agallas para escalar a la cima y mantenerse íntegro por años.

Hoppy se mantuvo callado al escuchar aquellas palabras, su mano apretaba algo fuerte la copa mientras mordía internamente su lengua luego de que el dulce tono disfrazado del mayor le pegará con fuerza, un novato de culo suelto, sus mejillas ardieron en rabia. ¿Así era visto por aquel hombre odioso? No, no lo era. Era mejor que Caro, su actitud, su vestir, su personalidad era demasiado elegante, demasiado mecánico y demasiado arisco. Lo odiaba, iba a quitarle ese lugar, costará lo que costará, ese era su sueño, der el mejor. Hoppy sabía que no le agradaba al hombre pero aún no entendía el por que.

Se puso de pie, dejo la copa enfrente de Taehyung quien se mostró relajado sin borrar aquella pequeña sonrisa de sus belfos, jugaba entretenido con sus anillos disfrutando el hecho de haber callado a ese niño, si a Kim le gustará aquel lugar y lo que hacía, estaria orgulloso de todo lo que habia hecho y a donde habia llegado en tan poco tiempo. El renombre que tenía en el mundo bajo y alto era similar, un escort de alto calibre, complaciente y no solo bueno en la cama. Suspiró al notar como Hoppy se había ido dejándolo solo, se colocó de pie ordenando su camisa.

Relamió sus labios sandías mientras era observados por varios en el área privada, caminó a paso lento para poder rastrillar con su mirada el sitió y ubicando a los novatos uno por uno y anotando mentalmente sus acciones para dar el reporte al amanecer. Su respiración se atasco en su garganta y casi se ahoga con su saliva.

—¿Pero que mierda haces aquí?—murmuró para sí mismo al ver como Jungkook se encontraba en la barra de aquel club hablando con un hombre alto, entrecerro sus ojos reconociendo a Kim Namjoon, un hombre que estaba en el consejo estudiantil. Empujó la lengua dentro de su mejilla al notar con una ira desmedida como uno de los novatos se acerco a Jeon colgadonse de su brazo.

Un tic en el ojo izquierdo de Taehyung empezaba, Hoppy hablaba animadamente con el par de hombres sin dejar de sonreir hacia Jeon quien no apartaba su mirada sonriente del pelirrojo. Ladeo su cuello, tronando este mientras los observaba en silencio, sentía ácido bajar por su garganta mientras sonrió de lado.

Que ingenuo era.

Caro [KookTae] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora