Caro [KookTae]

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Al regresar a la universidad y su atareado horario de estudios, sintió que levemente las cosas volvian a la normalidad en su vida, todas menos una de ellas, ya no tenía a Taehyung a su lado.

Los rumores corrian rápido en aquella universidad, de pasar un semestre entero pegados el uno al otro como chicle, a no compartir siquiera una mirada o palabra, los chismes eran uno peor que el otro, tanto que a Jeon le revolvían el estómago al siquiera imaginar algunos.

Jungkook miro sin ánimos a al pelinegro, que a lo lejos comía en silencio y solo, su pecho se apretó sintiendo como las cosas regresaban a antes de que fueran amigos y le dolía demasiado, su primo Yeonjun mantenía la distancia de él  lo cual agradecia enormemente. No compartían ya la misma mesa o siquiera palabras desde aquella golpiza que le dio al peliazul.

Sonrío suavemente al ver a su mejor amigo Namjoon acercándose a él, se encontraba revisando unos apuntes y se sentó a su lado evaluando de que eran las notas riendo bajo al ver lo atrasado que estaba su amigo con algunas materias. No le sorprendía, Kim era algo distraido pero últimamente era más seguido que perdía el hilo de las clases.

—¿No hablaremos del elefante en la habitación? — el moreno preguntó curioso mientra dejaba los papeles sobre la mesa y alzaba su ceja pata ver fijamente al adversario.

—¿Cual elefante? — Jungkook confundido frunció su ceño sin entender muy bien a que se referia su amigo.

—Todos estan hablandonde ti y Kim Taehyung...¿Realmente pasaba algo entre ustedes? Escuche a un chico llamado Soobin diciendo que habia visto a Taehyung en tu apartamento con tu ropa, los rumores dicen que ustedes salían y terminaron las cosas mal. — Jeon maldijo revolviendo su cabello cuando a su memoria regresó aquella noche donde habian llevado a Yeonjun a su departamento. Maldito sea Soobin.

Eso, eso a Jeon le sorprendió demasiado por que ese si era un rumor que no habia escuchado, tragó saliva nervioso desviando su mirada hacia la mesa de Taehyung sonrojandose al encontrar sus orbes observandolo fijamente, ambos apartaron la mirada huyendo del otro.

¿Tan obvio era que le gustaba Kim?

Pues lo habia rechazado, no existia una relación entre ellos ni existiría nunca aunque a Jeon le dolía eso, fue solo su amigo. Pero que Kim lo quisiera lejos no significa que Jungkook se iba a alejar de él. Elevó nuevamente su mirada y sonrió al ver a una cabellera pelirroja acercarse a su mesa con una notable mueca de desagrado.

— Que sepas bien que no me gusta esto Kookie, oh el chico lindo del bar. — Hoseok se sienta al lado del pelinegro bajo la mirada confundida de Namjoon y recordó aquella vez en el bar a un chico alegre, con aquella chaqueta atrevida y torso descubierto. ¿Era el amigo de la infancia del pelinegro? ¿Desde cuando estudiaba alli?

Varios murmuros empezaron a correr cuando el chico pelirrojo abrazó la cintura de Jeon riendo divertido ante la mirada de Namjoon, al otro lado de ma cafetería Kim Taehyung observaba irritado como hoppy tomaba descaradamente la cintura de Jungkook.

¿Que mierda hacia ese prostituto alli? ¿Quién se creía tomando al menor así y riendo tan despreocupadamente? Kim apretó su mandíbula sintiendo una amargura envolverlo, el nudo en su garganta crecía con ira. Maldito pelirrojo escurridizo.

¿Entonces se alejaba y buscaba otro puto al cual cuidar? Kim se levantó casi con una mirada irritada en su rostro mientras tomaba la bandeja y caminaba fuera de la cafetería, ríe amargamente para dejar esta en uno de los basureros antes de salir del lugar. Aquella acidez en su estómago y el calor en sus mejillas lo desestabilizaron, no debería estar molesto, es decir, Jeon podía hacer lo que quisiera. No eran amigos, no eran cercanos, no eran nada.

La mira de Kim fue a la entrada de la universidad al sentir como era observado, tragó saliva nervioso al ver al señor Min verlo, hablaba con el profesor de piano, el profesor Jin. Hizo una mueva ante la descarada mirada de Yoongi sobre él mientras su esposo le hablaba animadamente, nuevamente las ganas de vomitar lo inundaron y no tardó mucho en caminar hacia los baños del lugar.

Era un dia demasiado cargado de cosas para Kim, definitivamente neceitaba irse de alli, al entrar al baño cerró la puerta con ambas manos temblorosas al sentir como el aire era cada vez más pesado, lavó rápidamente su rostro intentando calmarse, elevó su mirada cristalizada al recordar la primera vez que Jungkook lo habia seguido hasta los baños y habia estado para él, le había dicho de ser su amigo.

Negó algo desanimado intentando alejar esos pensamientos, no necesitaba a Jeon, no necesitaba a nadie. Secó su rostro y manos con cuidado, se puso alerta cuando la puerta del lugar era abierta.

—¿Kook? — Confundido miro hacia el lugar con una falsa esperanza, amargo fue el trago de verdad al ver que era el señor Min quien lo veía fijamente, Yoongi entró sin siquiera darse cuenta del estado algo inestable del joven.

El hombre lavó sus manos y arreglo su impecable traje negro mirando al prostituto, el chico no habia respondido sus mensajes y sabia que seguia activo en el negocio. Aunque le habia dado un pequeño regalo al no necesitar más sus servicios, la verdad era otra, eran ciertos los rumores de que Caro era insuperable, una vez era probado uno siempre iba a querer más de ese cuerpo y ese ingenio, esa personalidad tan elegante y esa mirada de superioridad que le daba a todos sus clientes. Era un caso perdido pero era tan exótico, tan envolvente y adictivo. Era una joya.

— Contesta la próxima vez que te llame, ¿De acuerdo? Te llevaré de compras y pasaremos la noche en el hotel Sun, ya hable con tu agencia, estaras mañana conmigo, Caro. — Yoongi secó sus manos mientras sonreía algo socarrón ante la mirada indescifrable del puto, alzó su ceja curioso al verlo de esa forma por primera vez. El joven rápidamente se recompuso y se cruzó de brazos, elevó su mentón dejando ver una sonrisa algo forzada, empezaba a odiarlo.

— Esta bien, nos vemos donde siempre entonces. Cobrare el triple y no es una sugerencia, es un hecho. ¿De acuerdo, señor Min?

El nudo en la garganta del menor crecia ante la mirada de aquel hombre, si bien Yoongi era de sus clientes mas nuevos y tranquilos, su consciencia le seguia repitiendo que era el esposo de un maestro de su universidad, si eso llegara salir a la luz. El ruido de la puerta del baño abriéndose hizo que ambos miraran al joven pelinegro que entraba, la mirada de Jeon pasó de Taehyung al esposo del profesor Min.

El hombre terminó de verse en el espejo y sonrió a ambos jovenes antes de irse de aquel baño, Kim desvió su mirada para irse de aquel lugar pero la mano del pelinegro lo frenó, no entendía por que se sentia tan nervioso. ¿Qué mierda queria Jeon? Si se alejó de él. Cierto, él lo habia alejado, no se fue por que quisiera.

Volteó su mirada encontrando que aquellos ojos que antes lo veian con un brillo de adoración ahora se veian opacos. Su estómago se revolvió nuevamente, ¿El habia hecho eso? ¿Donde estaba esa mirada de perrito que le gustaba ver?

— Ten cuidado, Taehyung. La ultima vez casi los descubren por lo de su auto, no dejes que venga más aquí.

— Métete en tus asuntos, Jungkook.—Ambas miradas permanecieron unidas luego de varios dias tan lejos, luego de haber sentido tantas cosas en aquella habitación de hotel donde habian discutido, el recuerdo de haberlo escuchado llorar por su culpa atormentaba su mente. Era mejor verlo de cualquier forma menos llorando como un cachorro molesto.

— Eso hago, me meto en mis asuntos, tu eres mi asunto. — Jungkook sonríe al notar las expresiones de confusión en el contrario, aguantaba las ganas de ir tras el señor Min y romperle la cara a golpes.

Habia visto desde lejos como aquel hombre habia seguido a Tae hacia los baños, cuando vio que tardaban en salir no pudo evitar preocuparse y casi correr hacia el lugar, ahora con ayuda de Hoseok sabia varias cosas y no le importaria verse envuelto en aquel mundo si ayudaba a Kim.

— Estas loco, Jeon...